Un recorrido gastronómico para saborear Canarias este puente de diciembre

En las ciudades, los pueblos, en la costa o en la cumbre, Canarias alberga una oferta gastronómica única que la potencia aún más en materia turística, con productos tan venerados que ya forman parte de la identidad regional: los quesos y los vinos se unen a los productos propios que cada municipio canario produce y promociona.

Estamos por tanto ante una oportunidad perfecta para conocer mejor todas estas virtudes que la tierra ofrece, y adentrarse en las islas a través de la gastronomía es una de las maneras más interesantes y placenteras de hacerlo. Si optamos por Gran Canaria, en la capital está surgiendo una auténtica revolución liderada por un grupo de jóvenes que han potenciado la ciudad hasta convertirla en una referencia nacional a tener muy en cuenta.

Desde el restaurante Poemas by Hermanos Padrón, con una estrella Michelin, hasta el Tabaiba, del chef nominado a cocinero revelación de España en Madrid Fusión. Las opciones son tantas que la ruta puede ser un bucólico camino entre menús degustación, vinos locales de pequeña producción y nuevas técnicas que la nueva hornada de cocineros está implantando apoyados por el producto local. La sostenibilidad juega ahora un papel primordial en la elaboración de la carta y los platos, nutriéndose de productores locales con una materia prima excelente.

En Tenerife, por su parte, tenemos la siempre segura apuesta de las estrellas ubicadas en hoteles del sur de la isla, como Nub, Kabuki o M.B, o la icónica ruta de guachinches por el norte, donde la cocina tradicional es acompañada por los vinos de la propia finca donde se encuentra el establecimiento. Sea cual sea la elección final, recorrerla de norte a sur es un fantástico plan donde realizar paradas estratégicas, pues el buen comer está garantizado.

Lanzarote, la isla de la Malvasía Volcánica, es también un lugar para descubrir y perderse por su imponente paisaje de La Geria, que alberga un buen número de bodegas donde se elaboran los geniales vinos locales. La emblemática bodega de El Grifo, la espectacular Stratus o la sorprendente Los Bermejos, harán las delicias de sus visitantes, que además podrán conocer las entrañas del proceso de elaboración, plantación y recogida de la uva.

En algunas de ellas se pueden realizar catas y hacer diferentes maridajes, aunque una opción de nivel en Lanzarote que nunca falla es La Bodega de Santiago, en Yaiza. Todo un homenaje al producto local perfectamente elaborado. Si lo que quiere es lanzarse de lleno al producto marino lo mejor es ir al Risco de Famara y comerse su famosa morena frita o el auténtico manjar que supone el carabinero de La Santa. Todo un placer para los sentidos.

Si optamos por ir a la isla bonita, La Palma, la oferta es tan interesante como diversa. Lo cierto es que la isla está viviendo un dulce momento gastronómico, y ejemplos como el del restaurante El Sitio, en Tazacorte, confirman que la alta cocina también tiene su espacio allí. José Alberto Díaz ha convertido este lugar en un referente regional, y ya está presente en varias guías nacionales. Si optamos por algo más informal, el lugar idóneo es La Gatera, en Breña Alta, un pequeño gastro bar que es tendencia desde su apertura, y con una cocinera joven y con mucho talento, Mariana Hernández.

En Fuerteventura están surgiendo muchas propuestas con un recorrido que puede ser potente, y parece que el futuro de la isla a corto plazo dentro del panorama gastronómico es optimista. Uno de los grandes, sin duda, es Casa Marcos, en Villaverde, que además de instalarse en un precioso hotel rural propio, tiene una propuesta culinaria que sube, indudablemente, el nivel de la isla. También nos podemos lanzar a un plan más carnívoro yendo a El Horno, también en Villaverde, donde la célebre carne de cabra y cabrito nos alegrará el día.

Canarias, cuya oferta gastronómica es casi ilimitada, no deja de ofrecernos diferentes alternativas en todas las islas. Así, por ejemplo, en La Gomera nos encontramos en el bonito pueblo pesquero de Playa Santiago con una tasca muy especial, Enyesque, bajo la dirección del cocinero Iván González. Su carta invita a intentar comérselo todo, porque además todo está muy bueno, y es una de las joyas de la isla.

En La Graciosa, que siempre es un buen plan, lo obligatorio es pedir el pescado fresco que nos ofrezcan en lugares clásicos como el restaurante Casa Enriqueta. Si lo que quiere es disfrutarlo casi con los pies en la arena de la pequeña playa de Caleta del Sebo, lo mejor es hacerlo en El Veril, que tiene un ambiente muy divertido.

El Hierro, la pequeña y mágica isla que tanto enamora a todos los que la visitan, deslumbra también con propuestas gastronómicas que redondearán el viaje. Casa Juan, por ejemplo, en La Restinga, es un must que hay que vivir y saborear, porque representa a la perfección la esencia y alma de la isla.

¿Quiere sorprenderse? Pues entonces vaya a Valverde y coma algo en La Tafeña. Querrá repetir rápido, se lo aseguro. Y por supuesto, si lo suyo son las vistas y el talento de César Manrique, debe ir al Mirador de la Peña y dejarse deslumbrar por la imponente estampa mientras come en este lugar con encanto.

Como podrá comprobar, la mejor opción este puente es Canarias, comérsela, bebérsela y admirarla eternamente.