Estos son los restaurantes de Canarias con mejor calidad-precio, según la Guía Michelin

Así, desde la guía señalan que «desde 1997, los restaurantes con la mejor relación calidad-precio (aquellos que proponen una comida completa a un precio máximo razonable) se distinguen con un premio especial: el Bib Gourmand. Obviamente, el límite de precio para la consideración del Bib Gourmand varía de un país a otro, normalmente en función del coste de la vida, pero nuestros inspectores aplican los mismos baremos, en todos los restaurantes, a la hora de valorar la calidad de los productos».

En Canarias, son nueve los restaurantes que lucen el distintivo, donde Tenerife cuenta con un mayor número de ellos, aunque Gran Canaria y Lanzarote también están presentes.

El Equilibrista 33 (Gran Canaria). Valoración de la Guía Michelin: «Está cerca de la playa de Las Alcaravaneras, refleja un poco la personalidad del chef-propietario y cuenta con un montón de adeptos, pues sin duda saben tratar las materias primas y combinar, en su justa medida, la tradición con la innovación, haciendo siempre lo imposible por exaltar los diferentes productos de la región. Si viene por esta casa, de ambiente moderno-actual, no debe perderse los Huevos moles con el típico gofio canario al natural, uno de los postres más apreciados entre sus clientes y que suele cautivar por su extraordinario e intenso sabor. ¡Tradición en estado puro!»

El Risco (Lanzarote). Valoración de la Guía Michelin: «¿Quiere comer en un espacio de película? No busque más, pues este restaurante ocupa la casa que el emblemático artista César Manrique diseñó para su propio hermano. El conjunto, que presenta un sencillo montaje de ambiente marinero, sorprende por sus impresionantes vistas sobre la playa de Famara, las montañas del entorno y, perfilada sobre las aguas del océano, la bucólica isla de La Graciosa. La carta destaca tanto por los pescados y mariscos locales como por los arroces; sin embargo, aquí aconsejamos que se deje llevar por las deliciosas sugerencias diarias. ¡Reserve, que suele llenarse!»

El Jardín de la Sal (La Palma). Valoración de la Guía Michelin: «Un restaurante sorprendente tanto por la propuesta gastronómica como por su aislado emplazamiento junto al antiguo faro de Fuencaliente, que hoy funciona como Centro de Interpretación de la Reserva Marina de La Palma. Aquí encontrará una cocina tradicional actualizada que exalta los productos autóctonos, sobre todo los pescados, y un espacio temático singular, con una cafetería en el piso superior, que destaca por sus magníficas vistas. ¿Lo mejor? El juego cromático entre el azul del océano, las tierras negras propias de una isla volcánica y el radiante blanco de las salinas del entorno».

Furancho La Zapatería (Tenerife). Valoración de la Guía Michelin: «¿Un restaurante gallego en Tenerife? Pues sí, modesto pero también… ¡muy original! Tras su vistosa fachada, que recrea con pinturas las cristaleras de una antigua zapatería, el amable matrimonio al frente (Emma tras los fogones y Alberto en la sala) apuesta por una curiosa combinación de productos gallegos y canarios, los primeros traídos frescos desde Fisterra (A Coruña), cada dos días, por el hermano del propietario. ¿Qué encontrará? Empanada de pulpo, Entrecot de novillo gallego, Zamburiñas a la brasa... y unos Mejillones con mojo que no debe dejar de probar».

San Sebastián 57 (Tenerife). Valoración de la Guía Michelin: «¡Una dirección imprescindible en la capital de la isla! Se halla a pocos pasos del Mercado de Nuestra Señora de África (conocido también como La Recova) y suele estar lleno, pues a parte de los habituales turistas cuenta con el favor de la clientela local. En su agradable e íntimo interior, de ambiente contemporáneo, encontrará una cocina tradicional actualizada en la que se mima el producto, con platos divertidos, raciones generosas, presentaciones cuidadas... y algún que otro guiño culinario a otras culturas. La amplia carta se completa con recomendaciones del día en base al mercado».

El Aguarde (Tenerife). Valoración de la Guía Michelin: «A pocos metros de la Rambla de Santa Cruz, la principal arteria de la ciudad, hay un restaurante que ha sabido ganar adeptos, sobre todo locales, con el paso de los años. ¿Su secreto? Tal vez la paciencia, como un guiño a su propio nombre (término cinegético asociado a la espera en un puesto). En su sencillo comedor podrás descubrir una carta bastante amplia, de tinte tradicional pero con notas manchegas, que nos habla de los orígenes del chef-propietario. Prueba algún guiso con pochas o garbanzos, los manchegos Duelos y quebrantos, los platos de casquería, su popular Tortilla de papas...».

Tasca Silbo Gomero (Tenerife). Valoración de la Guía Michelin: «¿Ha oído alguna vez que el mojo canario se utilice como un ingrediente más? El chef Braulio Simancas es un especialista en el tema y lo hace; no en vano, su sabrosa propuesta toma como punto de partida el producto isleño de mercado y, para algunos platos, trasforma esta icónica salsa en un fondo de increíble sabor. En este sencillo local, ubicado junto a un polígono próximo al Pabellón de Deportes de Tenerife Santiago Martín, defiende una cocina canaria de raíces vista desde la modernidad, ligera en las formas pero con una técnica impecable. ¡Hay quesos singulares afinados por el propio chef!».

La Bola de Jorge Bosch (Tenerife). Valoración de la Guía Michelin: «Sigue fiel al concepto de gastroguachinche e inicia una nueva etapa en Tegueste, sin olvidar nunca sus orígenes como un sencillo guachinche familiar (establecimiento autóctono donde se servía cocina casera y vino cosechero). El restaurante, con una amplia sala de ambiente rústico-elegante y vistas tanto al litoral como al océano, propone una cocina desenfadada, actual y sumamente personal, siempre con platos contundentes, el producto canario como protagonista y la sana intención de reinventar el recetario isleño. ¡Cuenta con una zona chill out donde se pueden organizar eventos!».

El Secreto de Chimiche (Tenerife). Valoración de la Guía Michelin: «Hay quien califica a esta casa, alejada de las rutas turísticas, como una joya escondida y... ¡el nombre parece que les da la razón! Se encuentra a pie de carretera, oculta tras una anodina fachada que da paso a un coqueto interior de ambiente rústico renovado, con un agradable bar, la sala en varios niveles, acogedores rincones y bonitas terrazas. El chef apuesta por una gastronomía tradicional donde manda el sabor, tomando como base la esencia de la cocina canaria y con numerosas elaboraciones a la brasa de leña. ¡Ofrecen fantásticas carnes maduradas!».