Piña, una colada de salud

¿Quieres saber por qué deberías hacerle un hueco VIP en tu dieta (y en tu nevera)?, lee y observa.

La piña es tan rica en vitamina C que una taza (165 g) cubre un 131% del valor diario recomendado mínimo diario. Eso significa que te está blindando contra resfriados, reforzando tu colágeno ('hola piel tersa y articulaciones felices') y barriendo radicales libres que te envejecen y bajan tu vitalidad y sistema inmune. También te ofrece alto contenido de tiamina para tu sistema nervioso, piridoxina para tus neurotransmisores y proteínas, folato muy biodisponible, riboflavina para tu energía piel y ojos, vitamina A gran antioxidante.

Pero la verdadera estrella dentro de ella es la bromelina, una enzima proteolítica que se merece su propio premio en medicina natural. Según una revisión publicada en Biomedical Reports (2021), la bromelina es capaz de:

• Reducir la inflamación, perfecto si tus rodillas suenan como castañuelas al agacharte.

• Mejorar la digestión al descomponer proteínas difíciles.

• Favorecer la cicatrización y aliviar edemas postquirúrgicos.

Incluso se investiga por su potencial anticancerígeno en estudios preclínicos (Journal of Ethnopharmacology, 2013).

Y sí, si pensabas en darte un festín con piña enlatada, cuidado. La bromelina y muchas de sus propiedades beneficiosas no sobreviven al calor del enlatado. Así que, mejor fresca o fermentada, de El Hierro si puedes porque además de apoyas la agricultura local y su sabor es pura poesía.

Pocas personas saben que en las Islas Canarias, especialmente en El Hierro, se cultiva una de las piñas más aromáticas del mundo. Cultivadas sin prisas, maduran con el sol atlántico y en tierras volcánicas ricas en minerales. El resultado: un dulzor natural que hace que ni te plantees añadirle azúcar (tu páncreas te lo agradecerá). Yo la tomo con un poco de canela y es una combinación altamente rica y saludable.

• Un estudio de Food & Function (2022) encontró que los polifenoles de la piña pueden modular la microbiota intestinal, favoreciendo la presencia de bacterias «amigas» como Lactobacillus.

• Investigaciones en curso (International Journal of Oncology, 2023) analizan el papel de la bromelina en la prevención de metástasis tumorales gracias a su capacidad para inducir apoptosis en células cancerígenas.

• Además, la bromelina muestra efecto antihistamínico natural, útil para alergias y sinusitis crónica.

¿Y si te digo que puedes hacer un fermento probiótico con los restos que te sobran de la piña? Así es, la ciencia del microbioma a tu favor. El tepache, una bebida tradicional mexicana, se hace fermentando la cáscara y corazón de la piña con un poco de azúcar y especias. En Canarias le podemos dar un twist con miel de palma.

Ingredientes:

Cáscara y corazón de 1 piña (bien lavada).

100 g de miel de palma (o azúcar integral).

2 litros de agua potable.

Canela en rama y clavos al gusto.

Elaboración:

1. Mezcla todo en un recipiente grande de vidrio.

2. Cubre con una tela y deja fermentar 2-3 días a temperatura ambiente. Y en un sitio sin luz solar.

3. Cuela y refrigera.

El resultado es una bebida ligeramente burbujeante, rica en probióticos, enzimas y antioxidantes. Perfecta para cuidar tu microbiota intestinal, mejorar la digestión y darle un respiro a tu hígado tras esos días de excesos.

Así que, la próxima vez que compres una piña, no la subestimes: estás llevando a casa un súper alimento con sabor a vacaciones. Y recuerda: si es de El Hierro, además de más dulce, es más sostenible.

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