Los turistas llenan el Sur pese a los altos precios
Tras unos años muy complicados por la pandemia, con restricciones de personal, de aforo y de movilidad, el sur de Gran Canaria ya disfruta de locales sin mesas vacías y con las playas llenas
La Semana Santa 2023 vuelve a dejar imágenes de playas llenas y terrazas repletas de gente en el sur de la isla de Gran Canaria aunque la fiesta va por barrios. Los turistas siguen gastando buenas cantidades de dinero en la alimentación pero se ahorran algunos extras que antes se permitían con mayor frecuencia. Por un lado, la hostelería tira del sector turístico con los complejos hoteleros y la restauración a un muy buen nivel de ocupación pero el pequeño comercio y negocios como los centros de excursiones siguen sufriendo las consecuencias de la subida de la inflación y los tipos de interés.
Uno de los locales más concurridos del sur de Gran Canaria en estas fechas es el Restaurante La Piazza, situado justo al lado del acceso principal a Playa del Inglés. Su responsable, Lin, está muy «satisfecho» con el nivel actual del negocio. «Se nota que es Semana Santa, hay más turistas y la playa está llena, es un cambio muy grande respecto a la pandemia, cuando tuvimos que recortar personal y no había nada de clientes». Lin también indicó que la gran mayoría de turistas que visitan su local provienen del norte de Europa y que para los turistas nacionales y locales «habrá que esperar a los meses de julio y agosto, cuando los niños no tengan colegio».
Otro local que está disfrutando de mucho trabajo esta semana es Sol Habana, también en primera línea de Playa del Inglés. Su encargado, Julio, explicó que está siendo una semana «muy provechosa», en particular a mediodía cuando «ingleses, holandeses y alemanes, desayunan, bajan a la playa y vuelven para comer». Con la llegada de los días festivos, Sol Habana espera recibir a «más clientes» también por la noche, gracias a la llegada del turismo local.
En lo relativo a la cantidad de dinero que dejan los turistas en el negocio, Julio, subrayó que hay una distinción entre la clientela de una edad más avanzada y la más joven. «La gente mayor, ya sea española o extranjera viene, come, gasta pero no son unos manirrotos, suelen mirar con más cuidado los precios, mientras que las personas comprendidas entre los 20-40 años sin hijos pequeños suelen pedir cócteles y bebidas con frecuencia y dejando buenas propinas», indicó.
Al ser un local con muchos años de recorrido, son varios los clientes que visitan año tras año las terrazas de Sol Habana. «El buen turista, el que viene desde hace muchos años y es cliente habitual, suele dejar grandes propinas antes de irse en señal de agradecimiento». Julio también quiso destacar la fidelidad de su clientela, «tenemos clientes que empezaron viniendo primero los abuelos, luego sus hijos y ya vamos por los nietos y esperamos que siga siendo así».
El comercio, la nota negativa
Pese a que la restauración esté floreciendo y el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas, José María Mañaricua, confirmara recientemente que los complejos hoteleros están a un 80% de ocupación y con posibilidades de aumentar al 90% con el comienzo de los festivos de Semana Santa, el comercio no vive la misma situación en el sur de Gran Canaria.
Olga, dependienta del Arca de Noé, una tienda de ropa y complementos, indicó que la semana ha comenzado «muy floja» y que esperan que remonte con la llegada de los días festivos. «Veo mucha gente por la zona, los hoteles están llenos pero por aquí no aparecen, a lo mejor es que este año no hay tanto dinero, exasperó.
Por su parte, Pedro, encargado de Rayco Tours destacó que en comparación con el año pasado, el negocio ha bajado un 50%. «En 2022 había que reservar con una semana de antelación y ahora estamos saliendo con barcos con la mitad de los asientos vacíos». Pedro cree que los clientes son de un perfil parecido, en cuanto a nivel adquisitivo pero «ahora tienen más miedo a gastar. La guerra, el covid, la inflación, son muchos factores que generan incertidumbre. También consideró que «el turista siempre va a comer y necesita un techo donde pasar sus vacaciones pero al fin y al cabo, las actividades que ofrecemos no dejan de ser un extra, que ahora mismo no les merece la pena».
«Esta Semana Santa es incluso mejor que las que tuvimos antes de la pandemia»
Si decide visitar esta semana alguno de los restaurantes en primera línea de Playa del Inglés, prepárese para tener que esperar algunos minutos para obtener mesa. Restaurantes, bares y cafeterías ya muestran señas de la recuperación del sector hostelero con locales prácticamente llenos desde la media mañana.
Así sucede con el Café Mozart, ese local que se encuentra uno si gira ligeramente la cabeza hacia la derecha al entrar por el acceso principal de la playa. Allí, su encargado Antonio, saca un tiempo de su descanso para hablar de la intensa semana de trabajo que están teniendo. «Venimos trabajando a un buen ritmo toda la semana y esperamos seguir en la misma tónica con la llegada de los días festivos».
El encargado del local también hizo hincapié en la importancia de que el tiempo acompañe, «si se cumplen las previsiones y seguimos teniendo buena climatología, creemos que a partir del jueves llegaran más turistas, en especial nacionales y locales, que siempre se suelen animar más con la llegada del fin de semana».
En cuanto a qué tipo de turistas internaciones frecuentan la cafetería, Antonio indicó que «hay muchos holandeses, alemanes, escandinavos, la verdad es que es muy variado el turismo que está llegando de todas partes de Europa».
Tras unos años complicados a causa de la pandemia, la restauración no solo está levantando cabeza, sino que empieza a superar los niveles previos a la crisis sanitaria. En el Café Mozart creen que «esta Semana Santa es quizás mejor que las anteriores al Covid». La principal razón es que «a pesar de que hayan subido los precios, la gente tiene muchas ganas de salir. La gente es consciente de lo que ha sufrido y ahora solo quieren disfrutar de esta Semana Santa, y en verano ya se verá», destacó.
La subida en los precios de los alojamientos hoteleros y los billetes de avión no parecen haber impedido la llegada de turistas al archipiélago. En la restauración, los precios también han aumentado, «nosotros también hemos tenido que subir la carta», expresó Antonio, que también indicó que pese al impacto «evidente» que está teniendo la inflación, la gente tiene «ganas de pasarlo bien y están dispuesto a gastar mayores cantidades» que hace unos años, donde gastaban pero «miraban algo más el bolsillo».
Tras una semana tan positiva, todo invita a pensar que la situación será similar en verano pero Antonio es cauto, «el verano es un periodo diferente, suele haber mucho todo incluido y la gente se pasa menos por aquí», finalizó.
