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La sequía redujo las cosechas en 2022 y los alimentos se dispararon

La sequía redujo las cosechas en 2022 y los alimentos se dispararon

La falta de agua recortó un 25% el cultivo de cereales y otro 50% el del olivar, principal causa de que estos productos subieran de precio más del 35%

Domingo, 14 de mayo 2023

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La subida del precio de los alimentos se está moderando desde abril, cuando la inflación de esta partida concreta fue del 12,9%, una cifra aún muy elevada pero 3,6 puntos inferior a la registrada en marzo. Ya lo venía avisando desde hacía semanas el ministro de Agricultura, Luis Planas, el que más confía en que la bajada de costes de las materias primas y fertilizantes en los mercados internacionales consigan trasladarse a los precios de los alimentos «más pronto que tarde».

Pero ahora que estábamos saliendo de este problema aparece otra amenaza: la sequía. No es un problema nuevo, pero este año se ha agravado como nunca antes. No solo influye la falta de lluvia, también las altas temperaturas. Tras un año 2022 muy seco, 2023 ha comenzado en niveles de sequía récord, con territorios donde hace más de dos meses que no cae una sola gota. Y aunque la previsión meteorológica apunta a que en estos días llegue la ansiada lluvia a gran parte de la Península, hay miles de hectáreas que no se han podido cultivar y árboles que no han dado fruto.

Y aunque fuentes del Ministerio de Economía consultadas aseguran que la sequía no implicará la subida directa de precios en los supermercados porque la mayoría de alimentos están regulados en los mercados internacionales, los datos indican que son un factor muy determinante. En concreto, un informe de Caixabank Research publicado esta semana revela que el volumen de cosechas se redujo un 19% de media en España en 2022 respecto a 2021. Los productos en los que más se notó la falta de agua fueron los olivares (-48%), los cereales (-24%), los frutales (-23,8%), las legumbres (-19%) y los cultivos para alimentación animal (-18,4%).

Los datos de AEMET indican que las lluvias de 2022 fueron de 537 litros/m2, un 16% por debajo del promedio histórico, y una menor producción agrícola presiona los precios al alza. Los datos de Caixabank Research muestran que en los casos de mayor desplome de los cultivos, las subidas de precio tanto en origen como en el consumidor final fueron altísimas. Es el caso de los cereales, que tras reducir un cuarto su producción en 2022 vio cómo los precios en origen ascendían un 42,5% y el precio final de venta se disparaba casi un 37%.

Otro de los productos que más subió de precio el año pasado fue el aceite de oliva, nada menos que un 35% según los datos del INE, tras reducir su producción un 48% el año pasado. En el caso de la patata, su precio se disparó casi un 22% en 2022 después de que la cosecha se recortara un 7%.

Y las caídas de la producción se están haciendo más intensas desde el comienzo de 2023. El mes de marzo fue el más seco del siglo XXI y abril se quedó cerca del récord. Las asociaciones agrícolas avisan de que es un problema generalizado de toda España y los cálculos de COAG apuntan a que la falta de agua asfixia ya al 80% del campo y produce pérdidas irreversibles para el sector primario. Sus datos indican que en solo un mes el porcentaje de territorio afectado por la sequía ha pasado del 60% al 80%.

Una de las cosechas más afectadas es la de cereal de secano, de la que ya se han perdido más de cinco millones de hectáreas, según el último informe de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). En el último mes la superficie perdida ha aumentado de 3,5 millones de hectáreas a 5 millones, apunta el documento. Así, el análisis que hace COAG da por perdidas las cosechas de trigos y cebadas en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia, Aragón, Comunidad de Madrid, Cataluña y Castilla y León.

Los precios siguen al alza, aunque en abril se moderó la subida. Los datos del INE señalan que la inflación de los alimentos de abril fue 3,6 puntos inferior a la de marzo, del 12,9%. Pero no es que hayan caído los precios, sino que la subida es menos fuerte.

Los alimentos que más subieron en el mes de abril fueron la leche (27,6%), el aceite de oliva (22,2%), los cereales (18,2%), las patatas (16,5%), la carne de cerdo (16,1%) o los huevos (15,8%). Un mes más, el producto que experimenta una subida más fuerte respecto a hace un año es el azúcar, que se dispara un 49,6%. La energía sigue en descenso (-15,6%), al igual que los carburantes (-4,3%).

¿Qué pasará el resto del año?

Desde Caixabank Research aseguran que el incremento acumulado desde el cierre de 2020 de los precios en origen ha sido de alrededor del 63% tanto en la UE como en España. La diferencia es que la inercia alcista de los precios domésticos de la UE se ha frenado, mientras que la de España, afectada por la sequía, todavía no. La transmisión de estas alzas a los precios de consumo ha sido parcial, concretamente del 26% desde 2020, aunque puede quedar «cierto margen» de transmisión a los precios finales.

Al efectuar este mismo análisis separando por tipo de producto, los datos apuntan a que la transmisión entre precios de origen y consumo tiene mayor recorrido para productos cárnicos, mientras que para cereales (y derivados), productos lácteos y, sobre todo, aceites, parece más escueto.

Pese a todo, recuerdan que el aumento de los precios en origen no tiene porqué replicarse sobre los precios finales de consumo (transmisión 1:1), sino que depende del peso de los eslabones intermedios en la producción de cada empresa.

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