Del aula a la emergencia: diez años formando
La jornada de puertas abiertas permitió a decenas de curiosos participar en simulacros de situaciones reales del ámbito marítimo, con motivo del décimo aniversario del centro
Soñar con una catástrofe mientras dormimos es una de las experiencias más comunes del ser humano. Desde un accidente de coche hasta escenarios más extremos, como el impacto de un helicóptero contra el océano. Precisamente esa última imagen fue la que se recreó durante la jornada de puertas abiertas del Stier Training Centre, un centro dedicado a la formación en el sector offshore, con motivo de su décimo aniversario.
Uno de los principales atractivos fue el simulador de impacto, que atrajo a decenas de curiosos alrededor del gran tanque circular de agua. El dispositivo reproduce la cabina de un helicóptero, con cinco asientos y cinturones de seguridad de cuatro anclajes. En su interior, un grupo de auténticos valientes se preparaba para lo que estaba por venir, atentos a las instrucciones del instructor. Al grito de «¡posición de impacto!», la cabina empezó a descender, suspendida por una grúa, hasta quedar completamente sumergida en la piscina.
En el primer intento, ya bajo el agua, los participantes debían soltarse el cinturón y escapar por las ventanas laterales mientras aguantaban la respiración. Pero eso era solo el comienzo. La segunda inmersión añadía una dificultad extra: las ventanas estaban bloqueadas, obligando a empujar las cristaleras para salir del helicóptero.
La verdadera prueba llegó con el tercer simulacro. Esta vez, al sumergirse, la cabina giró por completo, dejando a los ocupantes boca abajo. Desde el borde del tanque, el público fijaba sus miradas en la nave surmegida. Afortunadamente, los voluntarios salieron airosos, entre sonrisas de satisfacción al lograr salir indemnes del simulador.
«La experiencia fue maravillosa. Es algo que nunca había hecho, y la idea de sumergirte te da como un poco de fobia. Así que dejé de pensar y dije: venga, a la aventura», contaba Isabel, una de las participantes, todavía con gotas de adrenalina por su rostro lleno de satisfacción.
El siguiente desafío en la jornada del Stier Training Centre fue enfrentarse al fuego. Bajo la guía de los instructores, los asistentes participaron en una simulación de extinción de incendios, vestidos con el equipo completo: guantes, botas, chalecos ignífugos y casco. En sus manos, tres tipos de extintores: CO2, espuma con agua y el versátil tipo ABC, utilizado en superficies como el gas, el agua y lo sólido.
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La dinámica arrancaba siempre con un grito que cortaba el aire, «¡Fuego, fuego!». A partir de ahí, los voluntarios se aproximaban con cautela al foco de las llamas, sintiendo el calor real que desprendía la instalación. Paso a paso, aplicaban la técnica enseñada hasta sofocar el fuego, metiéndose en la piel de un bombero real.
Como cierre, los asistentes se enfrentaron a una prueba tan curiosa como decisiva, deslizarse por un sistema de evacuación vertical, similar al que se utiliza en plataformas y grandes embarcaciones. Desde una estructura situada a unos siete metros de altura, descendían por un conducto (habitualmente fabricado en kevlar) que, en la vida real, permite evacuar a decenas de personas en cuestión de minutos. Lejos de parecer un simple tobogán, el ejercicio exigía sangre fría, coordinación y una buena dosis de valor. Una forma vertiginosa de entender que, en alta mar, no hay margen para la improvisación.
«Somos el puente entre la educación, la licenciatura y el mercado laboral»
Diez años después de su fundación, el Stier Training Centre no solo se mantiene en la élite internacional, sino que ha sabido consolidarse como un nodo estratégico entre la formación técnica y las verdaderas necesidades del mercado global. En sus instalaciones de Taliarte, el aprendizaje va más allá del aula, se simulan emergencias reales, se cultiva la disciplina y se fomenta una mentalidad de excelencia que conecta con las exigencias de industrias tan críticas como la logística marítima. Cada módulo, se orienta a un objetivo muy claro: la empleabilidad de sus alumnos. «Somos el puente entre una educación o licenciatura y el mercado laboral», señala Ida Stier fundadora y CEO del Grupo Stier.