El CES propone para las islas una fiscalidad verde y única para reducir los residuos

El tratamiento y la gestión de los residuos es un problema que viene agravándose durante los últimos años en las islas, incrementando claramente el impacto ambiental y manifestándose a través de un aspecto deteriorado de los espacios urbanos, siendo frecuentes las acumulaciones de residuos en los contenedores de los vecindarios o zonas

Para contribuir a una mejora en el tratamiento, gestión y reciclado de esos residuos, el Consejo Económico y Social (CES), considera a través de un dictamen específico, que el primer paso es reducir la cantidad de residuos, para lo que se hace primordial implementar una «fiscalidad verde» adaptada a la condición ultraperiférica (RUP) de las islas y garantizar la aplicación efectiva del artículo 14 del Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias con instrumentos reglados que promuevan la gestión y el reciclado de residuos gracias a bonificaciones y compensaciones en el coste del transporte interinsular con una específica dotación presupuestaria.

Además, el dictamen del CES ve capital que se establezcan incentivos fiscales que empujen a las empresas a adoptar prácticas de economía circular, con deducciones fiscales para que realicen inversiones en tecnologías de reciclaje y bonificaciones que les motiven a minimizar sus residuos y promover el uso de materiales menos contaminantes y que sirvan para producir sinergias entre las distintas compañías.

Para poder potenciar esta fiscalidad adaptada, el CES propone crear un «marco de gobernanza» coordinado entre la administración pública y los distintos agentes económicos y sociales que unifique los criterios de planificación y ejecución de las políticas a los tres niveles, autonómico, insular y local para que de esta forma vayan en consonancia con los objetivos que se tienen a nivel estatal y europeo.

Al conseguir esta armonización, se garantizaría que se respete la singularidad de las RUP en las iniciativas nacionales y europeas de apoyo a la descarbonización y en el Pacto Industrial Limpio de la UE.

En el proceso de establecer los instrumentos económicos, fiscales y legislativos que promuevan ese correcto tratamiento del reciclado de residuos en las islas, se consigue asegurar el principio de proximidad que tantas veces hace falta en las islas, fomentando a su vez la diversificación de la economía, la creación de un empleo de calidad y el descenso de la dependencia de la península en el tratamiento de residuos.

Otra de las actuaciones a realizar incluye modernizar las infraestructuras de tratamiento y reciclaje en Canarias, atendiendo al reciclado de plásticos, papel, cartón y vidrio y especialmente de los residuos complejos como aparatos eléctricos y electrónicos, neumáticos, gases refrigerantes y Sandach (subproductos animales no destinados al consumo humano).

En esa línea, seguir fomentando las inversiones y el desarrollo de las infraestructuras necesarias para gestionar los que residuos que actualmente no se tratan en Canarias, como la materia orgánica, los textiles y la materia orgánica, entre otros.

En consonancia con los avances en otros sectores, desarrollar proyectos de innovación tecnológica para una gestión de residuos inteligente, buscando la manera de aplicar la inteligencia artificial y una tecnología de sensores, con plataformas de trazabilidad digital para optimizar la recogida de los residuos fortaleciendo la colaboración entre centros tecnológicos y empresas canarias.

Según el CES, otra forma de incitar a las empresas a reducir el impacto ambiental es incluir cláusulas ambientales en los pliegos de licitación y contratación de las administraciones para que se tengan en cuenta los costes derivados del transporte, valorándose en los pliegos la menor emisión de CO2 que suponen los productos locales.

Canarias es la segunda comunidad que más residuos urbanos recoge por kilogramo y habitante con 573,4 kilos y la quinta que más desechos genera con 1,3 millones de toneladas. Tenerife y Gran Canaria son las dos islas que más residuos urbanos generan con un total de 555.000 y 532.000 kilos respectivamente, según los últimos datos disponibles en el Plan Integral de residuos de Canarias.

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