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Varios clientes iluminan con el móvil en un supermercado de Barcelona el día del apagón. EFE

La ausencia de ciclos combinados en el sur fue la «causa fundamental» del apagón

Un informe encargado por Iberdrola y Endesa apunta a que las maniobras que realizó Red Eléctrica «redujeron el margen de seguridad»

Lunes, 29 de septiembre 2025, 13:25

La ausencia de generación síncrona en el sur de España fue la «causa fundamental» del cero energético que sufrió la Península Ibérica el pasado ... 28 de abril. Esta es la principal conclusión del informe preliminar elaborado por el Instituto de Investigación Tecnológica (ITT) de la Universidad Pontificia Comillas por encargo de Iberdrola y Endesa. La difusión de este estudio titulado 'El cero de tensión del sistema ibérico del 28 de abril de 2025' elaborado por los profesores Luis Rouco, Enrique Lobato y Francisco Echevarren se produce a pocos días de que los expertos de la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte (Entso-E) publiquen las conclusiones de su propia investigación este viernes.

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El informe, elaborado a partir de los datos de las grandes eléctricas, y que ha sido enviado al panel europeo -del que también forma parte Red Eléctrica- argumenta que el sistema eléctrico debería haber sido capaz de controlar la falta de generación provocada por la desconexión de las tres centrales que provocó el cero peninsular y que este no se hubiera producido con más centrales de ciclo combinado disponibles en el sur.

El trabajo pone negro sobre blanco la función clave que los generadores de ciclo combinado en el sur en el amortiguamiento de oscilaciones en otros eventos como el que el sufrió el sistema en 2001, y el hecho de que antes del apagón el número de grupos de ciclo combinados en Andalucía fuera de uno o dos y que éste haya pasado a cinco tras el suceso de abril. «La generación síncrona en el sur y la red estaba débil», apuntó el catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ICAI) de la Universidad de Comillas, Luis Rouco, durante la presentación de la informe.

Durante la presentación celebrada este lunes en Madrid, el académico recordó que el día del colapso eléctrico operaba una única central de ciclo combinado de gas en Andalucía y que desde ese día con la operación reforzada del sistema aplicada desde entonces están operando un mínimo de cinco. A su juicio, los indicadores que indican la debilidad y extensión de la red y de la generación síncrona «no son discutibles» y los ciclos combinados tienen «un papel relevante en el amortiguamiento de esas oscilaciones».

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Para Rouco, «las maniobras de Red Eléctrica tuvieron efecto, eran líneas que se necesitaban aunque creaban el problema de tensiones», durante los minutos previos pero contribuyeron a debilitar el sistema. «Fueron realizadas sin el acompañamiento correcto», recalcó.

El análisis revela que la generación síncrona (principalmente ciclos combinados y centrales nucleares) en las zonas sur y centro era inusualmente baja, con solo un grupo de ciclo combinado en Andalucía y uno nuclear en el centro. Además, más de un tercio de la red de 400 kV estaba desconectada por mantenimiento o control de tensión, lo que condujo a la ocurrencia de oscilaciones poco amortiguadas. Las oscilaciones de ese día fueron observadas en toda en Europa.

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El informe introduce el concepto de «colapso por sobretensión», un fenómeno inédito en Europa, donde la tensión aumenta de forma incontrolada al desconectarse la generación renovable controlada por factor de potencia constante. El margen de seguridad calculado era insuficiente: en la red de 220 kV, el margen era de 1019 MW, pero se produjeron desconexiones de al menos 1615 MW

El estudio, que no ha contado con los datos del operador del sistema, no entra a juzgar la responsabilidad de los distintos agentes, pero sí pone de manifiesto que la ausencia de generación con control dinámico de tensión síncrona (la que proporcionan tecnologías como las nucleares o los ciclos combinados) era la que estaba haciendo que la tensión experimentara esas variaciones que hicieron saltar las protecciones que el operador del sistema no pudo controlar. «No valoramos si son correctas o incorrectas, pero el sistema debe enfrentarse a esas desconexiones», aseveró.

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Por otra parte, el informe advierte de que «la inercia no estaba uniformemente distribuida», lo que llevó a que en dos zonas del sistema peninsular no se alcanzara el mínimo exigido por Entso-E, una de ellas el sur. Según las conclusiones de este informe, faltaban líneas de conexión operativas en el centro y el sur, ya que el 35% de la capacidad estaba desconectada. «La generación síncrona y la red era débil», subrayó.

Para los autores del estudio, el sistema eléctrico está experimentando una transición energética imparable y la cuestión que queda por determinar es cuánta generación síncrona -la que aporta estabilidad a la red- es necesaria para que el sistema eléctrico pueda asegurar su estabilidad. Para los académicos, los nuevos sistemas requieren de sistemas de control muy sofisticados. En pleno debate sobre la continuidad o no de las nucleares, el profesor señala que mientras estos sistemas no estén puestos a punto, «es imprescindible contar con la generación síncrona porque sabemos cómo funciona».

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