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Imagen de archivo de un aeropuerto de las islas con un panel informativo de vuelos con retrasos. C7

Aena 'salva' la congestión aérea de Canarias con la ampliación de los horarios de los aeropuertos

El gestor aeroportuario busca soluciones para regular el alza del tráfico y contener la caída de la puntualidad, que entre 2021 y 2024 se recortó un 16%

Silvia Fernández Díaz

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 8 de julio 2025, 07:54

El aumento que ha experimentado el tráfico aéreo de Canarias después del covid ha derivado en una congestión del espacio aéreo de las islas que, a su vez, se ha traducido en retrasos y demoras en los horarios de salida y llegada de los vuelos para malestar de los pasajeros. Las cifras ponen en evidencia la problemática: en 2024 se movieron por el espacio aéreo de las islas -que abarca una extensión de 1,4 kilómetros cuadrados- un total de 413.315 vuelos. La cifra supone un aumento del 16% respecto al año prepandemia, con casi 65.000 vuelos más al año. Cada día operan 152 vuelos más que en 2019 y la cifra va en aumento: de enero a mayo de este año operaron 180.620 aviones, un 6,4% más.

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Canarias es hoy la comunidad autónoma mejor conectada de España en cuanto a rutas y frecuencias aéreas. Este logro para los canarios unido al fuerte 'tirón' turístico del archipiélago y la demanda de viajes a las islas explica una situación de congestión aérea que ha llevado a niveles máximos los ratios de impuntualidad. A la cabeza se sitúan los aeropuertos de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, con una caída a la puntualidad del 16% entre los años 2021 y 2024 mientras que en Tenerife Norte el porcentaje se sitúa en e 10%, según los datos de Eurocontrol.

Para tratar de reducir esos retrasos, Aena ha apostado , omo solución a corto plazo y a petición de la aerolínea Binter, por ampliar el horario de los aeropuertos de Canarias. A medio y largo, Aena ampliará infraestructuras y capacidades en los aeropuertos de Tenerife Norte y Sur y Lanzarote con la inversión prevista en el Dora III de casi 1.000 millones de euros (en 2026 se adelantará parte de la inversión).

Gran Canaria y Tenerife Sur operan desde hace años 24 horas y ahora, desde el 1 de noviembre, se ha ampliado Fuerteventura y La Palma, de 7 a 23 horas. En el caso de Tenerife Norte, donde hay un gran rechazo social, se sigue negociando con las partes para este aeropuerto pueda operar desde las 6 de la mañana hasta las 12 de la noche (actualmente su horario es de 7 a 23 horas).

La ampliación de horarios no es «la gran solución»

La ampliación de horarios no es «la gran solución», como señalan fuentes próximas, pero al menos ayuda sobre todo al tráfico interinsular, donde todo está interconectado y un avión que salga con retraso de una isla deriva en retrasos en el resto de las rutas que tenga programadas ese aparato, multiplicando el efecto.

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La ampliación de horarios, como señalan estas fuentes, «permite distribuir los vuelos durante más horas del día y dejar huecos para colocar otros si ha habido incidencias o retrasos». De hecho, desde que se ha ampliado el horario se ha detectado una ligera mejoría.

Como explican fuentes del sector, lo que ocurre en los aeropuertos canarios es lo mismo que sucede en las carreteras. «Si por una misma vía circulan más coches, colapsa. Esto es lo mismo».

En el intento de poner orden y regular el tráfico -que comenzó a generar muchos problemas en el año 2023-, Aena comenzó a aplicar regulaciones del tráfico, que no es otra cosa que un ajuste en el numero de las operaciones que se pueden hacer de forma simultánea. También apostó por retrasos programados y rutas alternativas, que implican cambios en la aproximación de los aeropuertos haciendo que sean más largas. De esta forma, por ejemplo, si un vuelo entre Gran Canaria y Tenerife tiene una duración media de 30 minutos el cambio de programación lo puede llevar hasta los 40, como sucede actualmente.

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Aeropuerto de Tenerife Norte. Arcadio Suárez

La interconexión aeroportuaria en las islas genera un 'efecto en cascada' en los 8 aeródromos, con Binter en el epicentro

Si hay una compañía aérea que se ha visto perjudicada por la congestión aérea y los retrasos ha sido la aerolínea canaria Binter, debido a su presencia en las islas y la interconexión de vuelos entre unos aeropuertos y otros de las islas.

Como explican fuentes del sector, en los aeropuertos canarios cualquier incidencia «se multiplica» por el efecto en cascada que se produce. Por poner un ejemplo, un vuelo que vaya a salir de Gran Canaria a Lanzarote con una regulación del tráfico de media hora y sale ya con ese retraso de 30 minutos. Cuando llegue a Lanzarote, ese avión que tenía programada otra salida a otra isla ya sufre un retraso ajeno que puede ir en aumento. De esta forma, lo que al principio del día puede ser un retraso de media hora en un vuelo puede acabar la jornada con demoras de más de una hora. «Lo que arranca en un aeropuerto arrastra a la red completa. Eso no pasa en otras rutas», indican fuentes próximas.

Además, el impacto del retraso no es el mismo en un vuelo de 30-40 minutos que en otro de tres horas. «En un vuelo largo un retraso de 20 minutos apenas se nota pero en un vuelo de 30, es un incremento del tiempo de casi un 50%. Afecta bastante», señalan estas fuentes.

Además de las medidas que ha puesto Aena para regular el tráfico y reducir los retrasos, la aerolínea Binter ha hecho los deberes. Así, ha limitado la oferta de vuelos en determinadas horas sobre todo los viernes y domingos que son días de mucho tráfico, para dejar huecos disponibles en el caso de que un avión llegue tarde y haya que recuperarlo para evitar repercusiones a lo largo de todo el día.

Fuentes de la aerolínea explican que con esta medida los pasajeros «pierden conveniencia», en el sentido de que el pasajero no puede volar cuando quiere pero mejora el servicio porque se vuela en hora y se recupera puntualidad en el caso de un retraso.

En cualquier caso, la mejora del servicio en los aeropuertos va más allá de la ampliación de los horarios, que es especialmente positivo para los vuelos en conexión en las islas hacia la península, ya que permite a los usuarios de islas no capitalinas no tener que hacer noche en Gran Canaria o Tenerife para coger un vuelo o a su llegada. También trasciende a las medidas que pueda aplicar las aerolíneas en su programación. Como indican fuentes próximas, en algunos aeropuertos es evidente el déficit que hay de agentes para llevar a cabo el control de los pasajeros (en Tenerife Sur es una constante) y de taxis, sobre todo en momentos puntuales.

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