Yeremay Hernández, el heredero del fútbol de la calle
Puro talento ·
El delantero grancanario, recién renovado con el Deportivo pese a tener ofertas millonarias, ha cautivado a todos por su habilidad en el regate, descaro, elegancia y la facilidad de hacer golesEn un deporte tan encorsetado y cada vez más milimétrico, Yeremay Hernández (Las Palmas de Gran Canaria, 10/12/2002) es aire fresco. Un aroma diferente. Es ese artista emergente que levanta a todos los aficionados de sus asientos. No solo a los de su equipo. También a los seguidores de los rivales. El verso en carne viva. Es esa mezcla entre el jugador actual y el de antaño. El nexo entre generaciones. Maneja todos los registros de regates que han ido evolucionando durante las décadas y rompe moldes como en tiempos pretéritos. Porque no hay defensa, por estudiada que esté, que pueda frenar semejante descaro. Yeremay tiene esa mirada pícara que cautiva en cada trozo de césped que pisa.
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Es el juego callejero trasladado a Riazor. Allí dejaron huella grandes estrellas como Bebeto, Rivaldo o Djalminha. También un tal Juan Carlos Valerón, emblema del fútbol canario. Yeremay Hernández ha cogido el testigo en un Deportivo de La Coruña que sueña con regresar a Primera División. Es por ello que ha hecho una inversión y apuesta gigante en el joven diamante insular, por quien suspiraban innumerables equipos europeos. El club gallego renovó este verano a Yeremay, con un contrato poderoso en salario y con vínculo hasta 2030 —prorrogable otros tres años más—.
Está haciendo carrera en un hogar donde grandes ídolos sentaron cátedra como Bebeto, Rivaldo, Djalminha y un tal Juan Carlos Valerón
El curso pasado deleitó a todos en la categoría de plata, en la que era su primera temporada como profesional. El Dépor había subido a Segunda después de estar tres años combatiendo en Primera RFEF, y Yeremay Hernández voló como nadie para comandar la permanencia del cuadro coruñés. Fue una explosión absoluta lo del grancanario. Celebró 15 goles en los 39 encuentros jugados. Acumuló 3.055 minutos y su nombre se grabó en rojo en muchas agendas de directores deportivos. De todas partes del mundo. Pero el extremo hizo oídos sordos. «¿Cómo no me voy a quedar?Claro que me quedo», afirmó el atacante cuando el club gallego hizo oficial su renovación.
Ahora, y tras ganarse el respeto de todos, 'Peke' quiere devolver al Deportivo al sitio que, por historia, le pertenece: la Primera División. Sin duda alguna con los quiebros, goles y asistencias de Yeremay Hernández, que a buen seguro será uno de los futbolistas más peligrosos del campeonato, en Riazor tienen muchos puntos garantizados.
La historia de Yeremay, a sus 22 años, no ha hecho más que comenzar. Su libro aún está por escribir y, los que le conocen, saben que el techo del joven grancanario está en el cielo. Es un incordio que nunca deja de intentarlo, que huele la sangre y se tira al cuello de su presa. Le encanta meter el dedo en la herida para hacer más daño. Yno hay rival que le imponga. No es el más alto ni el más fuerte, pero sí el más habilidoso y pillo de la categoría.
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De las categorías inferiores de la UD Las Palmas se marchó a la Fábrica del Real Madrid, donde estuvo dos años. Pero su crecimiento empezó a forjarse en Coruña, donde poco a poco fue madurando, tanto su fútbol como su personalidad. Distintos clubes de Inglaterra, Italia y Francia llamaron preguntando por él. Pero Yeremay, en deuda con el Dépor y enamorado de Galicia, eligió intentar devolver al club a la élite del fútbol.
Aquí, a buen seguro, gana LaLiga Hypermotion porque disponer de un futbolista de tamaña calidad es un valor seguro. Yeremay ya sabe lo que es jugar también con la selección española sub-21 y apunta a la absoluta. Muchos sueños aún por cumplir. Apunten su nombre. Es una estrella.
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