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Parque cerrado del rally en los 80, donde hoy se ubica el centro de salud de Teror. Foto aportada por el cronista oficial de Teror.

Historia del Rally de Teror

«Por sus valores y por la proyección mundial de la villa, Aterura es un lujo y un patrimonio deportivo para Teror»

José Luis Yánez

Teror

Viernes, 26 de septiembre 2025, 15:39

El 19 de septiembre de 1981 las Fiestas del Pino culminaban con un acto que ya de antemano se aseguraba de gran afluencia, aunque quizá sus organizadores no calibraran entonces el impacto que con el paso de los años iba tener en el panorama deportivo, no sólo en el ámbito del archipiélago canario sino en el de toda la comunidad automovilística internacional: el I Rally Villa de Teror.

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Y se producía aquel evento en una efervescencia imparable que desde seis años antes levantaba este deporte, en apariencia hecho para lugares con territorios no tan exiguos como el de las islas, pero que aquí demostró entonces y lo sigue haciendo ahora una fuerza e implantación completa en la sociedad, sobre todo en un sector de la juventud que lo apoyó desde un primer momento.

Ya a principios de aquel primero año de 1981, las seis escuderías con presencia provincial -la Drago-Winston, la Aterura, la Victoria-Arehucas, la Lanzarote, la Drago-Telde y la San Rafael- se aprestaban a presentar sus programaciones con distintas carreras ubicadas a lo largo de la geografía isleña. Y lo hacían con distintas capacidades, patrocinadores e incluso apoyos de corredores o equipos, pero todas ellas con una intensidad e ilusión dignas de alcanzar las cotas de popularidad y seguimiento social que consiguieron en las décadas siguientes.

Alonso Prieto, desde su papel de destacado cronista de todo aquello que estaba sucediendo, reseñaba que en Teror un 'gran núcleo de aficionados desde hace dos temporadas cuentan con su propia escudería en la calle Calvo Sotelo, 21, bajo la presidencia de Simón Dávila' y que el programa de la temporada 1981 estaba formado por la organización del propio Rallye Villa de Teror, además de la Subida del Zumacal y el ya tradicional e imprescindible Slalom del Pino, única prueba que pervivía en la provincia sobre firme de tierra. Destacaba asimismo la nota de aquel primer aviso del Rally que de unos cincuenta socios había quince que vienen participando con regularidad en todas las pruebas provinciales, debiendo nombrarse a Cándido González, Manuel Falcón, Claudio Reyes, Antonio Domínguez y José Luis Hernández, así como ya se destacaba que Aterura era la escudería que guardaba la mejor filmoteca, con filmaciones de gran parte de las pruebas celebradas en la provincia, así como las más importantes de Tenerife.

Y era ahí donde había surgido todo, en las previas reuniones de un grupo de amigos que a partir de los años ochenta se reunían en el comedor del Hotel Royal o después en la cafetería de la Dulcería Benítez, soñando con hacer posible para su pueblo todo aquello que veían en otros lugares y que con el apoyo de pilotos y la propia Federación de Automovilismo hicieron posible desde la constitución de la Escudería Aterura dos años antes. El automovilismo canario se hallaba en pleno período de expansión y la afición por los temas del motor crecía día a día y el cronista de entonces afirmaba que no era raro encontrarse con que un núcleo de aficionados se asociaba para crear una nueva escudería y así tener no sólo un punto fijo de reunión para lecturas y comentarios, sino que además se planteaba la realización de actividades formativas junto al propósito de iniciarse en la organización de pruebas.

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Cartel de la edición de este año, que tendrá lugar este viernes y sábado. C7

Esto era exactamente lo que sucedía en Teror, con una numerosa afición que, encabezada entre otros por Cándido González, Simón Dávila y Ángel Dávila, tomaban sobre sí la tarea de sacar adelante la escudería Aterura y tramitaron ante la Federación Española de Automovilismo los estatutos deportivos del que sería el nuevo club automovilístico terorense.

El I Rally Villa de Teror

En su primera edición de 1981 fue organizado por la escudería Aterura, con el patrocinio del Ayuntamiento de Teror y la colaboración de CAP e industrias Taimatic. A diferencia de otras competiciones similares de aquella temporada, el rally se presentó con indudables atractivos para el participante: su recortado itinerario de 210 km. con tramos cronometrados que representaban un aliciente para una mayoría de equipos que, además, tendría en el mismo una adecuada piedra de toque par a preparar sus coches de cara a 'El Corte Inglés', con la ventaja adicional de que los cuatro tramos del 'Villa de Teror', se encontraban también en la prueba posterior. El I Rally Villa de Teror lo ganó entre honor y pueblo satisfecho la pareja formada por Carlos Alonso-Lamberti y José Manuel Sarmiento Marín.

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Pero tal y como afirmó la propia escudería, lo más destacado de su labor desde su constitución eran todas las personas que formaban parte de la entidad y los valores que siempre les caracterizaron: unidad, amistad, compañerismo, voluntariado, solidaridad y espíritu de superación, y que constituyeron la base para el eficaz funcionamiento del equipo y la formación de los valores deportivos, junto a una clara voluntad de inclusión y respeto a todas las personas que se acercaban al mundo del automovilismo.

En el año 2005 se celebró el vigésimo quinto aniversario de esta labor y quedó bien vigente su implantación en la sociedad terorense y de toda la isla de Gran Canaria.

Por las fiestas del Pino

Tras la primera presidencia de Simón Dávila y la segunda de Carlos Mayor; el 9 de julio de 1988, la Escudería celebró elecciones para la constitución de su junta directiva, que pasó a presidir Luis Déniz Domínguez con Emiliano Arencibia como vicepresidente, Pedro Vallejo como secretario, Octavio Alfonso como tesorero y Evaristo Yánez, Francisco Sánchez, Manuel Rodríguez, Santiago Sánchez, Sergio Arencibia, José Miguel González, Manuel Arencibia, Juan Carlos Benítez, Antonio Peña y Julio Rodríguez como vocales.

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Luis Déniz indicó por entonces que con la organización del rally trataban de poner su granito de arena para hacer más hermosa, más juvenil y más deportiva la fiesta grande de los canarios: la Festividad de Nuestra Señora del Pino.

A inicios del verano del 2020, Luis Déniz fue informado por el alcalde de Teror, Gonzalo Rosario Ramos, acerca de la decisión alcanzada con respecto a la suspensión de los actos de masiva afluencia, lo que hizo adoptar a la escudería el siguiente acuerdo: 'La Escudería Aterura ha estado trabajando en un ilusionante proyecto para celebrar el 40 aniversario del Rallye Villa de Teror coincidente con el año 2020 y al mismo tiempo, realzar la vigencia del Gran Canaria Historic Rallye y del Gran Canaria Virtual Rallye. Además, en esta temporada ambas pruebas estaban en el calendario del Campeonato Regional de Rallyes de Canarias y todo ello suponía un reto importante para el Comité Organizador. Agudizaremos el ingenio y redoblaremos esfuerzos para sorprenderles con una edición en el año 2021 que resulte atractiva y competitiva para todos. Queremos dar las gracias por el apoyo siempre recibido a todas aquellas personas, entidades públicas y empresas que han colaborado con nosotros, a las Federaciones Canaria y de Las Palmas, así como a todo el colectivo humano que ha formado y forma parte de este proyecto que es la Escudería Aterura. Al mismo tiempo, les instamos a que sigan bridándonos sus aportaciones y colaboración para alcanzar con éxito la cita del año 2021. Aprovechamos para expresar nuestro deseo de poder compartir nuestra afición junto a ustedes tan pronto sea posible'.

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A causa de la suspensión del 2020 se produjo la casualidad, anecdótica pero relevante, de que tanto la celebración de su 40ª edición como el 40º aniversario de sus inicios en 1981 se unieron en las Fiestas del Pino del 2021.

Por los ya mencionados valores de unidad, amistad, compañerismo, voluntariado, solidaridad y espíritu de superación que la han caracterizado y la proyección internacional que hacen de la Villa con la celebración del Rally, Aterura es un lujo y un patrimonio deportivo para Teror; y sus realizaciones a lo largo de estas más de cuatro décadas una permanente y desinteresada promoción de la Villa de Teror en todo el mundo.

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