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El compañerismo es un vínculo que se forma a partir de las relaciones afectivas y personales entre personas; un valor que es fundamental para crecer como personas. Alejandra y Paula, las verdaderas protagonistas de este reportaje, son compañeras de vida, tan solo tienen nueve años, pero son un ejemplo de superación y valentía para el mundo entero.
Pero ¿quiénes son Alejandra y Paula? Son dos pequeñas deportistas de Gran Canaria que demuestran cada día lo importante que es ayudar al prójimo, saber escuchar y dejar que te escuchen. Desde hace meses, forman un equipo unido por el deporte y la amistad. Con la única intención de mejorar, crecer juntas y compartir. Un tándem dispuesto a gritarle al mundo que pueden conseguir todo lo que se propongan.
La historia de estas dos pequeñas es una de esas historias que te emocionan. Todo empezó en Mogán, allí fue la primera vez que las dos familias se conocieron. Alejandra necesita una guía para poder correr la prueba sin sobresaltos ni problemas -tiene agudeza visual, es albina y solo ve un 10% o menos- pero no cayeron en la posibilidad de comentárselo a Yeray y su hija. Pero a la siguiente semana, Dani le escribió y «la predisposición del padre de Paula fue estupenda».
El momento de pasar a la acción fue en una prueba de Salinetas en Telde. Alejandra y Paula iban a correr juntas, Paula tenía la misión de hacer de guía, apenas habían practicado nada, pero «todo salió a la perfección», confiesan los padres felices de ver a sus niñas contentas y unidas.
Alejandra se dejó llevar como si la conociese de siempre y confió en Paula para que fuese su guía. «No tenía nada pensado, cuando llegué nos dimos la mano y ya está», afirma con una sonrisa de oreja a oreja al recordar aquel momento.
Las pequeñas son unas enamoradas de la natación, la carrera y la bicicleta. Tienen buenos referentes, sus padres. «Nuestros papis practican deporte y queremos ser como ellos», afirman Alejandra y Paula, mientras sus padres se ríen. Dani García es el padre de Alejandra, Yeray Alemán, el de Paula. Ambos participan en triatlones populares y sus niñas no quieren ser menos. «Son como esponjas, lo absorben todo», apunta Dani.
Paula Alemán
Ahora, gracias a la Federación de Paratriatlón y sobre todo, el programa Relevo Paralímpico, el sueño de Alejandra y Paula de disputar triatlones, seguir progresando y competir juntas se ve reforzado con una bicicleta para las dos. «Están fabricando una bicicleta especial para que formen un tándem, la hacen en Valencia y ya está en la fase de producción», comenta Dani con ilusión.
Si de ilusión se trata, cuando se cuestionan los sueños de cada una, Alejandra y Paula no pueden evitar mirarse. A Paula le encantaría llegar lejos, pero acompañada. «Disputar una competición grande con Alejandra, superar nuestra marca y si ganamos medalla, bien y si no, pues también», señala con una humildad propia de los valores que transmite.
Alejandra tiene las miras puestas en las olimpiadas. «Sueño con disputar unas olimpiadas de paratriatlón», comenta con la mayor de las ilusiones. Sus padres se miran, sonríen y contestan «pero para eso hay que trabajar mucho y sin descuidar los estudios».
Lo que está claro es que Paula y Alejandra van a llegar hasta donde ellas quieran. Corazón, compañerismo, ambición, constancia, superación y amistad. Tienen todos los ingredientes para que todos sus sueños se cumplan. Este tándem va a gritarle al mundo que juntas van a conseguir todo lo que se propongan.
Alejandra es albina. Su madre, Leticia, matiza que tiene una agudeza visual de 10% o menos. «Por eso es afiliada a la ONCE, pero dentro de las personas con albinismo no todas ven igual». Muchas personas piensan que por cómo se defienden o se comportan «tienen una mejor visión, que ven más de lo que realmente tienen, pero lo que ven es una apariencia física», confirma Leticia. «No ven en 3D, no tienen sensación de profundidad». Pero. a Alejandra todo eso le da igual, ella es feliz compitiendo y disfruta superándose. Tiene dos buenos referentes en los que fijarse; su madre, nadadora cuando era joven y su padre, que participa en pruebas de triatlón. Por eso nada ni nadie le va a parar. «Esto no le va a limitar a la hora de hacer los deportes que ella quiera», concluye Leticia, transmitiendo con firmeza todos su conocimiento acerca del albinismo.
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