La misma historia de siempre
La agonía de la UD en Santo Domingo se alarga, donde suma otro año más sin saber lo que es ganar al Alcorcón, en un choque falto de fútbol
Todos en esta vida tenemos una fecha del calendario que preferiríamos que cayera el 29 de febrero, para que se diera solo una vez cada cuatro años, y la de la UD va variando cada curso, pero casi siempre tiene como destino Santo Domingo. Y es que los grancanarios no saben lo que es ganar en la cancha del Alcorcón. De ninguna de las maneras. Son ya diez los encuentros disputados allí y ni una mísera victoria. La misma historia de siempre. Haga lo que haga, parece un imposible lograr los tres puntos en feudo alfarero. La de anoche fue otra cita de funeral en tierras madrileñas. Hubo más ocasiones que fútbol y pudo vencer cualquiera, pero estaba cantado que otra vez le iba a tocar plomo a Las Palmas. Araujo y Pejiño acariciaron los tres puntos, aunque también Valles tuvo que apagar fuegos para sumar al menos uno.
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De menos a más fueron los isleños. Apostó Mel por la misma fórmula y casi por un once idéntico al que tumbó la semana pasada a la Ponferradina, manteniendo a Cardona y a Ale Díez en defensa y solo cambiando al lesionado Maikel Mesa por Kirian Rodríguez en la sala de máquinas. Músculo con Fabio y Sergio Ruiz en el medio para afrontar una contienda en un campo, Santo Domingo, donde los amarillos se presentaban vírgenes de triunfos. Y los primeros compases del juego ya aventuraban a un encuentro tosco y plano, con mucho balón por las medianías y muy poco empuje hacia las áreas. Por momentos, parecía un frontón entre los defensas, con pelotazos largos imposibles para los atacantes. La doctrina parecía clara: encontrar al punta Jesé Rodríguez al espacio.
En la primera noticia ofensiva de Las Palmas llegó otro infortunio. Corría el minuto 22 cuando Rober combinó bien por dentro, encontró el ángulo al borde del área y armó la pierna derecha para lanzar un disparo flojo a las manos de Dani Jiménez. Fue lo último que hizo en el partido, pues salió con claros gestos de dolor y con una lesión muscular. Iba a dejar su sitio para que Álvaro Lemos obtuviera la redención. Le iba a tocar al gallego competir con más libertad, con Ale Díez por detrás, y como extremo derecho para ejercer de puñal. Justo antes de entrar, el meta local negó el gol a Díez en un inmenso lanzamiento de falta directa, que despejó a córner. Despertaba la Unión Deportiva.
Con Sergio Ruiz, Fabio y Kirian parando cada arrancada de Nwakali con faltas tácticas, los de Mel no dejaban correr al Alcorcón. Araujo se activaba y tiraba paredes arriba, Jesé trataba de imponer la ley del regate y Cardona, atrás, era un muro infranqueable. Valles atajaba sin problemas lo poco que le llegaba, como un disparo mordido de Xisco que Eric había taponado en dos ocasiones seguidas, la primera a chut del propio Kelechi Nwakali. Poco antes del descanso mantuvo con vida Valles a la UD, sacando una buena pierna a un disparo raso de Laure, luego de un pase de tacón de pura poesía del grancanario Dani Ojeda.
Tras el intermedio, Mel reajustó fichas. Sentó a Kirian, amonestado y desaparecido ayer, y apostó por Clemente, por el que se espera todavía desde verano. Esto devolvió a Lemos al lateral derecho, cambió de banda a Ale Díez y adelantó a Benito al extremo izquierdo. Pero la historia parecía que iba a repetirse en Santo Domingo, porque Las Palmas no daba síntoma alguno de poder revertir la estadística foránea en el campo del Alcorcón, que ganaba metros y galones en el transcurrir de los minutos.
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El combinado de Anquela se sentía cómodo en su feudo. Aun así, por momentos, se palpaba el nerviosismo que imprime el miedo a perder la categoría. Fraile y Dani Ojeda crecían con la pelota y Valles ya salía en la foto. Araujo buscaba poner la pimienta arriba y Jesé se diluía. No había que ser vidente para intuir que, otro año más, Las Palmas iba a quedarse sin saber lo que es vencer en Santo Domingo. Aguilera, en el 67, casi sube el primer tanto al electrónico, pero le pegó terriblemente mal al esférico. Respondió Araujo con un misil que se marchó por poco, a la derecha del arquero local, luego de un buen pase filtrado por Fabio. Hasta Clemente se animó, cansado de bailar en la intrascendencia, con un buen derechazo que escupió Dani. Lo intentaba la UD, que en el 80 acarició la machada en una buena internada de Pejiño, que encontró el espacio, pero se estrelló, de nuevo, con el cancerbero de Anquela.
Al final pasó lo esperado, como cada temporada. Santo Domingo continúa siendo territorio maldito para una UD que ofrece serios síntomas de estar deseando que el curso se acabe ya mismo. Ni intentándolo más que otros años, ni queriendo más que otras veces, ni teniendo oportunidades para romper el maleficio. De ninguna manera. Son ya 10 los encuentros de Las Palmas en Alcorcón, todos los disputados hasta el momento, sin probar el dulce sabor de la victoria. Mejor pensar en otras cosas.
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Ficha técnica:
0 - Alcorcón: Dani Jiménez; Víctor García, David Fernández, José León, Laure; Kelechi, Aguilera; Hugo Fraile, Bravo (Marc Gual, m.58), Ojeda (Sosa, m.78); y Xisco Jiménez (Barbero, m.78).
0 - Las Palmas: Álvaro Vallés; Ale Díez, Eric Curbelo, Cardona, Benito Ramírez (Pejiño, m.74); Rober (Álvaro Lemos, m.25), Fabio, Sergio Ruiz, Kirian Rodríguez (Clemente, m.46); Araujo y Jesé (Ariday, m.87).
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Árbitro: Javier Iglesias Villanueva (Comité gallego). Amonestó a Juanma Bravo (38) y José León (40), del Alcorcón; y a Tomás Cardona (32) y Curbelo (83), de Las Palmas.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 38 de la Liga SmartBank, disputado a puerta cerrada y sin público en el estadio de Santo Domingo de Alcorcón (Madrid).
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