Vea la portada de CANARIAS7 de este viernes 5 de diciembre de 2025
El humorista Luis Piedrahita. C7

Luis Piedrahita: «No nos podemos dejar llevar por los que sacuden la bandera del miedo»

El cómico regresa al Reislas con su último show, 'Apocalípticamente correcto', que presenta en La Palma, Fuerteventura y Lanzarote

F.Z.

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 8 de septiembre 2025, 23:42

El mago y humorista gallego Luis Piedrahita (A Coruña, 1977) reaparece en el cartel de la tercera edición del Festival Reislas (en cuya primera edición de 2023 participó en el show 'Mentes peligrosas') presentando su último espectáculo, 'Apocalípticamente correcto', con el que sube a los escenarios del Teatro Circo de Marte de La Palma, al del Palacio de Formación y Congresos de Fuerteventura y al del Teatro Municipal de San Bartolomé de Lanzarote, los días 26, 27 y 28 de septiembre, respectivamente.

Publicidad

El miembro de Les Luthiers, Marcos Mundstok, lo definió en el prólogo de su libro 'El castellano es un idioma loable, lo hable quien lo hable', como un animal palabrófago, palabraeróbico y palabrópata. Sin duda una de las cualidades de este genial cómico de tono imperturbable y pausado que practica un humor intelectual casi poético, al que él añade las cualidades de «tierno, bello, imaginativo, elegante, cuidado y surrealista. Mi humor es tan blanco y fino que podría esnifarse».

De su última entrega que ha tardado casi dos años es escribir su guion de 80 minutos de duración y con el que está petando las taquillas de los teatros españoles en los que se presenta señala que «es un monólogo de humor paradójico y oximorónico, dos términos contradictorios que dan lugar a un significado correcto. Habla de la libertad y de los dos motores que mueven al ser humano, el miedo y la esperanza, que de alguna son dos conceptos opuestos. El miedo es creer que algo malo sucederá en el futuro, y la esperanza es creer que algo maravilloso lo hará. Las tuercas del show ya están ajustadas y está siendo un éxito. Está rebozado con la harina fina del ingenio, el pan rallado de la ironía y un huevo de conocimiento. Es una croqueta humorística. También hay excepcionalmente un poquito de magia al final, que tiene mucho que ver con la esperanza. No me gusta mezclar en los monólogos magia, pero en este caso, en los temas que va tocando se cerraban de un modo perfecto. Era como una bomba de sentido, haciendo un juego de magia que de verdad a la gente le explota la cabeza».

El aburrimiento no perdona

«El miedo ata y bloquea, y lo malo es que se está instaurando. Las decisiones políticas muchas veces se adoptan por miedo, y de esto también hablo un poquito en el show. No nos podemos dejar llevar por los que sacuden y airean la bandera del miedo. La esperanza no es el optimismo. En ella pueden salir cosas bien y mal, pero lo que sucede tiene sentido y vale la pena», agrega Piedrahita, que empezó a trabajar en el Club de la Comedia en 1999 junto a un jefe bajito y pelirrojo que se sigue llamando Pablo Motos.

El también autor de siete libros superventas consigue en su monólogo combinar ingeniosamente la ingenuidad con una aguda ironía, dotando de peso temas tan aparentemente frívolos como la paradoja de crecimiento de los vellos púbicos, las anguilas eléctricas o la moda de las autocaravanas camperizadas.

Publicidad

«El público te perdona cualquier cosa, excepto el aburrimiento», proclama el coruñés, que en su show pregunta al patio de butacas, pero de manera poco invasiva. «En el directo no solo habla el comediante, habla el público también. El comediante responde a lo que sucede en el patio de butacas y por lo tanto se crea un diálogo enriquecedor mutuo que produce que la experiencia sea completa», añade.

Opina que «el humor es de las artes que peor envejecen. Es difícil que un chiste de hace cien años siga funcionando. El humor siempre está ahí para degradar un valor. Y si en un chiste no se degrada ningún valor, el que está degradado es el humorista. Su bala es inofensiva, es como una bala de juguete. Está a medio camino entre lo veraz y la ficción. No le podemos exigir rigores de ficción porque es broma, pero hay que tomárselo en serio porque si no, no funciona».

Publicidad

Rectificar

Del mago Juan Tamariz dice que aplica una lección a sus espectáculos: «Cuando algo falla y no va según lo previsto, lo que no puedes hacer es venirte abajo. La energía y la adrenalina es lo que te permite rectificar. Me he traído esa herramienta a la comedia», asegura el también realizador de su primer largometraje, 'La habitación de Fermat', dirigido junto a Rodrigo Sopeña en 2007.

«Disfruto más con la belleza que con el horror. Hay dos maneras de enfrentarse a lo que no te gusta: una es destruirlo y la otra construir más de lo que te gusta, de modo que, por disolución, lo que no te gusta suele ser menor. En vez de atacar y destruir me interesa que mi discurso construya belleza, más que monstruosidades».

Publicidad

«En las redes sociales es muy fácil engañar. Sobre el escenario no engañas a nadie. No puedes suprimir ni los tartamudeos ni los balbuceos. Las redes consiguen otra cosa, pero la experiencia de la verdad del directo no lo logran», concluye Luis Piedrahita el artista gallego.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Regístrate de forma gratuita

Publicidad