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Michael Jackson en el momento de abandonar Tenerife en Los Rodeos. Nacho González Oramas
«De pronto se convirtió en Dios»

Cultura

«De pronto se convirtió en Dios»

Nacho González Oramas retrata la atmósfera de una Tenerife paralizada por la llegada, hace 30 años, de Michael Jackson, un fenómeno cultural en el ojo del huracán

Lunes, 25 de septiembre 2023, 23:12

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Cuando se cumplen 30 años del concierto de Michael Jackson en Tenerife se empieza a ganar perspectiva de lo que supuso aquella actuación en unas islas fuera de la agenda habitual de las grandes giras de aquella época. Jackson era un personaje imposible de juzgar con las herramientas del presente, inabarcable por su preponderancia en la cultura popular de su tiempo y en plena ruptura social por los primeros juicios por abusos de menores a los que se enfrentaba.

En aquel concierto y sus días previos estuvo Nacho González Oramas, referencia de la fotografía en Canarias, y enviado especial de CANARIAS7. «Cubrí la llegada a Tenerife. Bajó solo del avión, con aspecto enfermizo, y fue recibido por dos niños vestidos de típicos. No daba buena impresión. Al día siguiente, cuando empezó a moverse por el escenario de repente se convirtió en Dios. El Michael Jackson que conocíamos», dice.

González Oramas lleva casi cuatro décadas sentando memoria de Canarias con sus imágenes. Prácticamente ha cubierto a todos los grandes artistas que han pasado por las islas. Pero lo tiene claro: «Esta es mi batallita predilecta».

Y sabe de lo que habla. La música forma parte sustancial de su vida, no solo de la profesional. Admirador de Rubén Blades y Norah Jones, hasta incluir esos nombres de pila en su libro de familia, fue para él un momento muy especial el de viajar a Tenerife para la cobertura para este periódico de aquella fecha.

Michael Jackson actuó en el entorno de la Plaza de España de Santa Cruz de Tenerife en el Recinto Portuario, cerca del Cabildo, con su gira 'World Dangerous'. Fue un hito que conllevó, recuerdan los implicados, muchos años de negociaciones. Y aquella explanada reunió, siempre en los generosos contadores de afluencia a espectáculos tinerfeños, a unas 50.000 personas.

El Recinto Portuario acogió a 50.000 personas aquel día. Nacho González Oramas

Hoy todo ha cambiado mucho. Las fotos de González Oramas, que acudió acompañado del redactor Víctor Rodríguez Gago, fueron enviadas en la previa a través del Jet Foil hasta Las Palmas de GranCanaria. De allí en taxi hasta la redacción de El Sebadal, donde los técnicos procedieron a revelar los carretes para publicar dos imágenes en la edición del día del concierto.

Fue un complejo proceso. En una reunión con más de 25 fotógrafos acreditados –muchísimos para aquellos tiempos– se acordaron las condiciones de trabajo para los gráficos. «Solo te permitían objetivos de 200 milímetros. Y en aquel momento íbamos a ciegas, no sabías hasta relevar el carrete si habías acertado o habías fallado. Entré con cinco carretes de blanco y negro y dos de color», subraya.

Eran tiempos de otro periodismo, más forjado en las trincheras. Había que conseguir la foto o no habría manera de publicarla, antes de que las vidas fueran colonizadas por las pantallas de los teléfonos móviles. Rodríguez Gago y González Oramas lograron colarse el día antes de la llegada de 'Rey del pop' en la habitación que ocuparía en el hotel. Aquellas imágenes, que no consiguió la competencia, fueron un buen comienzo.

Por la isla no dejaron de correr serpientes de rumores en las que se decía que Jackson estaba de visita en el Loro Parque del Puerto de La Cruz. Hasta allí corrieron los fotógrafos. Nacho González no acudió. «Nunca he visto esas fotos publicadas, no sé si es verdad que estuvo allí», explica.

Operarios casi sin protección montando el escenario. Nacho González Oramas.

Lo que sí recuerda nítidamente es la sensación de verle sobre el escenario en Santa Cruz. «Habíamos pactado, algo que sigue siendo habitual hoy en los grandes conciertos, que solo podíamos estar dos canciones. Lo normal a la tercera canción es que te hagan soltar la cámara pero que te puedas quedar. Aquel día no fue así. Nos sacaron en una guagua del recinto. Jackson salió al escenario tras una nube enorme de humo. Se quedó parado durante muchos segundos y yo decía: 'Muévete cabrón', pensando que se me iban a pasar las canciones y no iba a poder disparar buenas fotos.E ntonces rompió a bailar y allí estaba el Michael Jackson que conocíamos. Se convirtió en la imagen que teníamos de él», explica.

Para la historia

Nacho González Oramas insiste en que aquella actuación cambió la historia de la música en directo en las islas. «Nunca se había visto nada igual, con tanto público presente frente al escenario. Más de 50.000 personas. Por eso creo que es tan importante recuperar la memoria de lo que sucedió aquellos días», indica.

González Oramas retrató hasta la marcha de Jackson de Tenerife. «Estábamos en la cafetería de Los Rodeos tomando un café para volver a GranCanaria cuando la gente empezó a gritar que Michael Jackson iba por la pista. Me eché a correr y le vi. Saqué la cámara y disparé. Él iba acompañado de dos niños, uno con una chaqueta de los Lakers. Se dieron la vuelta y saludaron. Conmigo en aquel momento solo había un paparazzi tirando las fotos. Y nunca las vi publicadas en ningún medio. No sé si se las vendió directamente a Michael Jackson. Fue muy curioso», manifiesta el fotógrafo grancanario.

Para Nacho González Oramas nada podrá repetir la atmósfera que aquellos días se vivió en Tenerife. «Todo ha cambiado mucho. En aquella ocasión supuso traer a un artista que no era normal ver por las islas. Y la forma de trabajar que existía es muy distinta», rememora.

Reconocido y admirado, González Oramas es el testimonio ideal para describir lo que sucedió en septiembre de 1993. Como él y sus compañeros gráficos podrían serlo para contar, de verdad, la Canarias contemporánea.

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