Vea la portada de CANARIAS7 de este viernes 5 de diciembre de 2025
El escritor malagueño Javier Castillo, en la sede de CANARIAS7. Cober

Javier Castillo: «El bufadero de La Garita es el lugar más especial de la novela, allí el mundo respira»

El exitoso escritor malagueño desarrolla su nuevo 'thriller', 'El susurro del fuego' (Suma), en las islas de Tenerife, Gran Canaria y La Palma

Victoriano Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 18 de octubre 2025

El paisaje es un personaje más. Este es uno de los muchos clichés que habitualmente pueblan las valoraciones que hacen los autores de sus propias novelas. Javier Castillo (Málaga, 1987) se aleja de este tópico a la vez que reconoce que Tenerife, Gran Canaria y La Palma, islas en las que se desarrolla buena parte de la historia que narra en 'El susurro del fuego' (Suma), tiene un peso capital en el espíritu y el trasfondo que sobrevuelan su nuevo 'thriller'.

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El escritor, un fenómeno de ventas con la saga de novelas de Miren Triggs, subraya el grado de importancia de las islas en esta ficción protagonizada por dos hermanos mellizos, Laura y Mario Ardoz, y la aparición del cadáver de la primera junto a su coche en el Parque Nacional del Teide. «Lo que he intentado es que Canarias no sea un personaje más de la novela, sino llevarlo a otro nivel, para que Canarias sea el alma de la novela. No podría ocurrir en otro lugar. El lugar no acompaña a la trama. Cada lugar refuerza las emociones de los personajes. La belleza y la fragilidad que evocan este cielo y poder mirarlo cada día te hace sentir diminuto. Entiendes lo pequeños que somos en realidad. Somos una mota de polvo y así sentimos nuestra vida de forma más especial y hace que vivamos de forma más intensa porque no es tan relevante», asegura en la sede de CANARIAS7 unas horas antes de firmar ejemplares en la librería Agapea de la capital grancanaria.

El germen de 'El susurro del fuego' brotó durante unas vacaciones con su familia en Tenerife. «Llevaba tiempo queriendo escribir una historia que transcurriera mucho más cerca, ya que todas las anteriores se desarrollaban en Estados Unidos. En un viaje con la familia, cuando estaba en Puerto de la Cruz, se produjo un suceso bastante cotidiano. Había dos extranjeros, un chico y una chica, y a él le dio una bajada de azúcar. Recuerdo que lo atendimos y acabó llevándoselo una ambulancia. Entonces pensé si de ahí podía salir una historia, a partir de la vida que tienen estas islas, de ese fuego que ruge bajo la superficie, hasta tal punto que avivase el fuego dentro de una novela. A partir de ahí empecé a jugar. En la novela se trata de dos españoles que van a Tenerife a celebrar algo. Son hermanos y celebraban el final del tratamiento contra el cáncer de él. ¿Y por qué eligieron las islas? Pues para aprender una lección vital. A partir de ahí construí este 'thriller', con muchísimos giros y suspense, pero a su vez incluye un golpe que va enseñando lo que las islas tienen que contar y lo que tenemos que aprender cuando vivimos nuestra vida de forma automática. Las islas tienen ese fuego interior que te lo recuerda para que se encienda y vivamos de forma plena. Conscientes de lo que tenemos alrededor. No solo nuestros deseos sino todo. En el caso de la novela, con cosas como saborear la comida, mirar a los ojos a tus amigos cuando estás con ellos, ignorar un poco el móvil y dejar los enfrentamientos que nos hacen estar tensos y sin esperanza. Debemos tratar de aprovechar la vida. En la novela hay una analogía, que se desarrolla durante uno de los viajes en el tiempo que incluyo. Los dos hermanos, en un viaje de fin de curso durante las fiestas de San Juan, están delante de una hoguera y uno de ellos no la salta. La novela lo que te trata de decir es que saltes cada hoguera que se te presente, mientras se desarrolla el misterio que esta ficción trata de resolver», explica el autor andaluz.

El bufadero

La chispa que encendió el fuego de la novela saltó en Tenerife y en esta isla se desarrolla una parte importante de la historia. Pero Javier Castillo destaca la belleza y simbología de un enclave grancanario por encima de todos los que aparecen en el libro.

«En Gran Canaria busqué un lugar especial para la historia, que reflejara una emoción distinta a las de las otras islas y lo encontré en el bufadero de La Garita, que es el enclave más especial de la novela. Es un sitio muy especial, porque da la sensación de que allí el mundo respira. Te hace sentirte conectado con todo lo que tenemos en la vida», subraya rebosante de admiración.

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Javier Castillo, con su libro. Cober

El autor de 'La chica de nieve' asegura que ha visitado «muchas veces» el archipiélago canario. Viajes que se intensificaron para preparar esta aventura literaria que ahora promociona por todo el país. «He venido en distintas ocasiones. Las he recorrido tanto conduciendo como caminando y con Google Street View. Me sé todos los trucos para encontrar lo que quiero. Soy muy friki y meticuloso con todas las ubicaciones. Me gustó mucho sentir la facilidad de estar a dos horas y media en avión de los sitios en los que transcurren la novela. Vivo en Málaga y en nada me venía. Eso me ha ayudado mucho y creo que se nota en la novela», comenta Javier Castillo.

Planificación previa

En sus viajes tomó muchas notas, absorbió como una esponja sensaciones, ambientes y múltiples detalles que anotaba para la posterior escritura, ya en su casa malagueña. Javier Castillo es de los escritores que no se lanza al vacío cuando se enfrenta al folio en blanco. Parte de una planificación previa profunda, por un motivo que considera fundamental para que sus 'thrillers' lleguen a buen puerto. «Lo planifico todo antes de ponerme a escribir. Necesito saber a dónde voy, qué giros quiero hacer. Si no, al final podría dar pistas de antemano y cometer errores. Planearlo todo me permite dar las pistas correctas y en el momento adecuado. A medida que escribo, eso sí, voy descubriendo la psicología de los personajes que protagonizan mis historias».

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Diálogos trabajados y naturales

Laura y Mario, los hermanos sobre los que pivota 'El susurro del fuego' son ficticios pero a la hora de pergeñarlos están plagados de detalles propios y del mundo que le rodea. «Tienen cosas de mí de distinta manera. En fases de mi vida he sido más Mario y en otras fases, más Laura. En cada personaje salen cosas de mí de un modo u otro. En Laura reconozco la fascinación por la ciencia, la ambigüedad en torno a la religión y la espiritualidad. De Mario siento haber estado en algunos momentos de mi vida apagado y cayendo en una espiral, de ir en automático, cuando lo importante en la vida es estar, ser consciente de que tenemos que aprovechar el momento», confiesa.

Algunos escritores limitan los diálogos en sus novelas. No es el caso de Castillo. «Hay diálogos muy trabajados, pero otros me salen desde la primera versión. Reviso y corrijo mucho, por cada párrafo paso cien o 150 veces. El truco consiste en trabajarlo todo muchísimo, pero que parezca natural al lector. Me encanta lo que decía Picasso, que había tardado 10 años en aprender a pintar como Rembrandt y 40 a hacerlo como un niño. Se requiere mucha técnica para simplificar», señala el escritor. «Las mejores ideas se transmite con pocas palabras. No hay nada mejor que una frase que te golpea con ocho palabras y la recuerdas para siempre», añade sin ambages quien suele escribir en dos tramos horarios, entre las 5 y las 7 de la mañana y desde las 9, tras dejar a sus hijos en el colegio, hasta la hora del almuerzo.

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Javier Castillo, durante la entrevista. Cober

El cáncer emerge en 'El susurro del fuego' en el personaje de Mario. Javier Castillo reconoce que es un tema delicado para el que tuvo mucho tiento a la hora de tratarlo en esta ficción literaria. «El cáncer lo he abordado imaginándome el dolor del personaje. Lo he vivido de cerca, como todos. Cada situación es distinta porque cada persona es un mundo. He tratado de abordarlo con la mayor delicadeza. No es una novela sobre el cáncer, aunque está en su fondo. Es una novela sobre la muerte y el miedo a morir», puntualiza este súper ventas que reconoce que ya baraja un tema para su siguiente novela. «Tengo una trama en el aire pero no sé aún cómo darle forma. No la tengo muy aterrizada. En cuanto acabe la gira, me pondré con ella. Tardo poco en planearla y darle forma, aunque a la hora de escribir no soy nada rápido», desvela.

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