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Leer, hoy, va más allá de concentrarse en las páginas de papel. Las letras resuenan con una voz determinada y las historias toman forman con una música que sienta el tono. Esa convivencia de formatos es una de las causas de que el audiolibro continúe en ascenso entre las tendencias editoriales en España y de que Spheres Project se haya sumado con una iniciativa pionera en las islas.
Todo comenzó en plena pandemia, cuando la escritora Elena H. Ghazale le pidió a su amigo productor y compositor José Agustín Acosta que pusiera banda sonora a su relato 'Yo soy amor'. Trabajaron a distancia y a través de audios, pero el resultado les pareció tan interesante que decidieron ir un paso más allá. «En principio no pensábamos llevarlo a ningún ámbito empresarial, era algo solo para nosotros, pero le vimos gran potencial y poco a poco hemos ido creciendo», explica Acosta en el estudio instalado en su domicilio en Vega de San Mateo.
Actualmente cuentan con alrededor de una treintena de narradores en cartera, la mayoría de ellos canarios, y cinco compositores. «Muchas personas acudían a nosotros explicándonos que a pesar de contar con formación en locución o doblaje tenían problemas para que los contrataran por el tema del seseo. Quizás en otros lugares eso no interese, pero aquí es algo que sí queríamos potenciar», puntualiza el músico. De hecho, dar voz a escritores y locutores de las islas es otro de los objetivos que se propone Spheres Project, que paso a paso se va abriendo camino en un nicho que «no está nada potenciado» en el archipiélago.
En cambio, los datos evidencian una demanda creciente. Desde el confinamiento, el audiolibro se ha convertido en una excelente alternativa para las personas que no tienen tiempo de leer o, simplemente, les parece más atractivo escuchar.
Según el 'Mapa de la industria del audio en español' realizado por el portal de tendencias digitales DosDoce, más de 430 entidades han apostado firmemente por el desarrollo de esta industria en los mercados en español durante los últimos cinco años, con más de 100.000 podcast y cerca de 25.000 audiolibros. De cara a 2026, se espera que el sector alcance los 26,6 millones de oyentes, lo que supone un crecimiento del 30% anual, según datos de la consultoría de PwC.
«Está claro que está en auge, pero cuando empecé este proyecto me sorprendí de la falta de trabajo que hay en el campo de la narración. Creo que en ese sentido somos de los pocos, por no decir los primeros que intentan dar salida a nuestro talento».
Además, el valor añadido de esta iniciativa es la creación de una banda sonora con sensación cinematográfica que, tal y como explica Acosta, permite al oyente una escucha más amena e inmersiva de la obra. Una aproximación distinta a lo que se conoce como ficción sonora, que consiste en la teatralización del texto, con más de una voz para dar vida a los personajes y otros efectos sonoros. «Lo que hacemos digamos que es un poco más íntimo, es una sola voz», aclara.
El procedimiento para elaborar estos audiolibros es complejo y requiere, afirma Acosta, «mucha empatía». Por ello, el primer paso es mantener una entrevista con el autor de la obra para conocer de primera mano su intención y resolver posibles dudas. Posteriormente, es necesario buscar una voz cuyo tono y ritmo se adecue, se limpia el audio y se pulen algunas frases en el proceso de producción. Con esta «base» lista, se trabaja en la música.
En total, para una narración de entre siete y diez minutos, esto podría llevar una semana de trabajo. Para escritos más largos, se podría alargar hasta un mes. «Es un proceso de con-versión que pretende crear el audiolibro perfecto», puntualiza.
Este taller de producción trabaja de forma remota, ya que el equipo cuentan con estudios de nivel profesional, aunque no descartan centralizarse en un futuro. De momento, Acosta pone en valor una red con la que se trabaja «cómodamente», y de la que también forman parte otros estudios colaboradores a lo que pueden acudir si el proyecto lo requiere.
En el campo de la distribución, algunas editoriales han mostrado interés para poner a la venta las obras. «Los autores pueden ir donde ellos quieran, pero es cierto que les intentamos dar una guía cuando termina nuestro trabajo, incluso a la hora de promocionarlo en medios», insiste.
De esta experiencia ya han sido partícipes desde escritores independientes hasta autores referentes de la literatura contemporánea en las islas como Víctor Álamo de La Rosa. «Hasta ahora el feedback ha sido muy bueno y los autores se han quedado contentos con el resultado».
Paralelamente, Acosta reúne cada mes en el programa radiofónico Café de Tarde a parte de su equipo para profundizar en pequeños audiorelatos. Acuden un escritor, el narrador que le ha dado voz a la obra y el compositor, y juntos generan sinergias.
En cualquier caso, Spheres Project se encuentra aún en fase de proyecto, con el foco puesto en implantar el audiolibro en Canarias. Tras recibir el pasado año el premio al mejor proyecto de emprendimiento e innovación de la Fundación Universitaria de Las Palmas y la Fundación Mapfre, su fundador confía en abrir nuevos horizontes en la transmisión cultural, oral y educativa, siempre «con acento».
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Lidia Carvajal
Melchor Sáiz-Pardo, Mateo Balín y Álex Sánchez
Álvaro Muñoz | Valladolid y Lidia Carvajal
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