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Francesc Zanetti
Las Palmas de Gran Canaria
Miércoles, 11 de octubre 2023, 23:01
Los próximos días 14 y 15 de octubre se celebra en el Auditorio Dr. Juan Díaz Rodríguez la XI edición del Certamen Internacional de Zarzuela de Valleseco, un evento cuyo jurado ha seleccionado para la semifinal y final a una veintena de cantantes de los 48 inscritos. Durante dos días jóvenes artistas de España, Brasil, Colombia, Bulgaria, EE.UU, Venezuela, Chile y México, convivirán y competirán por los premios que otorga el único evento que existe en el mundo dedicado exclusivamente al género de la zarzuela. Todos ellos y ellas aspiran a consolidarse profesionalmente en el complicado escenario de la lírica, y este certamen, que también les ofrece un programa docente intensivo –lleguen o no lleguen a la final-, constituye una óptima plataforma de lanzamiento de sus carreras. Los aspirantes españoles pertenecen a seis comunidades distintas: Canarias, Cataluña, Castilla-La Mancha, Madrid y Navarra.
Para la maestra y directora de orquesta Isabel Costes que desde el año 2013 está involucrada en la organización de este certamen cuyo jurado preside Jerónimo Saavedra, «proyectos así son indispensables para el desarrollo de los artistas jóvenes, que son presente y futuro en la música. Comprobar que muchos cantantes que han pasado por esta convocatoria ya figuran en los carteles de espectáculos del Teatro Real, Teatro de la Zarzuela o el Teatro Colón de México, es una gran satisfacción, porque confirma que la dimensión y finalidad del mismo viene cumpliendo sus propósitos fundacionales». Además, en el de Valleseco se produce una circunstancia que cuenta con un valor añadido, más que complementario, fundamental: las estrellas triunfantes ayer, maduras y cargadas de saberes y experiencias hoy, ejercen la pedagogía. Es el caso del portentoso tenor hispano venezolano Aquiles Machado, que será uno de los profesores del programa docente intensivo, junto profesor Vincenzo Spatola o el barítono canario Augusto Brito.
El año pasado la catalana Montserrat Seró y la madrileña Rosa María Gomariz, ambas sopranos, se proclamaron ex - aequo ganadoras de la décima edición del Certamen Internacional de Valleseco. Para Gomariz, de 28 años, que en agosto pasado actuó en el Festival Cullerarts en el rol de Violetta Valéry en una producción semiescenificada de 'La Traviata' dirigida por Cristóbal Soler, este tipo de certámenes, igual que los premios, «no te garantizan tu carrera artística, pero si te abren posibilidades y suponen un escaparate para poder acceder a posibles contratos laborales», comenta la soprano que reconoce que «no disfruta aún de una economía estable dedicada a la lírica», pero cuyo oficio le permite colaboraciones con el Teatro Real de Madrid, como la Traviata de la que formó parte el pasado agosto en dicho recinto. «Sí es cierto que los concursos y certámenes han sido el detonante del inicio de mi carrera», reconoce la ganadora de los seis mil euros del primer premio del certamen de Valleseco. «Este es un mundo muy complicado. Trabajo con una agencia que me representa que es la que te permite acceder a los grandes teatros nacionales con más facilidad», avanza Gomariz que, tras graduarse en la Escuela Superior de Canto de Madrid en 2019, fue admitida en el prestigioso Chicago College of Performing Arts de la Universidad Roosevelt (Illinois, EEUU), donde cursó estudios de Master bajo la dirección de Elizabeth Byrne. La pasada temporada, formó parte del programa 'Crescendo' del Teatro Real de Madrid y de la Mascagni Academy del Teatro Goldoni de Livorno (Italia).
A juicio del miembro del jurado de este certamen, director de escena, responsable de la revista especializada 'Ópera World' y del Festival Medinaceli Lírico, Federico Figueroa, «la utilidad de este tipo de concursos para las jóvenes promesas es muy efectiva. Suponen un gran apoyo y un escaparate porque te pueden estar viendo en el hemisferio sur mientras participas en el mismo, y los que obtienen premio pueden llegar a formar cartel de otros espectáculos y audiciones. El jurado, vinculado directamente al sector de la lírica en su mayoría, puede igualmente recomendarte en algún elenco artístico de otras producciones», señala Figueroa, que suele montar eventos líricos en España y Miami. «De cualquier manera, lo importante es que sepan desarrollar sus propias carreras con tesón y disciplina. No es solo cantar. Hoy en día hay muchos factores que influyen en la catapulta hacia el éxito en la trayectoria de un cantante de alto nivel. Hace falta apoyo institucional para que se impulsen más espectáculos de zarzuela y para que, por lo tanto, todos ellos tengan más oportunidades de estar cantando en cualquier parte del mundo y, sobre todo, en España ya que se trata de un género cien por cien nacional».
La soprano brasileña de 35 años residente en Canarias, Pámela Tatiana Cruz, cree que este tipo de certámenes, por desarrollarse en una isla, «aún tienen más importancia para los cantes líricos de Canarias por cuanto significan una oportunidad excelente que se afronta, más si cabe, con mayor responsabilidad. También nos sirven para desafiarnos y comprobar nuestro nivel y calidad con respecto a otros concursantes del exterior. El perfeccionamiento de la lírica es un proceso complejo que te obliga a mucho estudio y sacrificio. Por tanto, es una oportunidad no solo para conseguir actuaciones, sino para crecer y conocer a otros cantantes que aspiran a vivir como tú en este complicado mundo. También se agradece que en el certamen de Valleseco no haya discriminación por edad», puntualiza la soprano, «que también trabaja por la difusión de un patrimonio cultural tan español como es la zarzuela».
El canario de Moya Aridane Betancor, de 41 años, es otro de los cantantes que competirá en Valleseco. «Este tipo de certámenes son importantes porque te permiten confrontar tu nivel artístico con otros aspirantes», explica el tenor que estudió en la Escuela Superior de Canto de Madrid y que durante casi veinte años formó parte del coro de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Tanto en Gran Canaria como en Barcelona y Madrid ha realizado una incesante labor de perfeccionamiento a través de la realización de infinidad de cursillos y clases magistrales junto a figuras como el maestro Pelucchi, Nauzet Mederos, Carlos Mena, Aquiles Machado, Christopher Robertson o las cantantes canarias más internacionales, Yolanda Auyanet y Nancy Fabiola Herrera. Para Betancor «mantenerse en la profesión es complicado porque la carrera es difícil y cara. Estos certámenes pueden servirte a modo de plataforma para darte a conocer y formar parte del elenco de alguna producción lírica, aunque lo importante es tu continua formación, tu disciplina, tu voluntad de seguir creciendo como artista», agrega.
Otra cualidad de este certamen, según avanza su coordinadora, Isabel Costes, es que las pruebas son abiertas al público, lo que constituye una manera de socializar el género y atrapar a nuevos públicos. «Ciertamente estos dos parámetros son elementos cruciales para mantener vivos otros dos conceptos: la emoción y el patrimonio. Para la emoción necesitamos implicar a la juventud. Dando oportunidades a artistas emergentes se busca que su energía, talento y tesón constituyan un referente cercano para la sociedad viva y consumidora de una cultura directa y fresca. Luego está el patrimonio: el respeto a la partitura y el texto, además de la conservación de un repertorio que ha marcado la historia de un país, identifica una manera ineludible el sentimiento colectivo», concluye la directora de orquesta.
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