La bendición conceptual de Helen Acosta en San Antonio Abad
Arte. La creadora grancanaria afincada en Suiza exhibe desde este miércoles la muestra 'Tanta lejanía', que comisaria Semíramis González
La abuela de Helen Acosta Iglesia tenía la costumbre en su Arucas natal de dar la bendición. Aquel recuerdo de la infancia quedó grabado en la memoria de esta artista grancanaria, hasta tal punto que, mientras estudiaba Bellas Artes en Alemania, echaba de menos ese entrañable ritual, muy extendido en las islas durante el pasado siglo XX. De ahí parte la pieza 'Bendicionales o máquinas de bendecir' (Blessing machines) que integró su proyecto de fin de carrera y ahora exhibe en la muestra conceptual 'Tanta lejanía', que protagoniza en solitario desde este miércoles y hasta el 2 de junio de 2024 en la sala San Antonio Abad del Centro de Arte Moderno (CAAM), en el barrio de Vegueta de la capital grancanaria.
Publicidad
El funcionamiento de la pieza es sencillo, como la propia artista explicó en la mañana de este martes durante la rueda de prensa de la muestra. Cada visitante solo tiene que acercar la frente a los bendicionales, que están a distinta altura para que también puedan acceder a los mismos desde personas que ronden los dos metros hasta otras que vayan en sillas de ruedas o niños. Tras apretar un pequeño botón se recibe una ligera luz blanca en forma de cruz en la frente. Helen Acosta subraya que no se trata de una creación religiosa, sino una pieza inspirada en una tradición muy arraigada en la sociedad canaria desde hace generaciones.
La artista, que reside en Zúrich desde hace años, parte siempre desde un mismo punto. Después, su creatividad exige el desarrollo de la disciplina artística adecuada para desembocar en la pieza final. «Mi obra tiene siempre un enfoque conceptual. La idea es la jefa y es la que dice qué material necesita para que yo después cree la obra», señala acompañada de Semíramis González, que se ha encargado de comisariar 'Tanta lejanía', la primera retrospectiva que se le dedica en España a esta artista grancanaria.
Piezas muy diversas
Así, cada pieza es un mundo propio y distante del resto. Con hilos conductores sutiles, latentes y trascendentes en muchos casos que tienen como nexo las reflexiones vitales de la artista y su creatividad. Sobre estos cimientos se sustentan la elegancia, el sentimiento y la emotividad de una muestra que invita a una pausada visita, a ser posible en silencio y rodeada de pocas personas, como aconseja con una sonrisa la propia Helen Acosta.
«Esta artista lleva décadas profundizando en temas tan interesantes como el recuerdo, la memoria, las emociones y los deseos», explica Semíramis González sobre una muestra «conceptual pero profundamente cargada de sensualidad».
Publicidad
Montañas y olas
La comisaria enfatiza que se trata de un recorrido por una trayectoria artística «con mucha vida», ya que sirve como espejo de la experiencia vital de la autora, marcada por su lugar de residencia, Suiza, y su tierra natal grancanaria. La dualidad entre la añoranza de los orígenes y el lugar de acogida queda muy claro en el segundo piso de San Antonio Abad, donde exhibe la serie de impresiones lenticulares tituladas 'No puedes pertenecer a lugares', que exhibe por primera vez. «Si miras las imágenes desde un lado son montañas, las montañas nevadas que veo en Zúrich, pero desde otro punto son las olas del mar de las islas. Y es que cuando miro las montañas de Suiza siempre veo las olas», confiesa con timidez.
Nada más acceder a la planta baja de San Antonio Abad, el visitante será recibido por una gran campana sumergida en un mar de burbujas. La obra se titula 'Nacidos en domingo' (Born on Sunday, 2009) y surge de nuevo de una idea, en este caso una leyenda germana que asegura que los que nacieron en un domingo tienen la capacidad de escuchar cómo repican las campanas aunque estén sumergidos en agua. A medida que avancen los días de la muestras, las burbujas de plexiglás irán ascendiendo en una obra que vive como la idea de la que bebe y que durante años obsesionó a Helen Acosta.
Publicidad
En recuerdo de la amiga fallecida
A su lado se erige 'Claudia' (2009), una escultura blanca en yeso que nace del recuerdo y el dolor por una amiga íntima que se quitó la vida. Se inspiró en una frase de un libro de supersticiones alemanas que dice que «cuando alguien se quita la vida ahorcándose, su alma vagabundea en forma de liebre blanca de sólo tres patas sin encontrar la paz». A su liebre de tres patas tumbada, Acosta le añade una prótesis de cristal con unas ramas de romero en su interior, para que esa amiga pueda andar y «encontrar la paz», apunta.
Durante el confinamiento, mirar al cielo fue para muchos una vía de escape. Esa idea cobró mucha fuerza en el espectro personal de Helen Acosta, ya que trabaja habitualmente con astrofísicos de la Universidad de Zúrich que estudian los confines del universo. Con esos ingredientes cocinó la serie de hilos de seda y algodón bordados a mano sobre terciopelo y que ha denominada 'Constelaciones' (2023).
Publicidad
El recuerdo de su abuela fallecida en el Hospital Perpetuo Socorro de la capital grancanaria generó su pieza 'Nana', un vídeo realizado con Google Earth, que entronca con la idea que defiende la comisaria Semíramis González: «Sus obras son anhelos de otros mundos y emociones humanas convertidas en obras de arte de fragilidad preciosista».
Regístrate de forma gratuita
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión