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Vea la portada de CANARIAS7 de este viernes 29 de marzo
Mariola Rodríguez, en su bar del Teleclub de Punta Mujeres, lee el periódico. C7
El papel, que nunca falte

El papel, que nunca falte

40º ANIVERSARIO CANARIAS7 ·

Los lectores de la edición impresa son irreductibles

Viernes, 11 de noviembre 2022

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Los lectores de CANARIAS7 en su edición de papel son tan solo una minoría que mengua a pasos agigantados, pero también, y lo demuestran cada día, todos ellos son fieles a sus costumbres, a sus gustos y a su forma de entender y ver el mundo. Frente a una sociedad en la que las nuevas tecnologías se llevan toda la atención del gran público, y poco a poco arrinconan a los medios más tradicionales, amenazando con hacerlos desaparecer y convertirlos en un simple recuerdo de la historia, están los amantes de la prensa de papel, que se muestran irreductibles, indomables, y se niegan a renuncian a su afán por seguir manteniendo viva una forma distinta de entender y empaparse de lo que sucede en Canarias y en su isla, en una sociedad tan cambiante y que apenas se detiene un solo instante.

Frente a esa realidad tan instantánea y fulgurante que ofrecen los medios de comunicación modernos, están ellos. Personas que tienen otra manera de ver las cosas. Que se detienen un instante a pensar, a leer y a entender lo que sucede a su alrededor.

El mundo se para un instante

Son sin duda una minoría cada día más minoritaria. Un grupo selecto, como si de unos pocos elegidos se tratara. Quienes todavía están convencidos de que el mundo puede permitirse el lujo de detenerse un instante, sin que ocurra una catástrofe, por el simple hecho de hacer una pausa en sus vidas para leer el periódico mientras se toman un botellín, un cortado, o se come un bocadillo, o un plato de carne de cabra. Si bien el resto de lectores de prensa digital podrían decir que ellos también hacen lo mismo -pero en su caso con el móvil o la tablet- para los lectores de la prensa de papel, el instante es más especial, es más ritual.

Implica buscar el bar de toda la vida para recuperar ese instante. Implica acudir al supermercado, o a la tienda más cercana a comprar el periódico, que ya saben que tienen reservado desde hace muchos años, incluso décadas. Implica, al fin y al cabo, degustar uno de los momentos especiales del día.

Es el caso de Juan González, guardia civil retirado, que vive en Punta Mujeres, y que no ha dejado un solo día, desde hace por lo menos veinte años, de ir a comprar el periódico a la misma hora, todos los días a media mañana, para leerlo acompañado de una cerveza en el bar de la piscina de Punta Mujeres, más conocido como el Bar de Juan Carlos, alias el Pichón.

Juan González lleva toda la vida comprando la edición de papel de CANARIAS7 .
Juan González lleva toda la vida comprando la edición de papel de CANARIAS7 . C7

Es el gusto suyo de cada día desde que se jubiló, aunque ya antes leía CANARIAS7 asiduamente. No obstante, en su caso Juan siempre ha sido un lector de periódicos, y en los años más boyantes de la prensa impresa, compraba dos o tres cabeceras, o al menos dos canarias y una nacional. «En realidad se trata de echar a la prensa un vistazo, tomar una cerveza y leer la información un poco por encima. Estar informado y centrarse en los deportes, los sucesos», explica el propio Juan, que a menudo cuando termina de leer su ejemplar lo deja sobre la barra del bar, para que otros clientes también lo lean».

En el caso del propio Juan Carlos Hernández Betancor o de Mariola Rodríguez, ambos propietarios de un negocio de hostelería ambos compran el periódico para sus clientes. Ellos también aprovechan si tienen un instante para ojeralo, pero en realidad lo compran para que otros lo disfruten.

Juan Carlos Hernández Betancor, en su bar de Punta Mujeres.
Juan Carlos Hernández Betancor, en su bar de Punta Mujeres. C7

Algunos, como Jesús Perdomo, (historiador jubilado e investigador de la historia de Lanzarote), dedican más tiempo a bucear entre las páginas de papel. «El periódico impreso, sin duda es otra cosa diferente», dice este vecino de Punta Mujeres.

«Requiere un cierto tiempo, no es como la prensa digital que es mucho más visual, a penas lees el titular y ya estás buscando otra noticia más interesante un poco más abajo, es todo mucho más rápido», explica mientras añade que no por ello renuncia a leer también a diario la prensa en formato digital.

Jesús Perdomo, lee asiduamente CANARIAS7 en su edición de papel.
Jesús Perdomo, lee asiduamente CANARIAS7 en su edición de papel. C7

Todos ellos son parte de una especie de reducto de incondicionales que siguen fieles a la prensa de papel y más concretamente a CANARIAS7.

Al día con Canarias

Les gusta el formato, les atrae el diseño, se sienten identificados con los contenidos y buscan ante todo y sobre todo estar al día de lo que sucede en su isla y en el resto de Canarias. Al igual que ellos, hay muchos otros lectores que a diario acuden a lugares públicos o privados como el Club Náutico de Arrecife, la Biblioteca Insular, los teleclubes de los siete municipios de Lanzarote, así como decenas y decenas de bares y restaurantes, repartidos por la geografía de toda Canarias, que siguen a diario con esta costumbre ancestral, que se quiera o no se quiera, va quedando relegada y ya se va perdiendo.

Muchos de ellos, consultados para hacer este reportaje, reconocen que han sido compradores del periódico durante años, incluso décadas, pero circunstancias como la pandemia, la subida del coste de la vida, o la irrupción de la información a través del mundo digital, e internet les han hecho desistir de seguir haciéndolo. «Muchos periódicos digitales como CANARIAS7, son gratuitos y eso pesa mucho», dicen los propios consultados. No obstante, en cuanto tienen oportunidad, no se resisten a echar un vistazo a los deportes, a la actualidad en general, a lo que ha sucedido en su isla o incluso a las esquelas o al resto de secciones.

Para ellos el tacto del papel en sus manos es una sensación distinta, explican, y una página lleva a otra y a otra, y se despierta la curiosidad por saber cuanto ha ocurrido en el mundo. En la mayor parte de los casos, los lectores de papel reconocen que el hecho de comprar el periódico lo heredaron de sus padres, de sus abuelos, quienes aún lo siguen haciendo como una costumbre que se resisten a abandonar. Otros, confiesan que solo lo compran los domingos, como algo especial, y a la vez que compran el pan, se llevan CANARIAS7 bajo el brazo, y una vez que entra en casa no hay ni un solo miembro de la familia que se resista a al menos echarle una ojeada.

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