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Yonay Perdomo, sobre su bicicleta. Juan Carlos Alonso
Especial 30M

«No hay mejor sitio para darle a los pedales que los que regala el archipiélago»

Carmelo Yonay Perdomo creció en Lomo del Chinche, donde 'el Moco' y Yéremy Pino son ídolos del barrio

Kevin Fontecha

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 25 de mayo 2025

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Yonay Perdomo es una de esas personas que siempre tiene una sonrisa en la cara. Un gesto agradable. De las que va por el parque y regala un 'buenos días' a todo el que se cruza en su camino. No siempre los recibe de vuelta. Pero le da igual. Es alguien feliz y agradecido. Sus colegas saben que siempre pueden contar con él para lo que sea, bien para limpiar los cristales de los ventanales de una casa que no es la suya o, mejor, para ir a comerse una Big Messi en el Costumbres Argentinas. Le gustan las hamburguesas y los kebabs. Tiene sitios fetiches para llenarse y también debilidades, como su hija Claudia, el motor de sus días.

También gustos que muchas veces duelen, como su querida UD Las Palmas. Y, aunque no tuvo sus virtudes con la pelota, creció —y ahí sigue el tío— en Lomo del Chinche, La Feria, donde sus vecinos David González el 'Moco' y Yéremy Pino son ídolos para toda la gente del barrio. Monta en bicicleta y, cuando puede y solo le vigila la luna, se va a pescar en zódiac. «El Chinche era más complicado en la época de los 90, como en todos los barrios, pero ya eso ha cambiado», describe.

Yonay, o Carmelo para la gente del barrio, tiene 40 años aunque su reloj deportivo le dice que su edad física es de 20. Sus rutas en bicicleta por infinitas partes de la isla le han rejuvenecido. Sus paseos con Duna, su fiel amiga —una beagle de cuatro años—, hacen que, de costumbre, tenga los cachetes colorados por el sol que cae sobre su rostro. Lleva cuatro años recorriendo la isla y una ruta que le marcó fue la que hizo hasta Santa Lucía de Tirajana «después de una buena lluvia». «Fue preciosa, ver la naturaleza, los barrancos, el verde...», relata.

Cuando se le pregunta qué piensa cuando le nombran Gran Canaria, no duda en responder el Pico de las Nieves. En bicicleta ha pedaleado por toda la isla con su grupo 'Gabinete de bicis' y también ante la imponente mirada de las playas de Fuerteventura. «No hay mejor sitio para darle a los pedales que los que regala el archipiélago canario. Es lo máximo para hacer deporte», piropea.

Es abonado a la UD desde que tiene uso de razón y siempre hace el esfuerzo para poder estar cada jornada al lado del equipo de su vida en Siete Palmas, a donde va y viene caminando cuando Las Palmas juega en casa. «Soy de Gran Canaria y de la UD Las Palmas porque nací en el paraíso», deja claro Yonay que, a su vez, apostilla, con su humor por bandera, que si «hubiese nacido en Barcelona seguramente sería del Barça o del Espanyol». Apasionado también del motor fue de las personas que hicieron noche en la Cumbre para poder vivir con las mejores vistas posibles «una experiencia brutal» con el Rally Islas Canarias, que fue prueba del Campeonato del Mundo.

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