Victoria y Nicasio, toda una vida dedicada al cultivo de cebolla

La XXVI Fiesta de la Cebolla de Gáldar, que se celebra hoy en Piso Firme, tendrá como protagonistas a Victoria Pérez y a Nicasio Mendoza, que serán homenajeados tras llevar toda una vida dedicada al cultivo de cebolla en tierras norteñas. «Es todo un orgullo que se reconozcan los años de esfuerzo», admite Victoria.

Nicasio Mendoza Moreno, de 74 años, es natural de Caideros de Gáldar y vecino de Piso Firme desde hace más de 45 años. Durante toda su vida siempre se ha dedicado al cultivo de cebollas en su parcela de 600 metros cuadrados ubicada en el camino de Troya. Pese a que de profesión era albañil, siempre lo compaginó con una de sus pasiones: la agricultura. «A veces por obligación y otras por gusto, pero siempre he estado plantando cebollas para consumir en mi casa», explica Nicasio Mendoza.

«Mi afición por el cultivo de cebollas nace cuando me caso con mi mujer. Mi cuñada hacía los semilleros y me daba para que mi mujer y yo plantásemos». A día de hoy, Nicasio es uno de los pocos agricultores de la zona que planta semillas de cebolla de la variedad de embarque, una tradición que mantiene gracias a que se la inculcó su suegra.

Nicasio cuenta que su suegra hacía los semilleros de esta variedad de cebolla en septiembre, para plantarlas en noviembre y recogerlas en marzo o abril. Actualmente, él sigue manteniendo la misma forma de plantar sus cebollas de la variedad de embarque.

Para el agricultor es «un orgullo y una satisfacción» que se reconozca tanto su labor como agricultor, como la implicación que ha tenido en Piso Firme a lo largo de su vida, puesto que durante dos años se encargó del bar de la asociación de vecinos del barrio.

Victoria Pérez Jiménez, de 56 años y vecina del barrio de Marmolejos, en Gáldar, comenzó a cultivar cebollas cuando se casó con su marido. «Mi suegro ya cultivaba cebollas y nosotros le tomamos el testigo», asegura.

Una tradición que se ha trasladado hasta su hijo, quien a día de hoy es dueño de una empresa ecológica que opera principalmente en Gáldar y que planta «cebollas, papas y calabacines mayormente» y forma parte del proyecto Ecocomedores, que consiste en servir comida ecológica en los comedores para que los más pequeños tengan una alimentación saludable.

El hecho de ser homenajeada por dedicar toda su vida al cultivo de cebollas es un «orgullo» para ella, admitiendo sentirse «agradecida porque se está manteniendo una tradición pese a que han habido años duros en los cultivos».

La agricultora cree que es «una pena» que se continúe importando cebollas de fuera, puesto que «en Canarias existe una gran calidad de productos agrícolas» y es necesario «ayudar económicamente a los agicultores de las islas», comenta Victoria.

Además, considera la cebolla un «producto imprescindible» en la cocina, ya que «se puede usar tanto para hacer un sofrito, una tortilla o una ensaladilla rusa». Por ello pide que no «se hable solamente de la cebolla durante las fiestas, sino todo el año».

Victoria celebra la reciente creación de una asociación en Gáldar dedicada a la optimización ecológica del cultivo de cebolla.

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