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Juan Pérez y María García, alumnos del IES Vega de San Mateo, habían estado saliendo como pareja un tiempo, teniendo una relación estrecha dentro de la pandilla a la que pertenecían ambos. Un día María rompió la relación porque se sentía agobiada y controlada por él. Esta decisión no sentó bien a Juan, que comenzó a enviarle mensajes a cualquier hora del día y de la noche desde diferentes cuentas de WhatsApp e Instagram para tratar de convencerla de que volvieran, incluso colgó fotos y vídeos con mensajes ofensivos. La actitud de Juan llevó a María a sufrir un ataque de ansiedad y un día harta de esta situación se acercó a él en la hora del recreo para pedirle que parara, pero Juan lejos delescucharla, le gritó y le dio bofetón en la boca que le provocó sangre en el labio. Lo siguiente fue una denuncia que acabó en el Juzgado de Menores.
Este relato es el hilo argumental de la escenificación de un juicio ficticio por delito de amenazas, lesiones y contra la intimidad que se celebró este miércoles en el salón de actos del instituto veguero con la participación de doce alumnos -dos de ellos suplentes - dirigidos por el magistrado Arcadio Díaz Tejera, adscrito a la Audiencia Provincial de Las Palmas.
«Con la venia de su señoría», el fiscal (protagonizado por Gabriel S.) arrancaba el acto del juicio oral acompañado de otros alumnos que representaron los papeles de fiscal, abogado defensor, acusado, víctima, médico forense, testigos y funcionario de auxilio, una actividad que se engloba dentro del programa Educar en Justicia, que desarrolla el Consejo General del Poder Judicial junto a la Consejería de Educación del Gobierno canario. Como auténticos profesionales defendieron sus papeles frente a la mirada ineludible del magistrado que, cuando creía conveniente hacía un inciso para ahondar en alguna explicación que ayudara a comprender el proceso judicial y ante un salón repleto de estudiantes que asistieron al simulacro. Al termino, Diaz Tejera debatió y respondió a preguntas de los asistentes.
La enseñanza que se imparte con este proyecto es fundamental para la formación de los estudiantes como ciudadanos libres y respetuosos con los demás y la Ley. A este trabajo le precedió una visita a la Ciudad de la Justicia de la capital grancanaria para presenciar juicios en el juzgado de Instrucción número 4 bajo la dirección del magistrado Florencio Barrera.
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