Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Hace poco más de 60 años el milano real sobrevolaba las montañas de Gran Canaria en busca de presas, un ave que solo «los muy mayores de la isla recordarán». A día de hoy, no se encuentra ni un ejemplar ni en esta isla ni en ninguna otra del archipiélago. La última vez que se divisó uno fue en 1967. Sin embargo, existe la posibilidad del regreso a los cielos grancanarios de esta ave rapaz, de tamaño medio-grande (hasta 1,80 m de envergadura y 1 kilogramo de peso), cola muy ahorquillada, plumaje con tono rojizo y con garras y pico relativamente débiles.
Esta es la conclusión del 'Estudio de viabilidad para reintroducción experimental del milano real en Gran Canaria', elaborado por Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), bajo la coordinación de Claudia Schuster y Fernando Garcés, y con la dirección y supervisión científica de Javier Viñuela, investigador del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos del CSIC, sobre esta especie carroñera y emblemática del ecosistema insular, catalogada en peligro de extinción en España.
La investigación, que ha sido presentada a los técnicos de las administraciones públicas, veterinarios, cazadores e investigadores, ha sido «muy bien recibida» por el Cabildo de Gran Canaria, que se ha mostrado «muy interesado en este proyecto» que, por otra parte, presenta ventajas para el ecosistema insular, resalta Viñuela.
«Es un reto apasionante, y Gran Canaria es un sitio óptimo para su estudio y recuperación porque, entre otros aspectos, es una de las islas donde eran más abundantes», considera el experto. El estudio, que aborda las causas que provocaron la extinción de la población canaria del milano real, relaciona su desaparición con el cambio climático aunque este factor no sería determinante por sí solo. Señala que una de las principales razones de su extinción se ha corregido puesto que ya no se utilizan fumigaciones con lindano.
Según Viñuela, su reintroducción experimental tendría gran interés científico en el «contexto actual de cambio climático y además, sería un elemento importante para la restauración ecológica en las islas». En esta línea, resalta que siendo una especie «muy asociada a las actividades humanas y con una estrategia de obtención de alimento «carroñera y de depredador muy oportunista, pero con pobre capacidad cazadora« -animales muertos o enfermos de pequeño tamaño u otros fáciles de capturar- podría servir al mismo tiempo para evaluar la capacidad de la isla para mitigar los efectos del cambio climático.
El estudio da algunas pinceladas del entorno en el que los 'Milvus milvus' podrían desarrollarse. Por ejemplo, evitan tanto aridez como climas muy húmedos, con lo que el centro y norte de la islas serían zonas donde podrían crear un hábitat de nidificación adecuado por la abundancia de pinares en Inagua, Ojeda, Pilancones y Tijarana (suroeste) y en Tamadaba (noroeste).
Solo necesita árboles altos para criar y espacios abiertos con vegetación herbácea o arbustiva para buscar alimento, que también obtiene en pueblos y edificaciones, lugares donde cria con cierta frecuencia. Y, por otro lado, no tendría «enemigos de terreno escarpado» salva el halcón tagarote que se ha extendido mucho por el interior.
Finalmente, contribuiría al control natural de especies invasoras que existen en la isla como la serpiente californiana y los lagartos, a la conservación de otras especies (cuervo y aguililla) y allanaría el terreno para la reintroducción del guirre, matiza.
Asimismo, el milano real no es un buen cazador de conejos. Muy raramente será capaz de capturar un conejo adulto y sano ni tampoco perdices y palomas adultas y sanas en vuelo, por lo que no habrá problemas con los cazadores.
No obstante, como carroñero y cazador de roedores es altamente sensible a la intoxicación secundaria por los rodenticidas anticoagulante -SGARs, cuyo uso está en la actualidad muy asociado a ganadería intensiva, pero que se puede mitigar con una buena selección de puntos de liberación y el comienzo de un plan de control integrado de roedores, se especifica en el estudio.
Publicidad
Melchor Sáiz-Pardo, Mateo Balín y Álex Sánchez
Álvaro Muñoz | Valladolid y Lidia Carvajal
Almudena Santos y Lidia Carvajal
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.