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Las Dominicas de Teror iniciaron ayer un año cargado de actos para conmemorar los 100 años de la construcción del convento, una joya de estilo neorrománica diseñada por el arquitecto Laureano de Armas e inaugurada el 14 de octubre de 1925 en la zona conocida como San Matías, en la villa mariana.
La dominica misionera de la Sagrada Familia Teresa Murillo Ortega fue la encargada este viernes de abrir el programa '100 años. Alma, memoria, futuro' que incluye una veintena de eventos hasta finales de año.
En su charla '100 años de alma y memoria' desgranó parte de la historia de esta congregación fundada en Canarias y también la del edificio llamado 'Scala Coeli' (escalera al cielo) no solo porque estaba dedicado a la virgen sino por la escalinata del patio del claustro hacia la llamada Montañeta, un espacio con unas vistas privilegiadas del valle de Teror y sus montañas, detalla la historiadora.
Murillo explicó que el arquitecto «se coronó con esa obra maravillosa» de arquitectura neorrománica que nadie se espera en Canarias y mucho menos hace un siglo atrás.
La dominica hilvanó el origen de la congregación que fundó Santo Domingo entre el siglo XII y XIII y la llegada del padre Cueto a las islas, que era dominico y fue nombrado obispo de Canarias. Y con Cueto llegó también la madre Pilar, fundadora de esta orden en Canarias junto con el sacerdote.
Su paulatino crecimiento les llevó a buscar un lugar que reuniera las condiciones para la formación de las novicias, así que el escogido fue el ubicado en la llamada Montañeta de Teror. Era un entorno ideal para el retiro y de sosiego para la formación, especifica Murillo.
Tras las difíciles gestiones para hacerse con el suelo debido a los múltiples propietarios, se le encargó la construcción del edificio a Laureano de Armas, que comenzó a levantarse en 1919. Murillo resume en una frase lo que hizo este arquitecto: «Fue capaz de hacer de la piedra, oración, y del convento un templo que canta a la creación y al creador».
Entre las anécdotas que permanecen en las crónicas de la comunidad, la historiadora destaca que las Dominicas se mudaron al edificio cuando aún estaba sin culminar y que pudieron tener electricidad recién para la noche de Navidad. También recuerdan un temporal en 1926, sobre el que dejaron reseñado que «el agua bajaba por las escaleras centrales como un barranco. No pudimos ni ir a rezar».
Murillo reconoce que es un lugar muy querido para las Dominicas porque tiene mucha historia y porque por este lugar han pasado varias generaciones de hermanas para su formación, en el que estaban entre cuatro y cinco años, hasta que el noviciado se trasladó a Salamanca y el convento de Teror se quedó solamente para la iniciación.
De la fundadora, la madre Pilar, Murillo destaca que era una carismática de la educación y sobre todo de la promoción de la mujer. «En eso se adelantó a su época», explica al tiempo que agrega que afirmaba rotundamente que el cambio social vendría por la mujer y se dedicó a su educación.
Y es que ya en 1926, un ala del convento se destinó a internado. Allí se educó a niñas y jóvenes del archipiélago y se acogió en las clases a alumnas del pueblo. Con el paso de los años pasó a ser un centro concertado para alumnado de ambos sexos y llevó a cabo su labor educativa hasta el año 2020.
Entre los años 1988 y 2000, con el noviciado ya en la Península, el lugar se transformó en la denominada 'Casa de Espiritualidad', un espacio que actualmente ofrece sus servicios a grupos que buscan un lugar para el silencio, la oración, el estudio y la convivencia.
Además, través del Espacio Verode y de su programa 'Bendita Cultura', el convento impulsa también una intensa actividad cultural y social gracias a la Asociación Incluye, con Nieves Ramos al frente. El programa, que se dio a conocer ayer, estará este año dedicado especialmente a la conmemoración del centenario del convento. Entre la veintena de eventos previstos hasta diciembre, hay charlas, exposiciones, conciertos, concursos de pinturas y de fotografía y talleres. El intenso año acabará el 19 de diciembre con una gala de clausura de la celebración del centenario.
Entre los múltiples actos organizados para conmemorar el centenario, está prevista el 18 de julio la conferencia 'La figura de Laureano de Armas, ingeniero del convento', a cargo del arquitecto Pedro Romera García, que incluye una visita guiada. De esta forma, los visitantes podrán conocer este espacio, en el que destacan las balconadas y los amplios corredores, además de una cuidada zona ajardinada interior.
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María Díaz y Álex Sánchez
Almudena Santos y Leticia Aróstegui
Josemi Benítez
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