Regatas submarinas a pedales en Arinaga

La bahía de Arinaga acoge hasta el sábado una original regata de submarinos monoplaza cuya principal fuerza motriz es el esfuerzo de la persona que va dentro, ya que la propulsión se consigue pedaleando. Se trata de cinco prototipos diseñados y construidos por estudiantes de universidades de Estados Unidos, Canadá, Alemania y Países Bajos, que han escogido las ideales condiciones de Arinaga para probar sus creaciones gracias a sus aguas claras y el fondo sólido con arena, además del apoyo logístico del Ayuntamiento de Agüimes.

La 'Gran Canaria Invitational' está promovida por la Universidad de Ciencias Aplicadas Rhein-Waal de Cléveris (Düsseldorf, Alemania) con la participación de la École de Technologie Supérieure de Quebec (Montreal, Canadá), la Florida Atlantic University (Boca Ratón, Estados Unidos), la University of Victoria (Canadá) y el equipo de la Universidad Técnica de Delft y la Universidad Libre de Amsterdam (Países Bajos).

La prueba cuenta con la colaboración del Ayuntamiento, por lo que el alcalde, Óscar Hernández, acudió hoy al muelle de Arinaga para comprobar los primeros ensayos de los estudiantes.

Es una competición en la que se ponen a prueba sus conocimientos de ingeniería y a la vez la resistencia del piloto, quien en un espacio casi claustrofóbico, lleno de agua y con oxígeno, tiene que dirigir la navegación. La propulsión se consigue mediante hélices situadas en la popa, movidas a pedales, en combinación con palas biomiméticas.

De esta forma, tienen que descender entre cuatro y cinco metros para realizar el recorrido que le plantean cada día, desde 100 metros en línea recta hasta 400 metros en forma de U, que es el previsto para la jornada final.

Estos submarinos, de entre 2,9 y 4,2 metros de eslora y un diámetro máximo de 90 centímetros, pueden alcanzar hasta 7 nudos, unos 14 kilómetros por hora. Es decir, entre tres y cuatro veces más rápido que un nadador. Además, pesan entre 65 y 120 kilos vacíos y con agua entre 600 y hasta 1.000. El diseño más simple ha tenido un coste de 3.000 euros, que puede llegar hasta los 10.000, como es el caso del que trae la Universidad de Florida.

Estos certámenes universitarios se desarrollaban habitualmente en piscinas, hasta que el pasado año hicieron en Agüimes la primera prueba de navegación en el mar. La idea es volver el próximo año con más países participantes, incluso con algún equipo español, que podría ser de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, con la que ya están en conversaciones.

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