El patrimonio inmaterial de Ingenio, en riesgo

Eliana Gutiérrez explica que la base de este proyecto está vinculada al reconocimiento y valoración de las personas mayores como portadores de una experiencia y sabiduría vinculada a los elementos y expresiones que integran el patrimonio cultural inmaterial del municipio de Ingenio. Las tradiciones orales, la toponimia, las danzas y música tradicionales, la alimentación tradicional, los conocimientos relacionados con la tierra y los animales, las plantas medicinales y otras formas de medicina no convencional, la religiosidad popular, la artesanía, los deportes y juegos tradicionales, los festivales o los espacios culturales del municipio son algunos de esos saberes tradicionales que hay que preservar.

«Todo este saber que hemos recopilado a través del trabajo de campo y por medio de la aplicación de métodos etnográficos con herramientas como las entrevistas nos ha permitido obtener valiosa información que ha sido la base para la construcción del Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial del municipio de Ingenio, que está alojado en un aplicativo virtual con más de 50 fichas de inventario de cada uno de los elementos que componen este patrimonio y en una página web donde se puede hallar toda la información relacionada con el proyecto», explica la antropóloga colombiana.

El proceso metodológico de esta iniciativa se basó en otras experiencias de inventario llevadas a cabo a nivel mundial y nacional, como el Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial de México o el Archivo del Patrimonio Inmaterial de Navarra. A partir de la revisión y estudio de estas experiencias y de las categorías establecidas por la UNESCO en la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial del año 2003, «definimos las categorías patrimoniales del patrimonio inmaterial de Ingenio que fueron la base del cronograma de actividades», añade Gutiérrez.

Tradiciones y expresiones orales, usos sociales rituales y actos festivos, música, danza y teatro tradicional, deportes y juegos tradicionales, técnicas artesanales tradicionales… Así hasta llegar a analizar aproximadamente 80 elementos del patrimonio cultural inmaterial en el municipio de Ingenio. «Algunos de estos elementos, expresiones o manifestaciones ya han desaparecido, pero permanecen en la memoria de las personas mayores; otros elementos están en riesgo de desaparecer y otros se conservan, aunque han sufrido ciertas transformaciones», aclara la investigadora del proyecto.

Durante el siglo XX, muchos elementos del patrimonio cultural inmaterial seguían vivos porque formaban parte de la sociedad tradicional, cobraban fuerza en el día a día, en la cotidianidad de los habitantes del municipio. A partir de los cambios hacia una sociedad moderna (finales del siglo XX) los elementos, saberes y expresiones de este patrimonio inmaterial fueron desapareciendo, según ha consignado el estudio, por el desuso de los mismos, por los cambios generacionales, por las tecnologías aplicadas en algunas labores, por la expansión de Internet, por las modas foráneas que se superponían sobre lo tradicional y por la muerte de las personas guardianas esa tradición.

«A partir de todo esto realizamos un 'estado del arte' del patrimonio cultural inmaterial de la Villa de Ingenio», explica la antropóloga, «y este análisis nos permitió darnos cuenta de que este tipo de patrimonio ha desaparecido o está en riesgo de desaparecer si no se implementan estrategias reales para su conocimiento, rescate, valoración, salvaguardia, transmisión y difusión. La salvaguarda de este patrimonio depende mucho de procesos educativos, no sólo en el ámbito escolar, sino en los hogares, asociaciones e instituciones y también de la voluntad política de quienes lideran las administraciones municipales», recomienda la investigadora.

Especialmente valorados en esta investigación son los testimonios de las personas entrevistadas. «A través de su experiencia y su palabra nos compartieron información relevante que puede servir como herramienta pedagógica y didáctica y como una apuesta para la ciudadanía, para las organizaciones y para la administración de cara al conocimiento, recuperación, valoración, promoción, difusión y salvaguarda de este invaluable patrimonio cultural intangible que posee el municipio», asegura Eliana Gutiérrez.

«Mi intervención es inicialmente la de aprendiz», aclara la antropóloga colombiana. «Al no ser del municipio de Ingenio, cada encuentro con cada persona entrevistada es un mundo abierto que se abre para mí y para los compañeros del equipo. Escuchamos, aprendemos y reconocemos el valor que tiene la sabiduría de las personas que nos transmiten sus historias, su legado, el saber y la experiencia».

Su compañero en el proyecto, Aday Segura, se califica a sí mismo de «espectador de todas las historias humanas que hemos descubierto en este proyecto». Posteriormente ayudan en el ámbito gráfico (edición, transcripción, montaje de vídeos) con el propósito de que toda esta información no se quede sólo en archivos.

«Estamos en la tercera fase del proyecto, en la fase final», explican los investigadores. «Continuamos realizando algunas entrevistas y llevaremos a cabo todo el proceso de sistematización para la puesta en marcha de la difusión del proyecto en diversos espacios y eventos, sobre todo académicos».