Microislas, el oasis que salva a las aves

No es precisamente raro encontrarse aves muertas, muchas veces por ahogamiento, en estanques y presas de la isla. Se meten en el agua para aliviar su sed o refrescarse, pero una vez dentro son incapaces de salir y terminan ahogándose. La denuncia en 2020 de un colectivo en Valencia, Adensva, abrió los ojos en España respecto a un impacto que hasta ahora se había normalizado y que podría estar haciendo estragos entre las aves protegidas. En este contexto surge el proyecto Microislas, puesto en marcha por Fénix Canarias, una asociación sin ánimo de lucro compuesta por profesionales con vocación forestal que se ha tomado en serio este problema y que lidera una propuesta experimental para ofrecer una alternativa que salve a las aves.

Microislas busca reducir el riesgo para estos animales mediante la instalación de islas flotantes octogonales y modulares, fabricadas con materiales reciclados y cubiertas de flora nativa, en estanques, embalses y balsas de Gran Canaria, y también en la Charca de Maspalomas, en San Bartolomé de Tirajana. Las hay de tres tamaños, desde 8 metros cuadrados a 50 centímetros de área, en función del depósito de agua. Estas islas, a modo de oasis salvavidas, permitirán a las aves descansar, beber agua y retomar el vuelo de manera segura. En el caso de la colocada en la charca, que figura entre las más grandes, se espera que contribuya a que algunas aves, como el Chorlitejo patinegro ('Charadius alexandrinus'), nidifiquen lejos de gatos y otros posibles depredadores terrestres.

La iniciativa, que contempla colocar 11 microislas, es un proyecto piloto que llevará seguimiento ornitológico a cargo de Domingo Trujillo y que se verá complementado por las fotos que enviarán las cámaras de fototrampeo instaladas en la superficie de estas estructuras. La idea es dejarlas sine die, pero su estudio se prolongará durante dos años. Por lo pronto, ya se ha detectado que están siendo usadas por mirlos, garzas reales, martinetes o pollas de agua.

Este proyecto ha sido posible gracias a la financiación de CaixaBank y Fundación La Caja de Canarias tras quedar seleccionado en la Convocatoria de Medioambiente 2023 y cuenta con la colaboración del Cabildo, institución que, no en vano, ha recibido un escrito de la Unidad de Medio Ambiente del Ministerio Fiscal a escala nacional en la que se le insta a que adopte medidas tendentes a mitigar este problema.

Este organismo ordenó a todas las comunidades una inspección de sus balsas contra incendios y de regadío para comprobar la presencia de fauna protegida ahogada, lo que llevó a que la Unidad Adscrita de Agentes Forestales y Medioambientales (Uafoma) hiciera un estudio para Canarias que detectó en 2023, tras 2.173 inspecciones, que el 2,2% de los embalses de las islas presentaba aves ahogadas, porcentaje que solo contabiliza las que vieron los agentes.

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