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Herminia Hernández atendió a Cristina Comas y Elizabeth Rodríguez en donde llegó a a haber una carnicería. Cober

Memoria viva de Santa Lucía de Tirajana, a pie de calle

El casco del pueblo acogió un campus de historia social que busca conectar la vida común de sus gentes con los episodios históricos que les tocó vivir

Gaumet Florido

Santa Lucía de Tirajana

Domingo, 21 de septiembre 2025, 22:40

A Herminia Hernández (1933) y a sus hermanos los sacó adelante su madre, una mujer muy luchadora que se quedó viuda muy pronto y que sobrevivió tras la barra de una tienda en Santa Lucía de Tirajana. Cesáreo López, de su misma quinta, es el menor de 7 hermanos y es el único que nació en el pueblo. El resto vino al mundo en Cuba, a donde emigraron sus padres. Sus historias ya no serán solo patrimonio de sus familias. Contribuirán a contar la memoria de su propio pueblo.

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Sus testimonios darán forma al trabajo que resultará del I Campus de Historia Social de Santa Lucía de Tirajana, que tuvo lugar del 10 al 14 de septiembre pasado y que ha sido impulsado y financiado por el Ayuntamiento. «Este es un proyecto que intenta construir la historia vinculada a la vida cotidiana de la gente común», explica su director, Juan Manuel Brito, doctor en Historia. Es una iniciativa del Laboratorio de Historia Social y Ciudadana, que desarrolla el Centro de Estudios y Difusión del Atlántico (CEDA), con la colaboración de la Facultad de Geografía e Historia y el Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Charla preparatoria al alumnado de Leví Ramos y Juan Manuel Brito. Debajo, el concejal con Cesáreo López y éste último en un primer plano. Cober

«Comíamos potaje todos los días; la poca carne que se comía era la de los animales que se criaban en casa», cuenta Herminia, sentada frente al mostrador de lo que durante un tiempo fue la carnicería del pueblo, montada por uno de sus hijos en la casa donde ella vive. A Herminia la entrevistaron Cristina Comas y Elisabeth Rodríguez. Ambas son alumnas del campus, al que se inscribieron 18 personas, entre estudiantes y graduados en Historia que fueron los encargados de hacer las 30 entrevistas a personas de más de 65 años que darán contenido a este proyecto.

«La mayor parte de la gente piensa que su vida no es importante, pero la historia es la historia de la gente»

Juan Manuel Brito

Doctor en Historia, profesor de Historia Contemporánea de la ULPGC e investigador del CEDA

«La mayor parte de la gente piensa que su vida no es importante, pero la historia es la historia de la gente; es uno de los objetivos de este campus», abunda Brito, que es también profesor de Historia Contemporánea en la ULPGC e investigador del CEDA. Por lo pronto, a los vecinos les ha seducido la idea. Les atrae que interese lo que tienen que contar. «Ayer se comentó en misa que íbamos a hacer este trabajo y ahora no paran de llamarme, la gente quiere participar», contaba Ramos, alma mater municipal de este proyecto, hijo del casco y edil asignado a esta zona. «Aquí hay muchos relatos, mucha historia que no está documentada; buscamos que no se pierda».

Y la idea también es que esos testimonios personales sirvan de base para contextualizar el impacto en las vidas de a pie de fenómenos históricos colectivos, para ver cómo la historia atraviesa la vida de las personas. Cesáreo, por ejemplo, es memoria viva de la emigración canaria, pero también de las consecuencias del éxodo rural. Se crio labrando tierras y cuidando vacas, las que tenía su familia, pero su hoja laboral se vio afectada por los cambios económicos que han vivido las islas y se jubiló ya como cobrador de Salcai-Utinsa, las dos compañías que precedieron a Global en el transporte público de guaguas.

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Otros tres momentos de uno de los días del trabajo de campo del campus. Cober

Con Cesáreo hablaron Carlota Bolaños y Raúl Fleitas. A ellos, como al resto, les tocará ahora sistematizar y analizar las entrevistas para identificar patrones y claves. Esta metodología, abiertamente participativa, les saca de las bibliotecas y los archivos y los conecta con la calle, que es, en parte, lo que buscaban.

«Me apunté a este campus por tener una experiencia práctica en el campo de la etnografía y de la historia oral», apunta Elisabeth Rodríguez. Además, ella es del municipio y le suenan las historias de Herminia y Cesáreo. «Mis abuelos han vivido de los tomateros, en cuarterías», explica.

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A Raúl Fleitas, por su parte, también del municipio, de Vecindario, le movió más un deseo de acercarse y conocer un poco mejor el casco de su localidad. «Además, con este proyecto podemos desarrollar las habilidades que hemos aprendido en varias asignaturas de la carrera, y sacar la historia de la gente, no solo la que viene en los libros», argumenta con la perspectiva que le da contar ya con el grado en Historia.

Juan Manuel Brito avanza que todo este material formará parte de un gran archivo de fuentes orales y que a partir de todo esto grabarán un documental para que sirva también como un reconocimiento a todos los que han colaborado. La previsión, y el deseo, del edil Leví Ramos y de los investigadores es que el material esté listo para la Romería de Los Labradores de este año, en diciembre.

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Una iniciativa que ha contribuido a dinamizar el pueblo

Este proyecto no solo dejará un documental y un informe sobre la memoria oral de Santa Lucía de Tirajana. También ha contribuido a dinamizar durante cinco días la vida y los negocios del pueblo. Todo el equipo hizo una inmersión en el casco. Pasó los días alojado en el Aula de Naturaleza de Las Tederas. Pero, además, ha descubierto este caserío para algunos de sus miembros, como a Cristina Comas. «Nunca había estado aquí, así que ha sido una oportunidad para conocer más mi isla».

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