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Procesión de la Virgen del Carmen entre las chabolas de El Confital. Francisco Socorro / Vídeo: Arcadio Suárez

Las Palmas de Gran Canaria

La vieja playa en blanco y negro

Francisco Socorro escarba en su archivo y presenta en el Victoria una exposición sobre Las Canteras y su peculiar microcosmos de finales del pasado siglo

David Ojeda

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 8 de octubre 2023

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Hubo un tiempo en que Las Canteras mantenía el aspecto de un pueblo de pescadores. Sobre todo camino de La Puntilla, donde las casas todavía acariciaban el reboso y el recorrido hacia El Confital era una senda terrosa rumbo a una superpoblación de chabolas. Esa época fue retratada por Francisco Socorro, durante muchos años fotoperiodista de este periódico. Socorro ha sacado de su archivo toneladas de su negativos de aquellos años, todos en blanco y negro, y ha extraído una selección para la exposición que desde este lunes se podrá visitar en el Real Club Victoria.

Son 50 imágenes impresas en el tamaño que ocupa un A3. Medio centenar de fotografías analógicas, reveladas en cubetas, y en blanco y negro. Concretamente de un periodo de tiempo comprendido entre 1986 y 1998. Antes de que el periódico empezara a imprimirse en color.

Su autor quiere compartir la memoria de aquellos años de oficio y vida. De aquella ciudad que ya se convirtió en otra, tal vez más luminosa, seguramente menos diversa. «Son fotos que sirven de testimonio y de recuerdo, en las que se puede apreciar la transformación de Las Canteras y su entorno. Santa Catalina, La Isleta, Guanarteme. Está hasta la única ocasión en la que la procesión del Carmen se realizó en El Confital. Recorriendo las chabolas», explica el reportero gráfico.

Francisco Socorro, además de fotógrafo, fue docente de filosofía. Eso dio un matiz singular a su mirada detrás del objetivo. Antiguo secretario de la Agrupación Fotográfica con Ildefonso Bello como presidente, rechazó varias propuestas de Torro Micó, antiguo director de esta cabecera, para incorporarse al periódico. Lo hizo por miedo. Por sentir el veneno de la imagen y el oficio. Aceptó al final. Y sucedió justo lo que esperaba.

«Con todos mis respetos para el digital y el color, la foto en blanco y negro tiene una magia inigualable. Incluso en el proceso. Aquel momento en el que descubrías por primera vez cómo aparece la foto en el líquido. Esa sensación me atrapó para dedicarme a la fotografía», rememora.

Socorro hizo de todo. Entrevistas, reportajes, encuadró a políticos, músicos o futbolistas. Pero de alguna forma fue acumulando instantáneas de la vida a pie de playa, el ineludible pulmón de Las Palmas de Gran Canaria. «Una de las cosas que me gustaba mucho en aquellos reportajes que se hacían en verano era retratar la actividad de los pescadores de las barquillas de La Puntilla. Siempre les tomaba fotos en las llegadas o cuando estaban separando las redes. Pero, claro, eran pescadores que no conocía personalmente. Y en el Victoria sí los conocen y hemos propuesto la idea para la exposición de que la gente identifique a esas personas, haciendo una planilla con cada foto para que apunten los nombres de esas personas», cuenta.

Pescador en su barquilla en La Puntilla. C7

Sus imágenes emocionan. Levantan acta de otra época. La playa no estaba todavía completamente urbanizada. El paseo estaba gastado y oscuro. Pero allí andaban todos los personajes de la época. «Los tres manolos», como los llama Socorro, estarán presentes. Vieira, Padorno y García, el creador del carnaval. Figuras emblemáticas.

También todas esas vidas anónimas que llenan de vida Las Canteras. Los cursillos de verano del Victoria, el vendedor de helados, los grupos de amigos de toda la vida que cada día repetían tertulia en pedazos de muro mientras se adoquinaba la avenida. Las casas de madera de La Isleta.

Un microcosmos como no hay otro en la ciudad. «Puede parecer que me he reducido a un espacio limitado para esta exposición, pero es que están tan presentes tantos lugares como personas»; significa.

Chabolas en El Confital. Francisco Socorro

La criba del material realizada por Socorro le ha propiciado un viaje por la nostalgia, un trabajo de recopilación que le ha recordado momentos y espacios de gran relevancia en su trayectoria. «Nunca fui muy ordenado con los negativos porque no me sobraba el tiempo. Así que muchas veces enrollaba los negativos e iban directos a la lata, durmiendo algunos de ellos el sueño de los justos más de 30 años. Por eso también fue muy emocionante enfrentarme a este proceso. Estas fotos representan mucho porque permiten mantener la memoria de cómo eran las cosas», subraya el autor.

Esta exposición, que lleva por título 'Miradas desde el Victoria', fue inaugurada en la sede del histórico club este lunes. Durante un mes estará expuesta con las 50 imágenes citadas y en unas pantallas se irán repitiendo una sucesión de unas 280 imágenes en bucle, también sacadas del archivo de Paco Socorro. Joyas que atestiguan un tiempo y que en ese blanco y negro ofrecen matices diferentes de su tiempo. El recuerdo de una playa, la playa de nuestras vidas, y de las personas que la disfrutaron.

Las fotos expuestas se podrán comprar y lo que se recaude con ello será destinado a la asociación Pequeño Valiente.

Manolo Vieira sobre una tabla de windsurf. C7

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