Tres testigos afirman que el descuartizador y su esposa eran un matrimonio «conflictivo»
Dos vecinos y un jardinero de los apartamentos donde Miguel Gallego asesinó a María Dolores en 2020 escuchaban «gritos» y «peleas»
Aday Martín Santana y Francisco José Fajardo
Las Palmas de Gran Canaria
Viernes, 7 de noviembre 2025, 08:19
La investigación alrededor del asesinato de María Dolores Illán Méndez a manos de su esposo Miguel Gallego Pousada, quien confesó haberla golpeado en el transcurso de una discusión para después descuartizar su cuerpo y repartirlo por Playa del Inglés el 18 de abril de 2020, entra en su recta final con las declaraciones de tres testigos –el jardinero de los apartamentos Aída, donde ocurrió el terrible crimen y dos vecinos– ante el Tribunal de Instancia de la Sección de Violencia sobre la Mujer número 1 de San Bartolomé de Tirajana, encargado de la instrucción de este procedimiento. El hombre se encuentra en prisión provisional por este crimen machista desde febrero.
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«Desde la piscina se veía el apartamento de ambos y solo vi una vez a María Dolores pegarle a él. Ella era muy agresiva... Me da pena decirlo pero es la realidad», declaró un testigo en esta fase de instrucción del procedimiento. «Cuando les veía bailando les notaba muy bien, por eso le llamaba la atención que ella se enfadase tanto con él», añadió.
En esta misma línea se mostró otro vecino que declaró también como testigo. «En las discusiones gritaban muy alto, a él siempre lo veía muy tranquilo, respondió a preguntas de Juan Rafael Martín Hernández, letrado de la defensa en sede judicial. «Todos los vecinos hablaban del comportamiento de la pareja», finalizó.
A su vez, el antiguo jardinero de los apartamentos ubicados en la calle Helsinki también prestó testimonio en sede judicial. El mismo afirmó que conocía al matrimonio formado por Miguel Gallego y María Dolores Guillán. «Oía los escándalos entre ellos desde la piscina. Todo el mundo lo escuchaba», afirmó. «Incluso alguna vez Miguel Gallego me pidió disculpas por los ruidos. Nos imaginábamos que ella le pegaba a él, alguna vez lo vi con algún arañazo en el brazo, pero yo nunca le vi a ella agredirle a él», sentenció en su comparecencia.
Esto reafirma, en cierto modo, la tesis mantenida por el asesino en su declaración ante el juzgado meses después de su detención el pasado 11 de febrero. «Ella vino de la calle fuera de control, dando voces, gritos, y yo le pregunté qué le pasaba, y ella dijo que era la policía, que eran unos cabrones», dijo. Afirmó que recibió golpes: «Empezó ella a darme hostias sin más. Yo le dije que ahora tenía yo la culpa de lo que le habían hecho a ella. Me golpeó y la cogí de las manos para que no me siguiera pegando», aseveró a preguntas de su abogado Juan Rafael Martín Hernández.
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Sin embargo, las hijas del matrimonio manifestaron en sede judicial –adelantado en exclusiva por este periódico– que su padre las maltrataba físicamente llegando incluso a propinar «palizas», aunque negaron haber presenciado agresiones hacia la víctima. Ambas señalaron el pasado abril que vivieron una «infancia tormentosa» marcada por el carácter autoritario y agresivo de su padre. También contaron que su madre también había sido víctima de maltrato psicológico, que estuvo bajo tratamiento psiquiátrico y que ella incluso llegó a marcharse de su casa desapareciendo tres veces. Afirmaron que el investigado ejercía violencia física y psicológica dentro del hogar. Una de las hijas explicó que su padre «nos había pegado alguna vez y nos hacía mucho machaque psicológico».
Los hechos
Según los investigadores, María Dolores, de 59 años, fue asesinada por su esposo en el apartamento de la calle Helsinki y despedazada en fragmentos de pocos centímetros. Durante los días posteriores, el acusado se deshizo de los restos arrojándolos en la vía pública, aprovechando los escasos momentos en que podía salir de casa ya que era la época del confinamiento por la pandemia.
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Las claves
¿Quién? Miguel Ángel Gallego, de 70 años y ex guardia civil, confesó en sede judicial que asesinó a su mujer para luego descuartizar su cuerpo y esparcirlo por Playa del Inglés.
¿Cuándo? El crimen ocurrió el 18 de abril de 2020, en época de confinamiento por la pandemia. Fue detenido el pasado 11 de febrero.
¿Cómo?Protagonizaron una pelea donde ella se cayó y se golpeó la cabeza contra el suelo. Luego descuartizó el cuerpo de la víctima, todo ello según el relato del acusado.
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