El Secadero denuncia su encierro

El pasado 28 de julio la Consejería de Obras Públicas e Infraestructuras, Arquitectura y Vivienda del Cabildo de Gran Canaria informaba en un comunicado de la puesta en marcha «de los trabajos y obras necesarios para acondicionar un acceso seguro para los peatones desde el barrio de El Secadero, en Las Palmas de Gran Canaria, y las paradas de guagua situadas junto a la carretera general GC-110, Carretera del Centro, únicos puntos de recogida y salida de viajeros entre este barrio y la zona baja de la capital». Una zona que se vio despojada de la pasarela peatonal que tenía en el verano de 2018, cuando un camión se empotró contra ella y hubo que desmontarla.

En ese documento se señalaba que la intervención estaba «consensuada técnicamente con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria siguiendo las indicaciones y peticiones de los residentes» en ese barrio de la capital.

Así las cosas, los trabajos comenzaron el pasado viernes y el domingo ya estaba pintada la isleta y la línea continua que desde ese momento impiden tomar el carril izquierdo para realizar el tradicional cambio de sentido a la salida del barrio para dirigirse a la parte baja de la ciudad, y que obliga al tráfico rodado a continuar por el de la derecha hasta Tafira Baja para efectuarlo.

Una situación que no ha sido bien acogida por unos residentes que se concentraron en la mañana de este viernes y pararon el tráfico por momentos para mostrar su descontento con una medida que entienden va a afectar también a empresas del entorno y a núcleos cercanos como El Batán y San Roque. Y es que temen que con el inicio del curso escolar la zona se convierta «en un caos» y los vehículos opten por tomar el paso por esos núcleos como alternativa.

«Estamos decepcionados porque teníamos la esperanza de que esto iba a ser la solución a esta situación grave de peligrosidad, y lo que hemos visto es un gran número de perjudicados y afectados porque han cerrado el barrio, y no solo este, sino El Batán, San Roque, Cofarca, las empresas que trabajan aquí. Por eso pedimos buscar la mejor solución para que todos salgamos beneficiados y que respeten la línea discontinua», plantea Marta Medina, secretaria de la asociación de vecinos Guaxara, que se hace eco de la demanda de quienes reclaman volver a la situación original de la vía.

«Este es un barrio de personas mayores y si hay una emergencia, la ambulancia va a tener que ir hasta Tafira para poder dar la vuelta», se queja Tina Santana, una residente que recalca que también supone un problema a la hora de hacer uso del servicio de taxi. «¿Cuánto te va a cobra un taxi ahora de aquí a Las Palmas?», cuestiona.

«Esto es un caos, no es normal que nos hayan trancado de esta manera», critica Fina Guerra, otra vecina que no comparte la actuación acometida por el Cabildo.

Respecto al nivel de información de que disponían sobre lo que se iba a hacer en la zona, Antonio Ortega, representante de la entidad vecinal, comenta que en la vista que realizó el consejero insular de Obras Públicas, Augusto Hidalgo, no se les avanzó nada. «Vino a hacernos la pelota», dice.

Marta Medina también lamenta que «no hayan tenido en cuenta a los vecinos a la hora de hacer ese proyecto, porque somos nosotros los que tenemos las necesidades y vemos el día a día del barrio, para planificar la mejor solución para todos». De ahí que reclame que se les tenga en cuenta de cara a desarrollar el proyecto de futuro que tiene el Cabildo para la zona.

Otros residentes como Francisco Morales inciden en el problema que este cambio en la ordenación del tráfico va a tener en este núcleo cercano, especialmente de cara al inicio de la actividad lectiva. «Si bajamos por el Batán lo colapsamos y si vamos a Tafira Baja, lo mismo por el Sagrado Corazón, además de que hay unos 60 furgones de Cofarca que salen todos los días al reparto, además de los camiones que traen la medicinas y los trabajadores del Ayuntamiento de La Favorita», dice tratando de explicar el complicado panorama que asegura les aguarda en El Secadero. «Cuando empiecen las clases, a ver cómo vamos a salir del barrio», señala.

También José Ceferino Marrero cree que la reordenación del tráfico perjudica a El Secadero y a los barrios próximos. Y propone una solución: «para el Archivo General del Cabildo solo pasan cuatro coches, pues que hagan un pequeño ceda el paso y con una latita de pintura hagan unos cortes en la carretera para que El Secadero, el propio Ayuntamiento, El Batán, San Roque, Cofarca, puedan bajar» a la ciudad.

Desde la Dirección Insular de Conservación de Carreteras, su responsable, Fernando Hidalgo, señala que con esta actuación se ha «primado la seguridad vial de las personas» frente «a la comodidad» de quienes circulan en coche, que asegura solo ven incrementado el tiempo de trayecto «en 3,5 minutos».

Además, recalca que la intervención no ha acabado y comprende la instalación de un paso de peatones y un camino que atravesará las barreras, además de la construcción de una plataforma para la guagua que circula en sentido Tafira-Las Palmas y una marquesina que pondrá la Autoridad Única del Transporte.

Indica también que la actuación se acomete «por fases», que ha comenzado «por lo más sencillo» y estará culminada «a finales» de mes.

Por último, recuerda que esta acción «es un medida provisional» pues hay un proyecto a medio plazo en estudio para intervenir en la GC-110, desde la Casa del Gallo al cruce de Las Brujas.

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