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Vecinos del risco reclaman la poda del árbol de la plaza José Casañas. Cober
Las Palmas de Gran Canaria

San Nicolás tiene una pregunta: «¿Cuándo van a podar los árboles?»

Vecinos del risco capitalino denuncian el estado del ejemplar de la plaza de José Casañas, con ramas que tocan las casas, mosca blanca y raíces que levantan el firme | Aseguran que es la prueba del abandono municipal que sufren sus zonas verdes y que siguen a la espera de que se actúe en el ficus de la ermita

Rebeca Díaz

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 9 de noviembre 2025, 05:00

La plaza de José Casañas Hernández, un pequeño espacio que se ubica a la altura del 118 de la calle Real de Castillo, ejemplifica el «abandono» que sufren las zonas verdes del risco de San Nicolás, según denuncian los propios vecinos de este enclave histórico de Las Palmas de Gran Canaria.

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«Este árbol lleva más de dos años sin podarse, las ramas están llegando ahora mismo a las ventanas de las viviendas y está lleno de moscas blancas y otros insectos que entran en las casas de los vecinos», expone Israel Medina, presidente de la asociación vecinal y cultural Cofiris de San Nicolás, sobre el estado del laurel de Indias que se sitúa en ese entorno y que, señala, «es el ejemplo claro del abandono de la Concejalía de Parques y Jardines con nuestros árboles y las zonas verdes del barrio».

Considera que la elección de un laurel de Indias para ocupar el espacio que dejó un árbol anterior que «se partió», no fue la mejor por las dimensiones de la plaza. Y es que apunta que las raíces han rajado el banco que lo rodea y han levantado el firme de la propia plaza y sus alrededores.

«Este árbol no era para que lo hubiesen puesto aquí, tenían que haber puesto uno más pequeño», incide sobre el tema pues asegura que «ha habido caídas» por el desnivel que presenta el suelo. «Está levantando todo el pavimento y las baldosas y aquí viene la gente por la tarde y tropieza», expone.

«No me acuerdo de la última vez que podaron las ramas», comenta José Santana mientras pasea a su perro por las inmediaciones de la plaza Antonio Casañas, de la que es vecino y por tanto afectado. «Se me meten los bichos, sobre todo por esa ventana», dice señalando la parte de su vivienda que mira a la calle Real del Castillo.

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Estado del entorno de la ermita de San Nicolás y el árbol de la plaza de José Casañas, que toca las casas. Cober

Recalca también el modo en que las raíces están afectando al entorno. «Se va a cargar la plaza, la calle, las casas y todo», comenta en alusión al modo en que sus raíces está afectando al entorno.

«Al final se carga toda la plaza y hasta la calle, porque va creciendo. Y es que si te das cuenta, la acera se está desprendiendo», explica Marusa Trujillo, otra residente crítica con la gestión municipal que recuerda que junto a la plaza «vive un señor con una traqueotomía» que se ve perjudicado por la presencia de la mosca blanca y otros insectos.

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Por su parte, fuentes autorizados de Parques y Jardines aseguraron a este periódico que el referido árbol «se podó por última vez» el 15 de noviembre del pasado año y que «no está en conflicto con ningún elemento», así como que «no tiene presencia de plagas destacables ni requiere de intervención especial». Además, señalaron que si hay «problemas en las aceras» las «labores de mantenimiento» corresponden a Vías y Obras.

Pero los residentes en el risco mantienen su disconformidad con la manera de actuar desde el Consistorio. «A mí me dijo la concejala que los árboles ni se podan ni se riegan. Será nuevo», apunta Marusa Trujillo sobre una conversación que dice tuvo con Gemma Martínez Soliño, en el encuentro que mantuvo con residentes en el risco para informarles de las acciones que a emprender para conservar el ficus centenario de la ermita, en enero.

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Confiesa que no entiende la falta de atención que se presta a un barrio que despierta interés entre quienes visitan la ciudad. «Aquí viene mucho turista porque los tuk tuk los llevan por aquí y se paran para sacar fotos».

Además, el descuido de las zonas verdes se extiende a otras zonas del barrio, confirman los afectados. «El Hospital Militar, por detrás, da pena», apostilla Paca Rosa Suárez, justo después de hacer la compra para el potaje de berros que va a preparar en cuanto llegue a su casa, en la parte de los bloques del barrio, donde dice también impera la dejadez.

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Ejemplares de la plaza de José Casañas y plaza del PIlar. Los vecinos muestran el daño de las raíces en el pavimento. Cober

Israel Medina señala que de esta situación no se libra ni el ficusde la ermita. «Once meses y seguimos esperando por la solución que nos contaron en enero», dice sobre la actuación prevista desde Parque y Jardines para instalar una estructura que garantice la estabilidad del ejemplar.

Añade que el árbol que hay en la plaza del Pilar, frente a la ermita, tampoco corre mejor suerte y que se ha cansado de preguntar: «¿Cuándo se podan lo árboles del barrio?». Pues parece que «nunca entran en la programación» que desde el Ayuntamiento le aseguran existe, mientras se actúa en otros barrios que cree tienen menos urgencia.

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Las fiestas, a las puertas

Así, recuerda que el día 20 de este mes arrancan las fiestas en honor a San Nicolás de Bari, el patrón del risco, y «hay que poner banderas», lo que de momento no es factible.

También recuerda que «tenemos la reafirmación del hermanamiento con Sardina del Sur, porque compartimos patrón. El año pasado fuimos nosotros hasta allí y ahora vienen ellos, el día 23. Pero es lamentable el aspecto en el que va a estar», dice sobre los alrededores de la ermita que presenta un gran socavón fruto de las catas del consistorio.

Una tubería centenaria

Desde el Ayuntamiento, se asegura respecto a la actuación en el entorno de la ermita, que «para poder instalar un sustento efectivo» debían tener «datos topográficos exactos del subsuelo», lo que «ha supuesto una dificultad que ha retrasado los trabajos». Pues, como añaden, «el espacio donde se encuentra el árbol es un emplazamiento histórico por el pasa una tubería centenaria, construida por los ingleses», que «abastece a gran parte de la ciudad, llegando incluso al Rincón» y que «el problema es que los datos de los que disponía el Ayuntamiento sobre su emplazamiento eran esquemáticos y carecían de la precisión necesaria para la realización de la obra».

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Dada la dificultad que eso entrañaba, se señala que «desde Parques y Jardines se contrató una empresa de georradar que, sin levantar el terreno, ha monitorizado todo el espacio y dará la información detallada de lo que se encuentra en el subsuelo». Y que «en función de esos datos, se podrá abordar un nuevo rediseño del soporte con las garantías necesarias».

«Existen dificultades por la tipología del territorio histórico donde se va a actuar y eso ha retrasado la colocación del sustento en el ficus, que sigue siendo nuestra prioridad, ya que es un árbol singular con mucho valor para el barrio y para la ciudad. No hemos parado de trabajar. Empresas especializadas están trabajando en la resolución y confiamos en que se resuelva antes de que termine el año», asegura la concejala Martínez Soliño.

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