San Lorenzo «no se cuenta, se siente»

Acompañada de familiares, amigos, vecinos y compañeros del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Yasmina Pereira leyó la noche de este viernes el pregón con el que arrancan oficialmente las Fiestas de San Lorenzo, que se van a desarrollar hasta el 17 de agosto y celebran el 35º aniversario de su consideración como Fiestas de la Ciudad.

Un pequeño recorrido histórico por las fiestas de este enclave capitalino que lleva a gala su condición de pueblo fue el inicio de la lectura de un texto cargado de recuerdos, vivencias y una emoción que en muchos momentos fue imposible contener.

Esta hija de San Lorenzo, veguetera de nacimiento, compartió con los asistentes un recorrido vital que, dijo, no difiere del de muchos laurentinos. «Mi historia, como la de tantos de ustedes, se entrelaza con estas calles, con sus gentes y con sus tradiciones», refirió.

«Con humildad, con orgullo y con todo el corazón» comenzó el encargo de iniciar unos festejos que marcan el verano en Gran Canaria y la vida en San Lorenzo.

«Este año, también, la Iglesia Universal conmemora el 1.800 aniversario del nacimiento de nuestro Santo Patrón en la ciudad de Huesca. Asimismo, se cumplen 385 años de la colocación de la primera piedra de nuestro Templo Parroquial», dijo sobre otras dos efemérides que concurren este año.

La pregonera dedicó su intervención a su madre, la hija de Lorenzo 'el Rey' y de Lalita y «la persona más importante de mi vida». Pero también tuvo palabras de recuerdo para «Pepito el cobrador, hijo de Antonia y Pepito» y «una de las personas que más profundamente amó este pueblo: mi padre».

A partir de ahí, inició un camino que la llevó a desgranar momentos de infancia con alusiones a su abuela Lalita, a sus 19 primos y al resto de una familia de la que presumió. «Tengo una gran familia a la que, este año, tengo más que agradecer. Porque en la fiesta… y también en la no tan fiesta, es cuando se descubre quién está de verdad», dijo.

Además, habló de las muchas personas que han formado parte de su vida en sus diferentes etapas y del modo en que las fiestas de su pueblo cambiaron para siempre por un hecho que la marcó, «la despedida de mi padre. Desde ese año, las fiestas nunca volvieron a ser iguales».

La pregonera se refirió a continuación a etapas más felices cargadas de amor y a un hecho que ha marcado la historia reciente de las fiestas: «su reconocimiento como Fiesta de Interés Turístico Regional. Un título que no nació de siglas políticas, sino del compromiso colectivo, de la suma de voluntades, de la pasión compartida por engrandecer a nuestro pueblo».

«Este título hace más grande a San Lorenzo, pero sobre todo hace más visible lo que ya sabíamos: que aquí hay un pueblo vivo y orgulloso de lo que es y de lo que representa», dijo antes de rendir homenaje a vecinas, amigas y familiares a los que quiso mencionar, sin olvidar a la comisión que organiza una cita única. «Porque San Lorenzo no se cuenta, San Lorenzo se siente», dijo invitando a todos a participar de ella.

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