San Cristóbal reclama que se dote al barrio marinero de una parada de guaguas segura
La asociación Nuestra Señora del Buen Viaje recuerda que no solo da servicio a los residentes en este enclave de Las Palmas de Gran Canaria sino a quienes acuden a la zona hospitalaria
La asociación de vecinos Nuestra Señora del Buen Viaje del barrio marinero San Cristóbal solicita la adecuación de la parada de guaguas que se ubica en el punto de incorporación de la calle Santiago Tejera Ossavarry de este enclave de Las Palmas de Gran Canaria, en la autovía GC-1 en sentido sur, identificada por Global como 1052.
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El portavoz de la entidad que representa a los residentes en esta parte de la ciudad, Juan Jesús Santana, explica que la solicitud que han registrado en el Cabildo de Gran Canaria –y que también han dirigido a la concejala del distrito en su afán por recabar apoyos–, no solo busca dar seguridad a los vecinos de San Cristóbal, sino a las personas que usan el transporte público para ir al Hospital Insular y al Materno, que se encuentran al otro lado de la autovía.
«No lo pedimos solamente para el barrio, sino que esta parada que linda con el barrio, con la calle Santiago Tejera, es importante por el servicio que da pues en ella se apean muchos usuarios de transporte público para acceder a los hospitales. Aquí, aproximadamente, se apean unas 600 personas diarias. Y la verdad es que no reúne condiciones», señala Santana.
Por eso, explica que desde la entidad que preside han solicitado al Cabildo «la ejecución y adecuación integral» de la parada y que se cree «una bahía» que «permita el estacionamiento seguro de los vehículos de transporte público sin interferir con el flujo de la autovía».
Además, piden «la instalación de una marquesina o pérgola que proteja a los usuarios del sol, la lluvia y otras inclemencias climáticas», además de «la ampliación del espacio peatonal para garantizar la seguridad y accesibilidad de los usuarios, dado que actualmente solo cuentan con una acera de 1,20 metros».
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El escrito presentado ante la entidad insular también demanda «señalización vial y luminaria adecuadas». Y en él se destaca que la intervención es «urgente debido a la alta demanda de usuarios y a la peligrosidad», tanto para «pasajeros como para conductores». Algo que afirman está documentado.
Santana señala que además se ha remitido un escrito «a la Autoridad Única del Transporte, que está valorando la situación».
Un acceso a la GC-1 con garantías para el tráfico rodado
También el barrio reclama un acceso seguro de entrada y salida a la GC-1. «Carecemos de un carril de aceleración que nos permita incorporarnos de manera segura al flujo de tráfico de la autovía, donde los vehículos transitan a velocidades superiores a los 80 km/h. Los vecinos estamos obligados a realizar incorporaciones desde un punto de parada total, sin ningún tipo de margen de aceleración, poniendo en serio riesgo nuestras vidas», dice Santana.
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Asimismo, señala que «quienes desean acceder al barrio desde la GC-1 no cuentan con un carril de desaceleración que les permita reducir la velocidad progresivamente. La entrada al barrio se convierte así en una maniobra abrupta, forzada e insegura».
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