Un salto de 20.000 kilómetros desde Las Coloradas

Todos los años, por estas fechas, los pollos de pardela cenicienta alzan el vuelo, pero muchas caen a tierra, afectadas por la contaminación lumínica que generan las ciudades. Deslumbradas y desnortadas, muchas aves acaban chocando con edificios, cables eléctricos o laderas y cayendo al suelo.

En torno a un 95% de las pardelas cenicientas que son recuperadas se salvan, mientras que el 5% restante aparece muerto debido a la gravedad de las heridas que les causa el impacto o tienen que ser sacrificadas, según los datos que maneja el centro de recuperación de fauna silvestre del Cabildo de Gran Canaria.

El dispositivo de recuperación de las pardelas cenicienta está dirigido por el veterinario Pascual Calabuig, quien estima que en la actual campaña, que se extiende desde el 20 de octubre hasta el 15 de noviembre, se han recuperado ya alrededor de 800 animales. De ellos, más de un centenar han caído en la ciudad, en puntos tan diversos como la playa de Las Canteras (donde se han contabilizado la mitad de las recogidas), el Puerto de La Luz o diferentes barrios.

«Están cayendo muchas, si bien parece que algo menos que en otras ocasiones», expuso Calabuig, quien recordó que en 2021 fueron más de 2.000 las aves que fueron devueltas al medio natural solo desde Gran Canaria.

En la suelta de este jueves estuvo presente el concejal de Turismo del Ayuntamiento, Pedro Quevedo, quien comentó que se está trabajando para tratar de atenuar las luces en la avenida de Las Canteras.

Ciudad de Mar recuerda a la ciudadanía que si se encuentran con un pollo de pardela, pueden avisar al centro de recuperación (928 351 970), al 112, a la Policía Local, o comunicarlo a los operarios municipales.