Borrar
El presidente de Insula Signa, Jaime Medina, en su taller.
El presidente de Insula Signa, Jaime Medina, en su taller. Arcadio Suárez
Viaje en el tiempo

Los rótulos históricos que «hablan» de Las Palmas de Gran Canaria

Varios comercios emblemáticos de la ciudad, que marcaron una época y hasta el carácter de la sociedad, han echado el cerrojo, pero están lejos de desaparecer. La asociación Insula Signa se encarga de rescatar su gráfica comercial y salvaguardar, así, su historia y la de todos

Dánae Pérez, en la redacción, y Jaime Perea, en el diseño

Las Palmas de Gran Canaria

Sábado, 23 de noviembre 2024, 21:15

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

«En la floristería Los Nopales —ya cerrada— tu abuelo le compraba flores a tu abuela». La cita puede resumir lo que, a fin de cuentas, es una ciudad: un reservorio de recuerdos. La historia de un lugar puede ser contada de múltiples maneras y una de ellas es a través de sus fantasmas, entendiendo como tales a aquello que fue y ya no es, pero que, de cierta manera, sigue latiendo.

Las Palmas de Gran Canaria se cuenta a través de los libros de historia, de las fotografías antiguas, de la memoria y, también, de la gráfica comercial. Es decir, de los rótulos de aquellos negocios, donde se sucedía y se hacía la vida, que vestían la urbe y marcaban una época y hasta el carácter de la sociedad.

La capital grancanaria ha visto echar el cerrojo a muchos de sus establecimientos emblemáticos, que, a pesar de ello, no han desaparecido ni del imaginario colectivo ni físicamente. Existe una mano salvadora que se encarga de rescatar, entre otras funciones, los rótulos de estos comercios. Se trata de la asociación Insula Signa, que desempeña su labor por toda Canarias.

«Pensamos que estos rótulos son un patrimonio gráfico, artístico e histórico, que está olvidado. Nosotros buscamos en los rótulos diferentes valores, a veces hay algunos que reúnen varios de ellos, como puede ser el histórico, artístico y técnico, y creemos que hay que preservarlos y estudiarlos. Al fin y al cabo, como patrimonio que son, hablan de nosotros. Muchos de ellos también ofrecen un valor identitario, es decir, único de aquí», expone Jaime Medina, rotulista pintor artesano y presidente de la entidad citada.

Uno de ellos lucía imponente en el número 53 de la calle El Cid y atraía, como la luz a las polillas, a muchos grupos de grancanarios deseosos de sacudirse la realidad y la rutina. «A mí, y a todos los habitantes de la ciudad, me recuerda a la ubicación de Multicines Galaxy's», apunta Medina tras ser preguntado por la dirección.

Scroll Story imagen 0

El Galaxy's fue el primer multicines de la capital grancanaria. Una aglomeración de personas acudió a su estreno, expectante, el 24 de julio de 1985. Fue un gran paso para la ciudad, que veía evolucionar sus formas de ocio y alimentación cultural. Desde ese día, resultaba habitual ver a un ramillete de espectadores en sus puertas dispuestos a rendirse ante el séptimo arte.

El multicines disponía de un total de seis salas. Una de sus hazañas más sonadas, tal y como rescata el portal Cinemap, fue la emisión en cinco de ellas del taquillazo de Steven Spielberg 'Parque Jurásico' (1993). En octubre de 2007, cerró sus puertas para siempre, arrinconado por nuevas multisalas nacionales ubicadas en gigantes de la vida comercial —los centros comerciales— y por las descargas en internet.

AUX STEP FOR JS

«Fue el primer multicines que se inauguró en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y, afortunadamente, nuestra asociación logró rescatar y evitar que su rótulo fuera a parar a la basura», pone de relieve.

El artesano denomina el cartel del Galaxy's como «peculiar». «Fue hecho de neón, que estaba animado y era muy llamativo, con una estética muy de los 80. Digamos que reúne dos o tres intereses: uno sería el artístico por eso, porque era muy ochentero, muy futurista. También la técnica, al estar hecho con neón, y el histórico, al ser el primer multicines», agrega.

La intervención para su rescate, en marzo de 2023, fue ardua, debido a las características del letrero, de 6 metros de ancho y 3 de alto, y cuya estructura estaba soldada en la fachada. «Fueron necesarias varias personas y maquinaria pesada, en concreto una grúa elevadora de varios metros. Hubo que pasar un día entero desmontándolo en varias piezas, porque no queríamos que se estropease, y ocupar la vía. Fue una operación delicada y costosa, pues la sufragamos nosotros, con la única ayuda de los socios de la asociación», apostilla el rotulista.

Pero, ¿dónde se encuentra ahora el encabezamiento del multicines? «En el garaje de uno de nuestros socios. Somos una asociación sin ánimo de lucro, con capacidad económica limitada. Subsistimos solo con la cuota de los socios y, de momento, hacemos lo que podemos», lamenta el pintor.

El deseo último de la asociación es que la gráfica comercial rescatada vuelva a la vida: a estar expuesta, por ejemplo, en un museo. Un anhelo que Medina entiende, al menos por el momento, como una «quimera».

Como salida a estos problemas de espacio y financiación, a Insula Signa se le ocurrió una genial idea: 'Adopta un rótulo'. Gracias a esta iniciativa, los emblemáticos letreros pueden seguir luciendo y vistiendo paredes en entornos relacionados con ellos o con el comercio que representaban. Es el caso del de Antigüedades Perojo, que estuvo situado en la calle homónima de la capital grancanaria hasta el año 2019.

Se trata de un bello trabajo artesanal, que el propietario del negocio encargó a un proveedor de muebles de tipo colonial en Indonesia. Tuvo que supervisar personalmente el tallado del mismo, para evitar errores ortográficos.

Imagen después - A la izquierda el rótulo antes de la restauración y a la derecha el después.
Imagen antes - A la izquierda el rótulo antes de la restauración y a la derecha el después.
A la izquierda el rótulo antes de la restauración y a la derecha el después.

«A mí me gusta mucho, es muy bonito, está muy bien hecho y es muy atractivo», comenta Medina. «Está expuesto en un micromuseo de Arucas, en el taller de Leonardo Navarro, luthier artesano, que trabaja mucho con la madera. Hace unos trabajos excepcionales de guitarras, timples, laúdes... Y lo tiene expuesto porque, precisamente, es de madera tallada», aduce. Cabe destacar que el rótulo fue restaurado por Insula Signa antes de su renacer en este espacio.

Bajo el paraguas de esta iniciativa, los emblemáticos encabezamientos van siempre acompañados de un texto que recupera su historia.

Estos rótulos no dejan de ser el traje, la firma o una de las características más visibles de los locales que formaban parte del día a día de la ciudadanía. Su mera mención hace aflorar los recuerdos de todos aquellos y aquellas que tejieron su historia entre sus paredes. Ocurre a menudo, por ejemplo, con la Sala Cuasquías. «Son muchos los que, al nombrarla, recuerdan: 'Pues yo conocí a mi mujer ahí'», apunta divertido el artesano.

La Sala Cuasquías era una suerte de santuario para el ocio e intelecto de la capital grancanaria. Uno de esos lugares que ya no quedan. Un refugio cultural marcado por las artes, especialmente por la música en muchas de sus expresiones: folclore, jazz, latina o de autor.

Corría el año 1982 cuando el 'grill' que llevaba Toñín Barrera, en el número 8 de la calle Venegas, comenzó a ser frecuentado por artistas, que reclamaban un espacio donde dar rienda suelta a sus pasiones. Así nació la leyenda del Cuasquías.

Su actividad se prolongó en el tiempo hasta el 94, cuando unas fuertes lluvias anegaron el establecimiento. Fue entonces cuando se trasladó, quizás, a su emplazamiento más reconocible: la Cuesta de San Pedro, entre Triana y Vegueta. En 2013 cerró sus puertas de forma definitiva.

La puesta a salvo de su rótulo fue compleja, pues el soporte donde estaban fijadas las letras estaba muy deteriorado. Por ello, hubo que retirarlas una a una. Ahora, al igual que el del Galaxy's, aguarda su momento en el taller de Insula Signa para volver a estar expuesto al público.

Y hablando de lugares con alma —y con gracia, mucha gracia—, la asociación que preside Jaime Medina también actuó para salvaguardar la memoria del Chiste-ra de Manolo Vieira. Fueron las propias hijas y socios del humorista quienes solicitaron los medios de la entidad.

Scroll Story imagen 0

Insula Signa comparte en su web una de las confesiones de Mónica Vieira, hija del humorista, al solicitar el rescate del cartel. Y es que el logotipo del Chiste-ra fue un diseño de sus padres, que elaboraron una noche bajo el influjo de las musas.

AUX STEP FOR JS

El local echó a andar en febrero de 1984, en el 108 de Bernardo de la Torre. Tras tener que cerrar un año después, se trasladó a Juan Manuel Durán y volvió a la vida en el 88. Su rótulo estuvo decorando la fachada de esta calle durante 36 años, expuesto a jornadas de lluvia, sol y calima, por lo que, en el momento de su rescate, se encontraba muy deteriorado.

Rescate del encabezamiento del Chiste-ra de Manolo Vieira. Insula Signa

Desde Insula Signa acometieron su restauración. Había perdido prácticamente la pintura negra, aunque el logotipo, en color dorado, se conservaba, por lo que se pudo calcar para su posterior vectorización, corte y reposición, tarea de la que se encargó Medina. También se sustituyó el vinilo y el sistema eléctrico, quedando, finalmente, como nuevo.

Uno de los rescates más recientes de Insula Signa es el del último rótulo de Maya en la capital grancanaria, ubicado también en la calle Juan Manuel Durán. Con esta acción, la asociación pretende preservar un símbolo de «esplendor comercial» de mediados del siglo XX.

Maya es representante incontestable de la historia comercial de una época. Fue impulsada en el año 53 del pasado siglo por Tirthdas Bherumal Bharwani, un joven natural de Hyderabad Sind, una región de la India que en la actualidad pertenece a Pakistán.

La comunidad hindú se vio empujada, entonces, a ganarse la vida fuera de las fronteras de su tierra, al encontrar dificultades para hacerse con terrenos o acceder al ejército, tal y como destaca la propia asociación. Por lo que, en aquellos momentos, era habitual encontrar en la capital grancanaria una multitud de tiendas bautizadas cariñosamente por la población como «los indios».

Maya abrió su primera tienda en la isla redonda en 1969, en la calle Triana. La de Juan Manuel Durán echó el cerrojo en 2016.

Rexachs, Verol, Rubí y Los Nopales

Bucear por la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria tiene el mismo efecto que hacerlo bajo el océano. Si en el fondo del mar descansan barcos naufragados, en la superficie de la urbe sigue flotando el aura de un tiempo que fue. Ocurre cuando uno pasea por la calle Mayor de Triana. Allí se erigía, por ejemplo, la Librería Rexachs, que comenzó su andadura el año 1954, de la mano de José Rexachs. Era el número 81 de esta arteria comercial.

Dibujó el punto y final de su historia en febrero de 2016, tras la modificación de la conocida como ley de renta antigua, que disparó los precios de alquiler, de forma que solo podían hacerles frente las empresas multinacionales, según recoge Insula Signa.

Pasear por la misma calle supone encontrarse con el espectro de la Joyería Rubí, que decidió finalizar su labor comercial en 2021, tras cerca de cien años en activo.

Continuar el camino en dirección al Mercado de Las Palmas de Gran Canaria implica, también, toparse de bruces con los recuerdos. Si se sigue por la calle Mendizábal, los nostálgicos suspirarán al pasar por delante de la que era la Relojería y Platería Verol.

Mirando hacia La Isleta, en otro punto neurálgico de la capital grancanaria, se encontraba hasta hace bien poco la primera floristería de la ciudad: Los Nopales, que llenaba el aire de la calle León y Castillo de la fragancia de las flores.

Los rótulos de todos estos establecimientos también fueron rescatados por Insula Signa. Y todos causaron especial emoción a su presidente. No hay un 'letrero' por encima de otro.

«Esos símbolos gráficos han formado parte del escenario vital de muchas generaciones y, por supuesto, marcan nuestra propia historia y la historia en sí. Por ejemplo, hay todavía nombres de comercios que se llaman Galaxy's por el cine y cuando alguien queda por aquí, dice: 'Oye, nos vemos en el Galaxy's', aunque ya no está, pero está», resume con firmeza.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 Los rótulos históricos que «hablan» de Las Palmas de Gran Canaria