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Francisco Martín, Hermano Mayor de los Nazarenos de Vegueta. Juan Carlos Alonso
«El primer proyecto es hacer hermandad»
Semana Santa de Las Palmas de Gran Canaria

«El primer proyecto es hacer hermandad»

Francisco Martín está al frente de la nueva junta de gobierno de los Nazarenos de Vegueta de la Salud y la Esperanza como Hermano Mayor de la entidad que sale en procesión este Domingo de Ramos, en Las Palmas de Gran Canaria

Rebeca Díaz

Las Palmas de Gran Canaria

Viernes, 11 de abril 2025

Francisco Martín fue elegido el pasado diciembre Hermano Mayor de la Real e Ilustre Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Esperanza de Vegueta, conocidos popularmente como «los Nazarenos de Vegueta de la Salud y la Esperanza». Un cargo que implica estar al frente de la junta de gobierno que dirigirá los pasos de esta entidad los próximo cuatro años y que no es nuevo para él.

Explica que ya desempeñó esta labor «hace doce años», por lo que sabe perfectamente la exigencia que implica. Sin embargo, cuando se le cuestiona sobre el motivo que le impulsó a volverse a postular para liderar una hermandad que protagoniza unas de las salidas procesionales más esperadas y seguidas de la Semana Santa de Las Palmas de Gran Canaria lo tienen claro.

«Uno repite porque el 50% de los hermanos te lo pide, hay muchos hermanos que te lo piden. Cada hermano mayor tiene su forma de llevar las cosas y hay unos hermanos afines a una forma de trabajo. Y el otro 50% es porque ve que la cofradía a veces está necesitada y todos no están dispuestos a dar ese paso de ser hermano mayor».

Dice que el cargo, «como la propia palabra indica», implica ser «el Hermano Mayor de todos. Tienes que cuidar de todos». Así, relata que «somos una corporación en la que estamos alrededor de los 400 hermanos y es una familia muy grande. Entonces, el Hermano Mayor no solo es la cara visible de la cofradía, junto con su junta de gobierno, sino el que está al frente».

Apunta que la directiva la componen «15 miembros donde está un secretario, que en este caso es una chica, un tesorero, un mayordomo, un prior...» y que si su primera tarea es «coordinar el equipo de trabajo que va a llevar la cofradía los próximos cuatro años», la segunda es «estar al frente de todas las necesidades de todos los hermanos».

Señala que «todo el mundo no está dispuesto» a desempeñar este papel porque exige dedicarle mucho tiempo. «Te quita mucho tiempo de tu familia, de tu trabajo y tu parte de ocio, pues prácticamente la tienes que invertir aquí. Y bueno, es una candidatura de cuatro años», indica.

Sin embargo, comenta que su ocupación profesional de «agente funerario» le permite compaginar horarios. Además de que «la junta de gobierno siempre te echa un cable».

Retos

En cuanto a los retos que se plantea para esta nueva etapa en la hermandad, apunta que «cuando tomé posesión del cargo, di unas palabras» y avanzó que «tenía un proyecto ambicioso para los próximos cuatro años». Una hoja de ruta que resumió en tres pasos. «El primer proyecto grande es hacer hermandad. Eso es fundamental. El segundo proyecto, también es hacer hermandad. Y el tercero grande es hacer hermandad», reseña.

«Esto es serio», afirma quien tiene «muy claro» que todo lo demás viene rodado». Y es que dice que «si un Hermano Mayor consigue que los 400 miembros sean una única familia y sean verdaderamente hermanos, el tema de incrementar el patrimonio va a salir de ellos».

Además, considera que propiciando esta unión, «el tema de hacer nuevos proyectos de convivencia va a salir de ellos, porque te lo van a pedir». Por eso dice que «no tengo ningún proyecto en estos cuatro años» más allá de «hacer hermandad».

También con ese objetivo, expone, «hemos habilitado la Casa de Hermandad, para que los hermanos estén más cómodos. Para propiciar ese encuentro», pues rememora que «después de la pandemia, nos vimos un poco limitados para esas reuniones».

Esta apertura de la sede los «lunes y jueves», señala, busca «que puedan participar los hermanos en encuentros para que puedan disfrutar de su casa». Además, asegura que «hemos vuelto a los orígenes de la cofradía», pues se ha recuperado «el picoteo» que se organiza con «las cosas que cada uno lleva» tras «la misa del segundo sábado de mes, la misa de hermandad» que celebran tradicionalmente.

Imagen de archivo de la procesión del Domingo de Ramos. Cober

Al respecto, incide en que en «esta Semana Santa o esta Cuaresma, preparando la salida procesional» del Domingo de Ramos, «se ha notado el incremento de hermanos, la colaboración, incluso me piden que se haga un recorrido más grande... Creo que si se hace hermandad lo demás vendrá rodado».

Sobre cómo afronta la hermandad la salida de sus dos pasos, este domingo 13 a las 19.00 horas desde Santo Domingo, señala que con ilusión «por la espinita que se nos quedó el año pasado», cuando la lluvia no les permitió culminar la procesión. «A la Virgen la cogió en la plaza de Santo Domingo y al Cristo a unos 500 metros. Y la verdad es que nos quedamos con ese mal sabor de boca».

Por eso este año confían en que la climatología no les sea adversa para cumplir con los fieles.

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