Un paseo de 283 metros por la Onda Atlántica

A tan solo una semana de su apertura, la pasarela Onda Atlántica se consolida como un nuevo referente de la arquitectura capitalina. La recta final de esta obra es una curva que conecta los dos lados del istmo y posibilita, como en pocos puntos, el encuentro de los dos lados del istmo, el del Puerto y el de Las Canteras, la dupla del crecimiento económico urbano.

CANARIAS7 pudo visitar esta semana el nuevo conector mientras los operarios le daban los últimos retoques a la obra. La intención del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria es que el tránsito entre el acuario y la nueva plaza del Alcaide Manolo García, a las puertas del mercado del Puerto, pueda permitirse el próximo fin de semana, todo lo más, la semana siguiente.

El proyecto diseñado por los ganadores del concurso público, los arquitectos Javier Haddad y Ramón Checa, consiste en la creación de una pasarela peatonal de trazado curvilíneo de 283 metros de longitud, que vuele sobre la GC-1.

La pasarela se ha construido sobre una estructura metálica, revestida mediante chapa estructural de acero, junto a una losa de hormigón que sirve de base de cimentación de la estructura.

El viaducto, que cuenta con una superficie construida de 1.801 metros cuadrados, tiene 6,24 metros de ancho, de los cuales tres son transitables, y una altura máxima de 5,5 metros, justo en el tramo que discurre por encima de la avenida marítima.

El Ayuntamiento prevé instalar unos cien metros cuadrados de paneles solares que generarán la electricidad necesaria de las luces led de bajo consumo que se colocarán a lo largo del recorrido de la nueva pasarela.

El desarrollo de la estructura, que está compuesta de diez piezas, se instala sobre cinco apoyos de contacto con el suelo, dos empotramientos sobre pilastras de hormigón y tres apoyos sobre soportes también de hormigón, en forma de 'Y', que se asemejan a las cunas que se usan para apoyar los barcos cuando están varados.

La superficie de la pasarela, por la que podrán circular personas y bicicletas, tendrá una pendiente del 6%, respetando las directrices de accesibilidad.

La apertura pondrá fin a tres años de unas obras que se ralentizaron por la situación concursal en que entró la adjudicataria.