Se hace de noche en el servicio de Alumbrado
Los trabajadores denuncian el mal estado de la flota, en la que no funciona la mitad de los camiones, y la falta de personal en el servicio público
La llegada de un nuevo camión al servicio municipal de Alumbrado puede tener dos interpretaciones: la positiva, que alaba la adquisición del vehículo como el inicio de la renovación de la flota; y la negativa, que lo interpreta como un parche para un parque móvil muy viejo. De los diez vehículos con cesta -los que sirven para que los trabajadores de Alumbrado puedan acceder a las luminarias-, solo están operativos la mitad, según explican desde el comité de empresa del servicio municipal de Alumbrado. «Las unidades 574 y 755 ya han sido apartadas porque la reparación del elevado resulta muy costoso», añaden las mismas fuentes.
El apagón que sufre el servicio no es algo nuevo. La flota está acumulando años sin renovación alguna en la última década, a excepción del que llegó ayer. «Hay camiones de 1995», explican.
En 2017 ya se denunció esta situación ante la Inspección de Trabajo, «que dijo que los vehículos no reunían las condiciones necesarias» para garantizar la operatividad del servicio en condiciones de seguridad.
Entonces se acometió una revisión de la flota, pero la antigüedad de los camiones pasa factura. Y los que funcionan tienen algunos arreglos que no inspiran seguridad, como las bridas que evitan que las luces o los parachoques sucumban a la ley de la gravedad.
Cada vez más averías
«El problema es que como los camiones son tan viejos, en los últimos cinco años se han multiplicado las averías», explican desde el comité de empresa. En el capítulo de materiales también están caducados muchos equipos de protección individual y faltan uniformes.
A ello se suma las carencias de personal. De acuerdo con los datos facilitados por representantes de los trabajadores, en estos momentos están activos menos de veinte operarios para atender toda la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, cuando tenían que ser 36. «Estamos al 50% porque la gente se ha ido jubilando y no se reponen esas vacantes», exponen las mismas fuentes, «y, encima, las listas de reserva de oficiales de alumbrado están congeladas y nadie se incorpora».
Así las cosas, con poco personal y la acumulación de material y equipamiento en mal estado, se explica que el trabajo se acumule y que, en ocasiones, se tarde hasta dos semanas en reparar una avería o en reponer una bombilla fundida en alguno de los 41.000 puntos de luz que están distribuidos por la ciudad.
El cambio de una bombilla fundida en alguna de las 41.000 farolas que tiene la ciudad puede demorarse hasta dos semanas
Las carencias de Alumbrado han sido también denunciadas por el comité de empresa del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que añade además el peligro de la «privatización del servicio por medio de un pliego que deja a los trabajadores municipales casi sin funciones». También critica, a través de un comunicado público, «la utilización de vehículos de la empresa privada por parte de los trabajadores municipales, viéndose obligados a salir del término municipal».
En una reunión celebrada el pasado 22 de febrero, la concejala de Servicios Públicos, Inmaculada Medina se comprometió a dar respuesta a las necesidades del servicio, pero más de un mes después las carencias seguían activas. «Nos vemos obligado a tomar otras medidas ante el nulo interés que ha demostrado la concejala», manifestaba el comité de empresa municipal.
Los trabajadores de Alumbrado barajan volver a denunciar su situación ante Inspección de Trabajo, y no descartan emprender otras acciones.
De momento quieren esperar a conocer el pronunciamiento de la concejala en el pleno de hoy, donde Coalición Canaria-Unidos por Gran Canaria presentará una moción para que se incorporen al servicio las personas incluidas la lista de reserva, mientras se impulsa las convocatorias de oferta de empleo para cubrir las vacantes. Asimismo, se plantea la necesidad de estudiar fórmulas para renovar el parque móvil y agilizar la provisión de equipos de protección individual para no exponer a los trabajadores a los riesgos del servicio sin las medidas de protección necesarias.
Los nacionalistas también demandan la realización de un plan de alumbrado municipal y plurianual «en el que se establezca la provisión de suministro de material eléctrico para cubrir las necesidades de cada barrio».
Este periódico intentó conocer la versión de la concejala Inmaculada Medina pero no fue posible.
Seis millones
El coste del servicio del alumbrado público de Las Palmas de Gran Canaria es de 6,22 millones de euros, de los que 1,1 millones fueron en gastos de personal y los otros 5,1 millones se fueron en bienes corrientes y servicios.
El Ayuntamiento tiene encomendada a la empresa Elecnor labores de mantenimiento del alumbrado público y dependencias municipales por un precio de casi 680.000 euros.
Durante este año le ha pagado a la empresa un total de 235.689,79 euros, pero todavía tiene pendiente de aplicar al presupuesto facturas por valor de 408.847,48 euros. Se trata de trabajos realizados entre diciembre de 2019 y mayo de 2020.
También tiene activo un proceso de licitación de suministro de material eléctrico por valor de casi 571.000 euros por un periodo de dos años.
