MetroGuagua: zanjas, cortes, retrasos...

Es casi imposible recomponer al completo la historia de las obras de la MetroGuagua desde que en 2017, todavía bajo el primero de los dos mandatos de Augusto Hidalgo en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, tomaran las calles de la ciudad en una sucesión de zanjas, cortes, retrasos, demoras o problemas judiciales. La realidad es que aun no se vislumbra la fecha final del proyecto y aunque todo el mundo subraye 2028 como una hipótesis –once años después de su comienzo– nadie puede garantizar que eso sea así finalmente.

Una muestra de ello es el ya famoso Tramo VIII, el que conectará las calles de Eduardo Benot y Juan Rejón-La Carretera. Un tramo que debía haberse concluido en enero del pasado 2023 y que tras una concatenación de dificultades, prórrogas y problemas paralelos como el malestar en los vecinos de La Isleta por la afección sobre la salida de la calle Doctor José Guerra, avanza a duras penas.

El próximo lunes las obras en este tramo ocasionarán el corte al tráfico rodado de la calle Gran Canaria. Según indicó en un comunicado de prensa el Ayuntamiento, el cierre de la vía se prevé que tenga una duración de dos semanas. Y en información de servicio se indica que la actuación no afectará a las calles Eduardo Benot y Albareda y consiste en la construcción de dos canales, uno de ellos para telecomunicaciones, alumbrado y semáforos, y el otro para la red de saneamiento, así como el posterior asfaltado de la calle.

Las obras volvieron en semanas anteriores a Eduardo Benot, tras casi un año con el aspecto fantasmagórico de las zanjas abiertas y los materiales de construcción abandonados a su suerte en el gran solar que arranca al principio de la calle desde el parque de Santa Catalina.

El tramo VIII y el del paso inferior del parque de Santa Catalina, que también va para largo y está incluso generando problemas estructurales en edificios históricos como el Miller, tienen también daños colaterales conocidos como la expulsión del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria de su zona natural en las últimas décadas. Este asunto carga otras zonas como se pudo ver en la edición del pasado mes de febrero en la zona portuaria.

De los ocho tramos específicos previstos en la planificación del proyecto, del que ya se han pagado cuatro millones de euros en intereses al Banco de Inversiones Europeo, se dan por concluidos el Tramo I: Blas Cabrera Felipe, el Tramo V: Venegas-Luis Doreste Silva, el Tramo VI: Pío XII-Galicía y el Tramo VII: Mesa y López-Base Naval.

Ahí todo se complica y es fruto de tensiones y conflictos caminos de los juzgados. Es el caso de la estación de Hoya de la Plata, en la que el Ayuntamiento decidió tras una serie de retrasos, que la empresa afirma no son fruto de su voluntad, rescindir a la empresa Jocsa, algo en lo que esta no está de acuerdo y planea un escenario de recursos.

Desde ese punto de partida, salida original del método de transporte rápido, el Tramo II, es que va por el interior de la Vega de San José, se encuentra en ejecución, y a la espera de su conexión con el ya celebre Tramo III.

Este es el que debe conectar el frente marítimo con el barrio de Vegueta, sacando carriles en lo que ahora es mar a través de un relleno en la zona. Técnicamente es el más complejo y depende de las gestiones que encabeza el Gobierno de Canarias para la adscripción a Costas y tiene pendiente un informe que depende, a su vez, de Transición Ecológica.

Este asunto irá para largo y semanas atrás supuso una colisión entre el Ayuntamiento y el Ejecutivo regional, al responder el gobierno de la ciudad a una pregunta en comisión del Partido Popular que no se podrá dar una fecha para la finalización y el completo funcionamiento de la MetroGuagua hasta que el Gobierno canario resuelva este asunto.

Desde el área de Obras Públicas se mostraron sorprendidos por esta respuesta, toda vez que el concejal de Urbanismo Mauricio Roque les había asegurado que habría una alternativa provisional mientras tanto. También les sorprendió que pudieran cargarles a ellos con esa responsabilidad cuando a duras penas han completado el resto de tramos.

Por su lado, queda pendiente también el Tramo IV. El que lleva la guagua exprés entre Rafael Cabrera y San Telmo. Aunque en marzo de 2023 se anunció que el proyecto está redactado y que el valor estimado es de 1,5 millones y un plazo de 5 meses de ejecución no se ha movido nada en su al respecto de su licitación ni cuenta con presupuesto en las cuentas de este año. Su convivencia con el importante volumen de tráfico de guaguas, tanto municipales como de Global, en el entorno de la estación propician muchas incógnitas al respecto.

Los años pasan y la MetroGuagua propaga sus obras sin que la ciudadanía la sienta como suya.

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