Las Palmas de Gran Canaria

El largo camino atlántico del 'Vegvisir' en busca de la libertad

Este domingo zarpan desde el Muelle Deportivo junto a los cruceros de la ARC+. La carta de navegación finaliza en República Dominicana, a donde aspiran llegar en unas semanas. Juntos lideran una tripulación familiar, reunida a bordo por sus vínculos personales pero también por esa vida que lleva el salitre adherido a la piel. El sueño de Carlota y Medhi es el sueño también de Valerie y Gilles, madre y tío del segundo. Cruzar el Atlántico navegando. Y a ello van. Acompañados por Verónica Tuki Hito, de Rapa Nui, y el argentino Emilio Cámpora, que se encarga de la logística y la comida.

Carlota Sierra es una joven grancanaria bregada en el mundo. Antes de esta aventura estuvo en Londres y Madrid labrando su futuro. Ama el mar y ha ido sacándose todos los títulos posibles para vivir en el mar. Ahora lidera esta aventura en la que afirma que hay un propósito claro. «Sentirme libre y ponerme a prueba cada día. Porque el mar es un lugar en el que nunca te vas a encontrar. Puedes saber la previsión del tiempo pero durante una travesía surgen muchas cosas, como que se rompan cosas o tomes malas decisiones. Es una estilo de vida que te pone a prueba cada día y eso me motiva muchísima», dice.

República Dominica es el destino final. Y la elección de acompañar la salida de la ARC+ con sus 96 yates este domingo tiene para ellos sentido, trazar una estela tras la célebre regata para encontrar un punto de avituallamiento en Cabo Verde y recorrer acompañados parte del camino. «La idea principal era ir directamente al Caribe. Pero como vamos seis personas queremos también cómo funcionamos como tripulación, si nos entendemos todos. También hay que valorar el tema de víveres; solo en agua hay que llevar unos tres litros de agua por persona y día», manifiesta Carlota Sierra a pie de embarcación en la marina de la ciudad.

La tripulación se afanaba este sábado con los últimos preparativos para zarpar. Verónica andaba con la manguera limpiando la cubierta, Carlota estaba agotada de toda la burocracia que tuvo que resolver en Capitanía para poder salir a navegar. Emilio no llega a tiempo para la fotografía porque andaba de supermercados consiguiendo todo lo necesario para alimentar a la tripulación en la primera fase de navegación hacia Cabo Verde.

Todo el esfuerzo merece la pena. Así lo viven todos y así lo refiere Carlota Sierra. «Sé que viviremos cosas brutales, como sentir que tu reloj biológico que funciona distinto en tierra. Y eso es totalmente transformador. Va a ser una gran experiencia porque yo solo he hecho trayectos cortos», manifiesta.

Carlota está especialmente emocionada con lo que se viene. Hace tres meses apareció el 'Vegvisir' en su vida y desde entonces empezó a creer en que su sueño se iba a materializar. «Estuve sacándome todas las titulaciones y tenía el sueño de navegar por todo el mundo. Cuando conocí a mí pareja descubrí que él también. Compraron un barco en Canarias para venderlo en el Caribe pero Medhi y yo decidimos que no queremos venderlo. Y ese fue el origen del proyecto», relata entusiasmada.

Estos días para ellos son especiales. Todavía se pellizcan para comprobar que van a cruzar el Atlántico en una gran travesía. Este proyecto vital se podrá seguir a través de las redes sociales, con una cuenta en Instagram –@vegursaling– en la que relatarán su día a día en el mar como ya han ido contando todos los procesos previos a la aventura.