Borrar
Imagen del rorcual tomada desde la Salvamar Nunki. C7

El izado de un coloso: un rorcual muerto espera por su traslado en el Puerto de La Luz

La ballena, localizada a la altura de la Catedral de Santa Ana, tuvo que ser enganchada con un bichero ante la presencia de tiburones a su alrededor

Javier Darriba

Las Palmas de Gran Canaria

Lunes, 5 de mayo 2025

Un rorcual, posiblemente de la especie tropical ('Balaenoptera edeni'), aunque su identificación está pendiente de confirmación, fue hallado muerto este lunes a unas pocas millas del barrio de Vegueta, a la altura de la Catedral de Santa Ana, y remolcado por la embarcación Salvamar Nunki, de Salvamento Marítimo, hasta el Puerto de La Luz y de Las Palmas.

El animal pasará la noche en el recinto portuario hasta que, este martes, una grúa especial pueda izarlo y trasladarlo hasta el vertedero de Juan Grande, donde los veterinarios de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria le harán la necropsia.

Hasta que no se tengan los resultados de los análisis no se podrá determinar las causas de la muerte del animal, uno de los más grandes que pasan por aguas de Canarias junto a la ballena azul ('Balaenoptera musculus'), el rorcual común ('Balaenoptera physalus'), la yubarta ('Megaptera novaengliae'), la ballena franca ('Eubalaena glacialis') o el cachalote ('Physeter macrocephalus').

En el caso concreto del animal que fue hallado en las costas de Las Palmas de Gran Canaria, se trata de una ballena que mide entre 13 y 15 metros de largo y que pesa varias toneladas, según confirmó el responsable del centro de recuperación de fauna silvestre del Cabildo de Gran Canaria, Pascual Calabuig.

«El animal fue remolcado por Salvamar Nunki gracias al amarre que hicieron en alta mar los responsables de la empresa Reprosub», indicó Calabuig, quien señaló que la Autoridad Portuaria les permitió fondear el cuerpo del cetáceo en el muelle Juan Sebastián Elcano.

El gerente de Reprosub, José Luis Samper, indicó que cuando se acercaron con la zodiac para meterse en el mar y enganchar al animal no pudieron hacerlo ante el gran número de tiburones que ya rodeaba al cetáceo. «Tuvimos que engancharlo con un bichero desde arriba porque los tiburones se acercaban a la zodiac y ni se nos ocurrió meternos en el agua», detalló el especialista.

Es habitual que cuando muere un animal de grandes dimensiones, como las ballenas, se acerquen tiburones hasta su cadáver para alimentarse.

Finalmente, con el asta pudieron enrollarle una cadena de varios metros a la cola, de modo que, con ella, la embarcación de Salvamento Marítimo pudo remolcar al animal hasta el interior del recinto portuario.

«Lo encadenamos por la cola porque es la parte más fuerte», explicó Samper, quien asegura que el animal está bastante fresco.

El gerente de Reprosub ya tiene experiencia en otras actuaciones de este tipo y de esta magnitud, pues se ha encargado de los preparativos de la eslinga de otros cetáceos de grandes dimensiones. «Es el cuarto o quinto que ayudamos a sacar, como uno que se vio en Arinaga u otro que estaba dentro del muelle y que, para llevarlo a Juan Grande, la Policía Local tuvo que cortar un carril de la avenida marítima a mediodía», informó.

La operación de izado puede ser bastante compleja y requerir alrededor de una hora de trabajos desde que la grúa se posicione en el lugar.

Una vez que el animal sea trasladado al ecoparque de Juan Grande, intervendrán los especialistas del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que dirige Antonio Fernández. Los veterinarios tomarán muestras y realizarán una necropsia que servirá no solo para conocer las causas de la muerte del cetáceo, sino también otros indicadores del estado vital de la ballena.

Cuanto más fresco está el animal, mejores datos pueden obtenerse del análisis post-mortem.

Los rorcuales tropicales suelen observarse en aguas canarias desde finales del invierno hasta el verano, según la información que ofrece Oceanográfica en su 'Guía Visual de Especies Marinas de Canarias'.

Los rorcuales tropicales pueden llegar a medir hasta casi 16 metros y pesar unos 40.000 kilogramos cuando son adultos. Y su presencia ha sido constatada en las aguas tropicales y templadas de todo el mundo, de acuerdo con la información contenida en la 'Guía de los Mamíferos Marinos del Mundo', de la National Audubon Society.

En diciembre de 2024 ya varó un rorcual norteño ('Balaenoptera borealis') en la playa de Bocabarranco (Telde); otro apareció muerto en Ojos de Garza, en 2021; y un tercero, en este caso una cría, fue desenmallado tras introducirse entre el Muelle de Santa Catalina y el Muelle Grande.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 El izado de un coloso: un rorcual muerto espera por su traslado en el Puerto de La Luz