Inmaculada y María Angélica estrenan vida

A Inmaculada Montesdeoca no se le borra la sonrisa de la cara pues asegura que tiene motivos para ello. La casa en la que reside desde hace apenas una semana en Ciudad del Campo y en la que este jueves recibía al consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez; al director del Instituto Canario de la Vivienda, Antonio Ortega; al director general de Vivienda y Suelo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Javier Martín, y a representantes de la asociación Provivienda, tiene la culpa.

«Llevamos siete noches durmiendo aquí», comentaba con satisfacción a la comitiva que acudió a visitarla para comprobar de primera mano lo feliz que se siente de tener un alquiler de 298 euros al mes al que puede hacer frente en una de las dos residencias adquiridas y rehabilitadas por Provivienda mediante la financiación del Ejecutivo regional y el Ministerio, en el marco del Programa 6 del Plan Estatal de Acceso a la Vivienda 2022–2025, a las que se sumará la adquisición de otras 74.

«De verme como me vi, y ahora estar aquí, súper contenta, tranquila y el niño también está más relajado», dice esta mujer de 66 años, que sufrió malos tratos por parte de su marido durante tres décadas y que ha vivido «en 23 sitios diferentes», sobre lo que ha supuesto para ella y su hijo este cambio de residencia y la seguridad de tener un hogar en el que dispone de dos habitaciones, salón, cocina y baño.

Reconoce que gracias «a la trabajadora social» y al personal de la asociación Provivienda «empecé a arreglar los papeles», y el 2 de junio formalizó su contrato de alquiler en una zona de Las Palmas de Gran Canaria que no conocía pero en la que ahora se siente muy a gusto.

«Estoy súper contenta, esto es muy tranquilo y no se oye ni a los pájaros. Además, los vecinos son buenísimos», asegura a los medios que acudieron a la convocatoria de la Consejería de Vivienda del Gobierno canario y a los que atiende de buen gusto.

La siguiente parada es la vivienda de María Angélica Rozas, que ocupa la segunda de las casas adquiridas en la misma urbanización de Ciudad del Campo pero en otro edificio.En su caso son ya seis los meses que lleva residiendo en una casa que fue para ella y su hija de 23 años la solución a unos problemas de habitabilidad que la llevaron, al dejar el lugar en el que vivía en El Lasso, a residir «seis meses con mi hermana y luego un par de meses con mi madre».

«Si pagaba el alquiler no comía», dice sobre la imposibilidad de acceder a un alquiler por sus medios. «Me ponían un montón de impedimentos, que si tenía que cobrar 1.500 euros y además tener un avalista y un montón de cosas», explica.

Asegura que la posibilidad de tener una casa a un precio asequible, que le llegó de la mano de Provivienda, fue providencial. «Cuando firmé el contrato y tenía la llave en las manos, fue una felicidad absoluta. Es una nueva vida, estoy contentísima y me han ayudado un montón», señala.

Comenta que ahora no solo puede pagar el alquiler sino que incluso tiene capacidad para ahorrar algo.Además, dice que en Ciudad del Campo hay de todo, en lo que a tiendas y servicios se refiere y dispone de buena conexión de guaguas, con lo que le facilita su traslado a la zona Puerto, donde trabaja.

Gema Gallardo, codirectora de la asociación Provivienda, explicó antes de la visita que este proyecto en colaboración con la Consejería de Vivienda se traduce en la compra de «76 viviendas en total» -23 aún no se han adquirido- y que lo «importante» es que «compramos vivienda del mercado privado, vivienda libre, que convertimos en vivienda protegida o asequible, que tiene una protección en el precio del alquiler» y que, atendiendo a la Ley de arrendamientos urbanos, se fijan en siete los años del contrato.

Además, dijo, «lo hacemos de manera rápida, porque al no tener que construir» las casas «podemos atender rápidamente» a las «familias que en estos momentos tienen necesidades de vivienda» y que «están inscritas en el registro de demandantes de vivienda protegida de la comunidad autónoma».

Apuntó que «el programa 6 del Plan Estatal de Vivienda, que es el que da marco a las condiciones del proyecto, tiene 6.000 euros que destinamos al acondicionamiento» de cada residencia, «y sobre todo lo estamos invirtiendo para mejorar la eficiencia energética» de las mismas.

Añadió que «ahora mismo tenemos 15 viviendas alquiladas», un número que va creciendo «a medida que vamos teniendo la calificación de la comunidad autónoma de vivienda protegida» y que en total en la capital grancanaria disponen de 21.

Por su parte, Pablo Rodríguez destacó que «este proyecto no solo mejora la calidad de vida de las personas, sino también contribuye al objetivo de incrementar el parque público de viviendas en Canarias, una prioridad para este Ejecutivo».

Dijo que «la vivienda es el principal problema que tienen los canarios y las canarias» y «como las causas del problema de acceso a la vivienda son múltiples», también lo son «las respuestas que se tienen que dar desde la Administración pública».

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