«El impacto de una piedra suena como una bomba»
Guagüeros y taxistas paran el servicio para denunciar el vandalismo. Anoche hubo cinco detenidos por dañar la luna de una guagua. Varios taxis sufrieron el lanzamiento de huevos.
A partir de las 17.00 horas, el goteo de guaguas que volvían a las cocheras del Sebadal era constante. Desde esa hora, la mitad de la flota se retiraba de las calles en una jornada de huelga convocada por los trabajadores de Guaguas Municipales para denunciar el aumento de las agresiones que han venido sufriendo en los últimos tiempos. El paro, al que se sumaron los taxistas, se organizó en una jornada clave, la noche de Halloween, en la que en los últimos años se ha popularizado la malsana costumbre de lanzar huevos, piedras y otros objetos contra los vehículos del transporte público. Hay que recordar que el año pasado los actos vandálicos restaron 111 vehículos al servicio de Guaguas Municipales.
Jorge Domínguez, que fuera presidente del comité de empresa de Guaguas Municipales, explicaba que desde hace diez o doce años se vienen produciendo casos de lanzamiento de huevos pero que el problema se agudizado con piedras y otros objetos contundentes en los últimos tres años. «Tienen estrategias», explica en relación al modus operandi de los agresores, «hay veces en que uno de ellos cruza por un paso de peatones para obligarte a parar y los otros aprovechan para tirar piedras».
El problema es que muchos no identifican que se trata de agresiones. «El año pasado, se me acercó un padre con su hija de tres años y me dijo que si me esperaba un momento antes de arrancar para que la niña pudiera tirarle el huevo a la guagua», explicó uno de los conductores.
En lo que vamos de año, dieciséis vehículos de Guaguas Municipales; otros once de Global; y una docena de taxis han sufrido actos vandálicos en las calles.
Cinco detenidos
Ayer, al cierre de esta edición casi no se habían registrado ningún incidente, en parte porque se redujo el número de vehículos en circulación -en torno a las 18.00 horas solo había 41 guaguas operativas en las calles de la capital grancanaria- y en parte porque hubo un refuerzo policial. Aún así, la Policía Local informó de la detención de cinco personas por dañar la luna de una guagua. También se contabilizaron algunos lanzamientos de huevos que afectaron, al menos, a un taxi en la subida del Barranquillo de Don Zoilo «por parte de gamberros encapuchados» y a otras dos guaguas. Algunos taxistas denunciaron ataques con piedras en las proximidades de Zárate, Las Rehoyas y en Lomo Apolinario pero no reportaron daños.
El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi (ATAT), Francisco Reyes, se mostró satisfecho con la respuesta del sector del taxi al llamamiento de la huelga. «Estamos satisfechos porque por la calle casi no se ve ningún taxi ni ninguna guagua», explicó, «no hay taxis circulando ni en las paradas». Este representante de los taxistas sí destacó la presencia de las fuerzas de seguridad. «Se ve un despliegue policial muy grande en diferentes zonas de la ciudad, tanto de la Policía Local como del Cuerpo Nacional de Policía».
Algunos de los guagüeros que han padecido en algún momento el impacto de una piedra contaban ayer la impresión que produce un alcance, si bien ninguno de los hechos que comentaron se produjeron este sábado. «A mí me entró una piedra por el parabrisas delantero y llegó hasta la parte de atrás», explicó Bartolomé Armando Reyes, «gracias a que iba solo pero el estruendo es enorme, parece una bomba». Eso le pasó en la bajada de la Carretera del Centro, a la altura de la iglesia de San Roque. Otra vez, en El Zardo, el ataque tuvo como consecuencias la rotura de una óptica. En Jinámar, la guagua que conducía Héctor Benítez también sufrió una pedrada contra la chapa del vehículo. «El ruido que se genera te deja un gran susto», detalló. A su lado, Iván Sánchez, recuerda que un cristal estalló «y me salpicó toda la cara, la Guardia Civil me tuvo que llevar al centro de salud». Los tres afectados son trabajadores de Global e integrantes del Colectivo Autónomo de Trabajadores del Transporte (CATT) que junto a Pedro Mendoza, de Alternativa, respaldaron el paro de Guaguas Municipales.
El portavoz del comité de empresa de la compañía urbana, Rafael Marrero, destacó el éxito de la convocatoria de huelga y calificó como positivo el acuerdo unánime del Pleno de este viernes para reforzar la seguridad del transporte público. «Ya hemos logrado que se comprometan los políticos de todos los partidos», expresó a las puertas de las cocheras de Guaguas Municipales.
Hasta allí se desplazó también el concejal del Partido Popular Ignacio Guerra, quien aseguró que «estamos ante una huelga que no querían los trabajadores y a la que se han visto obligados por falta de seguridad». El edil insistió en que «el paro no es por mejoras salariales o laborales, sino que responde a un hartazgo por la falta de gestión». Guerra añadió que los problemas de comunicación que tiene el Centro de Emergencias con solo una línea telefónica activa, le hacen ser pesimista respecto a la capacidad de resolución de este problema por parte del gobierno local.
Por su parte, el presidente de la asociación de taxistas La Tornera, Antonio León, lamentó que las agresiones «se están convirtiendo en un ritual» y mostró su preocupación por la aparente falta de presencia policial en las calles de la ciudad.