Guanarteme «se nos ha hecho pequeño para tanta gente»

«Esto se nos ha hecho pequeño para tanta gente», asegura Begoña de la Cruz a las puertas del negocio que regenta en la calle Numancia, en Guanarteme. Un barrio que dice se ha visto engullido por las nuevas promociones de viviendas que han ido ocupando espacios en los antes había casas terreras. Apunta que ese crecimiento poblacional no se ha visto compensado con una mejora en los servicios de quienes residen y trabajan en la zona.

Pone a modo de ejemplo de lo que denuncia la reducción de plazas de aparcamiento que afirma se ha venido registrando por las nuevas promociones en una zona en que la, recuerda, hay muchas residencias sin garaje y edificaciones, entre las que se incluyen algunas en marcha de vivienda vacacional, «que tampoco tienen garaje».

Apunta que empresarias como ella lo sufren a diario ya que tienen problemas para recibir mercancías. Señala que no cuentan con suficientes zonas destinadas a carga y descarga para que los proveedores puedan estacionar, y, en ocasiones, deben hacerlo en las vías peatonales, a riesgo de ser multados.

Pero, además, comenta que la clientela se enfrenta al mismo problema y que las dificultades para estacionar y para transitar por los cambios de dirección que han venido de la mano de las obras, les disuade de ir por el barrio. Algo que repercute de manera directa en las ventas. «He perdido el 40% de la clientela», expone.

Añade que la falta de plazas para aparcar es solo una de las carencias de Guanarteme. «Se han preocupado mucho en hacer muchos edificios pero no hay ni parques ni jardines ni sitios con sombra», dice. Por eso, la plaza del Pilar «cualquier día por la tarde es la guerra», porque «hay un montón de gente nueva que ha venido con chiquillos chicos y no hay un sitio para estar».

«Esto se va a convertir al final en un sitio en el que no vamos a poder vivir ni trabajar», plantea también en alusión a la subida que han experimentado los alquileres.

La carencia de servicios también es una de las quejas de vecinas como Mónica Rodríguez, que además de reconocer que se las ve y se las desea para estacionar sus vehículo, ha notado el impacto que tiene el crecimiento de residentes a la hora de solicitar cita médica. «Antes pedías hora en el centro de salud y te daban para tres días, ahora para dentro de tres semanas», explica.

También se queja de la cantidad de pasos de peatones instalados. «Los han puesto en todas las esquinas, creo que es para quitar más plazas de aparcamiento. Pero no sé la finalidad que tienen», dice.

Las personas afectadas señalan que solo en la calle Numancia se ha pedido una veintena de plazas de estacionamiento, pero hay vías en las que es aún peor, «porque en calle Vergara solos se puede aparcar a la derecha y en Luchana ya no se puede».

A este relato que hacen las personas perjudicadas, se suma lo que consideran exceso de celo por parte de la Policía Local, algo que aseguran sufre sobre todo la clientela de los negocios del entorno. «Paran un momento en el vado para entrar y enseguida actúa y se ha notado un montón, porque además no pasa gente», relata Laura Lugo, empresaria del barrio.

«Han propiciado que la gente vaya a las grandes superficies porque ya no quiere venir por Guanarteme», apostilla Begoña de la Cruz.

Pero, además, vecinos y negocios llaman la atención sobre los daños que sufren algunas calles del barrio con hundimiento de calzadas incluido. Una circunstancia que achacan al cierre de un tramo de la calle Fernando Guanarteme, en la subida a la carretera de Chile, por las obras del residencial Las Américas, una promoción de 468 viviendas.

Los afectados dicen que los cambios de circulación obligados por unos trabajos que además implican reordenar la plaza de América para la prolongación de Mesa y López hasta Las Arenas, implica el paso «de camiones de gran tonelaje» por vías que no están preparadas, y de ahí esos hundimientos que se 'reparan' «colocando planchas». El último, este miércoles en Luchana.

«Guanarteme está hecho sobre arenales», alerta Pepi González, presidenta de la asociación vecinal del barrio e integrante de la plataforma Guanarteme se Mueve, que cada miércoles se concentra en Luchana para denunciar «que las alcantarillas son obsoletas y se hunden en la carretera al paso de unos tráilers que no tienen porqué entrar por esas calles».

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