El gasto inversor de Las Palmas de Gran Canaria va al 15% a tres meses de acabar el año

Una cosa es tener dinero y otra es gastarlo. Eso es lo que mide la ejecución presupuestaria: la capacidad que tiene una administración para emplear los recursos de que dispone. En el caso de Las Palmas de Gran Canaria, con datos de la liquidación hasta el tercer trimestre, las inversiones estaban al 15,27%.

Pese a su reducida dimensión, el porcentaje de ejecución de las inversiones hasta el 30 de septiembre de 2024 es el más alto del último lustro. Casi al nivel de 2023 (15,01%), está avanzado respecto a los presupuestos anteriores, en los que la liquidación del tercer trimestre dejaba las inversiones al 11,68% en 2022; al 13,38%, en 2021; y al 14,46%, en 2020.

Este porcentaje, en términos absolutos, es el que sigue: el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria había proyectado una inversión de 150,62 millones de euros y, hasta ahora, solo ha reconocido el pago de 23 millones. De aquí a final de año tendría que gastar 127 millones de euros, algo imposible de conseguir, para poder usar todo el dinero que tenía consignado en los capítulos seis y siete (los que pagan las inversiones) del presupuesto de gasto.

Ni siquiera a final de año se gasta nunca todo el dinero del que se dispone. El nivel de 2014, el mayor de la última década, se quedó en un 77%, y eso porque la cantidad de dinero disponible era mucho menor, lo que posibilitaba unos niveles de ejecución más altos. Por ejemplo, ese año de 2014, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria presupuestó 37,75 millones de euros en inversiones, de los que se usaron 28,54 millones. Diez años más tarde, la cantidad presupuestada se ha multiplicado por cuatro, pero el nivel de gasto no se ha elevado tanto (se ha multiplicado por 1,46), lo que arroja un porcentaje de ejecución menor, pese a que se invierte tanto o más que hace una década.

El reflejo de este hecho está en que en los últimos años apenas se ha superado el 40% de la ejecución de los capítulos de inversiones, algo que está motivado, en buena medida, por la debilidad estructural de la administración pública y sus carencias de personal.

El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Francisco Hernández Spínola, explicó este miércoles que la mayor parte del gasto se registra en la última parte del año, de ahí que los indicadores en los primeros estadíos de liquidación suelan ser bajos. «Espero que, en el último trimestre, la ejecución presupuestaria experimente un incremento importante, pero no quiero hacer pronósticos», indicó.

El edil destacó que en estos momentos se está trabajando en sacar las facturas antiguas que están en los cajones de la administración y se están aplicando al presupuesto vigente para reducir la deuda acumulada con proveedores. Y reconoció que, sobre todo, en el capítulo de inversiones reales (el sexto del presupuesto de gastos) es el que tiene una tramitación más complicada. «Hay que poner el mayor acento para intentar que la ratio de inversión pública sea satisfactoria», dijo.

En efecto, el capítulo 6 (Inversiones Reales) solo ha reconocido obligaciones por valor de 7,93 millones de euros hasta el 30 de septiembre pasado. Con la excepción del presupuesto de 2022 (6,94 millones de euros), el de 2024 es el más bajo de los últimos años. Así, en el tercer trimestre de 2023 se había garantizado la inversión de 11,05 millones de euros; en 2021, de 12,96 millones de euros; y en 2020, de 10,24 millones de euros.

Para el concejal del Partido Popular Ignacio Guerra, estas cifras no solo muestran un problema de falta de personal, sino también una debilidad en la gestión de las cuentas por parte del grupo de gobierno. «Los números son bastante pobres en cuanto a ejecución presupuestaria», expuso, «llevamos muchos años con la ejecución presupuestaria en mínimos, llevamos muchos años dejando mucho dinero sin gastar, es evidente que los contribuyentes están haciendo un esfuerzo que, en muchos casos, no se ve contrapuesto por una ejecución presupuestaria decente, sobre todo en la parte de inversiones, que es la que más se está quedando coja».

El edil Guerra también puso el acento en que el periodo medio de pago a proveedores -el tiempo que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tarda en pagar una factura- esté en estos momentos en 76 días, lastrado por los retrasos de la Sociedad de Promoción de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística (Geursa).

Hay que recordar que el plazo máximo fijado por la norma para pagar una factura es de 30 días. Sin embargo, Promoción tarda 111 días y Geursa, 64 días. Sin ellas, y sin el resto de los organismos y entidades dependientes, el periodo medio de pago del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria baja hasta los 13 días, una semana menos que hace un año.

El concejal de Hacienda aseguró que el plazo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria es óptimo, y aunque reconoció las malas ratios de Geursa y Promoción, aseguró que entre ambas no se llega al 5% del total. «Reconozco que hay que mejorar, pero la gente tiene que saber que el ayuntamiento paga antes de los 30 días en el 96% de los casos», defendió.

Spínola exigió «un cambio sustancial» en Promoción porque el Ayuntamiento le ha transferido el dinero necesario para que se paguen las facturas. «Con los recursos del Ayuntamiento, en estos dos últimos meses la sociedad va a tener unas ratios mejores», avanzó.

Más complicada está la situación de Geursa, ya que la deuda que tiene esta sociedad con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria hace que cuando se le va a transferir dinero, queda retenido y la sociedad afronta más dificultades para pagar sus facturas. «Este problema lo vamos a resolver, ya tenemos la fórmula. Con eso, el periodo medio de pago a proveedores bajará sustancialmente», expuso Spínola, quien no aclaró cuál será la fórmula que se va a aplicar para ello.

El PP propuso plantear una oferta pública de empleo «en condiciones» para solucionar «el déficit de personal que tiene el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en la mayoría de los servicios».

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