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El tiempo amaneció zorro, pero no impidió que el bochorno se adueñara del muelle Wilson y parte del Sanapú, donde este fin de semana se celebra la Feria Internacional del Mar (Fimar) en su decimotercera edición. Aún así, desde primera hora había ya colas para acceder al espacio expositivo, una mezcla de autóctonos y cruceristas que recordaba que el Puerto sigue siendo una puerta de entrada de acentos e inquietudes a Las Palmas de Gran Canaria.
Los viajes en barco por la bahía se consolidan como la atracción principal. Los dos pantalanes que dan acceso al mar registraban filas, tanto el que sirve para embarcar en el Bahía Cat, que ofrecía un viaje explicativo por todo el Puerto de La Luz y de Las Palmas; como el que permitía abordar patines y embarcaciones de vela más pequeñas, que se limitan a recorrer el espacio que queda dentro de las lindes que marcan los muelles del Refugio y Pesquero Poniente. De uno de esos veleros salieron Cristina Marcelo. «Ayer (el viernes, para el lector), fuimos en el que recorre el Puerto y la guía lo explicaba muy bien», explican, «hoy (este sábado) embarcamos en el velero, la verdad es que venimos todos los años a esta feria, nos gusta mucho el mar».
Los botes de vela latina lloraron la muerte de Antonio Cabrera 'Seiko' en el día mundial de los océanos y suspendieron su exhibición. Su figura, como histórico de este deporte autóctono y presidente del Roque Nublo, fue recordada por la organización de la feria, que manifestó sus condolencias a la familia y amigos.
La entrada a la exposición es una explosión de ciencia. Lo mismo descubres una vértebra de rorcual tropical que le ves la cara al ignoto anisakis; igual le dan al niño una caña para que pesque reproducciones de peces y puedan aprender que hay tallas que no pueden ser capturadas e identifiquen especies, que cualquiera recibe formación sobre los golpes de calor o qué hacer en caso de que pique una aguaviva. De esto último se encargan alumnos del Programa de Formación en Alternancia con el Empleo Arena, que se forman en labores de socorrismo acuático en el Instituto Municipal de Empleo y Formación (IMEF). Dos de ellos, Acoydán Navarro e Isaac Linares, desmontaban algunos mitos que siguen vigentes con las aguavivas. «La gente cree que hay que ponerse orina o agua dulce, pero lo mejor es usar agua salda o suero fisiológico», explican estos dos jóvenes que aspiran a trabajar como socorristas en la Cruz Roja.
En materia de formación, el Grupo de Acción Costera de Gran Canaria, una entidad privada sin ánimo de lucro que está formada por los agentes del sector pesquero, permitía descubrir todas las actividades relacionadas con la pesca a través de unas gafas de realidad virtual. Se trata con ello de mostrar a los estudiantes de Secundaria que el mar también puede ser un nicho de inserción laboral.
También hay negocio en Fimar. Eugenio Falcón, de Motonáutica Las Palmas, es un incansable de la feria. No ha fallado nunca su exposición de embarcaciones, donde hay ofertas de hasta el 20% en los precios habituales. «Es muy importante porque la gente descubre que por mil euros puedes tener tu embarcación neumática», explica antes de mostrar los motores eléctricos que ya surcan las aguas de Fimar, que serán navegables hasta este domingo.
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M. Hortelano y Gorka Navaz
Borja Crespo, Leticia Aróstegui, Sara I. Belled, Borja Crespo, Sara I. Belled y Leticia Aróstegui
Isaac Asenjo | Madrid y Álex Sánchez (Gráficos)
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