¿Ha escuchado hablar alguna vez de Studio 54?

El club, que en un principio fue un teatro de ópera y un estudio de televisión, acabó convirtiéndose en 1977 en un espacio de fiestas y eventos temáticos donde la gente podía bailar, beber y divertirse. Atrajo una gran lista de clientes famosos como Cher, Elton John, Andy Warhol, Truman Capote, Salvador Dalí, Grace Jones o Donald Trump, entre otros.

Pero ser famoso no era un requisito fundamental para entrar en la disco: las normas las ponían Ian Schrager y Steve Rubell, fundadores y amigos de Studio 54. Ellos decidían quién entraba y quién no. Ser famoso era importante, pero ser guapo lo era más.

Studio 54 marcó una era. Más allá de ser un lugar idóneo para la fiesta y el descontrol, el club actuó como refugio durante los tiempos sombríos de Nueva York: la situación económica, la alta tasa de criminalidad y numerosos problemas sociales como la epidemia del crack y la lucha por la igualdad de género, racial y sexual asolaban a la ciudad.

Existe una frase para relacionar Studio 54 con el carnaval de Las Palmas de Gran Canaria: que no pare la fiesta.

Los años setenta y ochenta fueron una revolución para el mundo disco, los colores, el brillo y la música, similitudes que vemos reflejadas en el carnaval.

El pasado jueves 24 de marzo de 2022, 47 personas vinculadas a estas fiestas decidieron que la glamurosa discoteca neoyorquina se trasladase a la capital al elegirla como la alegoría que definirá los carnavales este 2023.

El director artístico del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, Israel Reyes, valora en positivo la elección: «Studio 54 reúne todos los elementos para ser la temática escogida porque la música de los años setenta y ochenta era muy festiva». Para muestra, un botón: John Lennon con su tema 'Imagine'; Queen con 'Bohemian Rhapsody'; ABBA marcando el paso con la conocida canción 'Dancing Queen' o The Rolling Stones con 'Brown Sugar', entre otros artistas, marcaron el periodo mencionado.

Por otro lado, uno de los elementos más simbólicos del carnaval de la capital es el escenario, que este año es una discoteca donde, según explica Reyes, «lo que llama la atención es la bola enorme en el centro, que rinde homenaje al club neoyorquino», concluye el director.

Cuarenta años después del cierre de Studio 54, la influencia del local sigue presente en la actualidad, sobre todo en la moda. Buscar un disfraz acorde a esta temática es más sencillo de lo que parece. Los asistentes derrochaban estilo y buen gusto portando sus mejores atuendos sin escatimar en detalles. Lentejuelas, estampados que imitan la piel de los animales, prendas satinadas, medias o sombreros de paja son algunas de las claves para que arrase con su disfraz estos carnavales.

El mundo de fantasía que rodeó a la discoteca durante sus tres años de apertura, fue clave en la moda de la aquellos años y en la actual.

Las vestimentas extravagantes, la combinación de estilos, la sofisticación, el deseo y los peinados afros eran algunas de las características de los protagonistas que acudían a la disco.

Para estos carnavales guarde los tutús y rememore algunos de los momentos más icónicos de la noche dentro de Studio 54, como por ejemplo, el atuendo que usó Olivia Newton-John en la fiesta posterior al estreno de 'Grease'; con unas mayas de color violeta, una camisa satinada rosada, una chaqueta roja y una buena peluca rizada, (si le hiciera falta peluca) tendría el disfraz perfecto para lucir como la actriz.

¿Qué le parece simular una entrada a caballo (preferiblemente de cartón o madera) al parque de Santa Catalina al más puro estilo Mick Jagger el día de su cumpleaños? Para ello necesita un vestido, un buen peinado y saber sobre manualidades para hacer al animal. Este momento cambió la visión del local y lo convirtió en el más famoso de la historia.

Otra de las fiestas más recordadas fue la de Dolly Parton. En esta ocasión, el club se transformó en una granja en la que no faltaron los detalles campestres como los barriles, el pasto seco o las gallinas.

Algo que no podía faltar en una discoteca eran los bailarines, pero en Studio 54 se encargaban de que fueran diferentes. Una marca de moda italiana organizó una fiesta con danzarines vestidos con leotardos, medias y ropa deportiva con brillantes. Algo fuera de lo común en la década.

Como la mayoría de cosas en la vida: lo bueno dura poco. En 1980, la época de la libertad sexual se vio afectada por la aparición del sida, lo que sumado a problemas legales de los fundadores propiciaron el cierre de Studio 54.

Los propietarios del local fueron detenidos por evasión de impuestos y la noche antes de entrar a prisión hicieron lo que mejor se les daba: una fiesta por todo lo alto.

En 2002, Studio 54 abrió sus puertas de nuevo para celebrar el 21 cumpleaños de Paris Hilton y, ella no lo sabe, pero el outfit que llevó ese día es carne de carnaval.