Las Palmas de Gran Canaria
La discreta invasión de HalloweenAntes de la noche del truco o trato esta costumbre importada y terrorífica pasa desapercibida en calles y comercios de la ciudad
Es posible que el próximo martes escuche pasos y golpes en las puertas y en las escaleras de su edificio. Y que cuando se asome a ver qué ocurre se encuentre con pequeños fantasmas, vampiros o vaya a saber qué extraña invención de disfraz exigiendo chucherías como impuesto revolucionario a cambio de no darle un susto terrorífico. Entonces caerá en la cuenta que es halloween, una tradición importada que estos días pasa desapercibida en las calles de Las Palmas de Gran Canaria.
En algunos locales no han resistido la tentación de colocar decoración alusiva a este día de muertos, que en la ciudad convivirá con los finaos, noche de ronda y duelo asociada a la tradición isleña más antigua. Guirnaldas con calabazas y espeluznantes arañas de peluche ocupan espacios junto a los productos habituales. También, como no, calabazas de mirada esquiva y sonrisa torcida.
Pero es casi más un entretenimiento que una respuesta comercial. En la referente Librería Sinopsis, en la calle Domingo J. Navarro, su escaparate lo preside un fantasma de dos metros. A sus pies, literatura del género fantástico y de terror. Llega un día divertido y se quieren sumar a la fiesta. Pero sin más.
Nauzet Mejías, uno de sus libreros más veteranos, aclara por si las dudas. «Nos gusta hacer cosas diferentes para darle vidilla a la tienda, pero realmente no se vende más literatura de terror ese día», explica gentilmente.
Al otro lado de Triana, alcanzando la cuenca del Guniguada, se encuentra DibuPlanet. Esta tienda se define como un espacio de coleccionismo friki y regalos. En su escaparate han hecho hueco a asuntos terroríficos aprovechando que llega Halloween. Muñecos de 'Pesadilla antes de Navidad' o el set de Frankestein forman parte de la decoración para este año, pero también es algo simbólico. «La verdad es que a lo mejor se vende un poco más, pero básicamente es la gente de siempre, a la que le gusta el terror y suele venir a comprar que nada especial por Halloween», indican sus dependientes.
Algo más de movimiento se da en el Mercado de Vegueta. En el puesto de Susi no paran de atender sus cosas de cada día mientras una calabaza decorada les observa. «Si se venden bastantes», aseguran mientras indican que solo este viernes tenían encargadas 15 para despachar. Una guirnalda de calabazas de papel cruza de lado a lado su estancia en el mercado.
En el colorido puesto de José y Alicia hay un apartado especial para calabazas. José las muestra todas con su habitual pasión mientras, a su vez, agarra una cesta de castañas para reivindicar que las tradiciones convivan paralelas sin conflictos ni olvidos. «Vendemos muchas calabazas, pero también es verdad que las vendemos durante todo el año porque se usan mucho para la santería», cuenta.
Halloween se hace paso y la chiquillada tomará las calles el próximo martes. Se cuela hasta en algunos gimnasios, donde se hacen entrenamientos divertidos. Cosas de estos tiempos.